Rancho Las Voces: Caricatura / España: Versión en cómic de «Así habló Zaratustra»
(6) El retorno de Francis Ford Coppola

miércoles, mayo 04, 2011

Caricatura / España: Versión en cómic de «Así habló Zaratustra»

.
Portada de Así habló Zaratustra (Foto: Herder)

C iudad Juárez, Chihuahua, 4 de mayo 2011. (RanchoNEWS).- Las tres transformaciones del espíritu. El camello que carga, con resignación, los viejos valores en los que ya no cree. El peso de la inercia. El león que se enfrenta, que anhela la libertad, y que destruye la tradición y la obediencia. Y el niño, esa fuerza creadora, capaz de olvidar y dibujar un mundo nuevo, desde el juego y la inocencia de la voluntad propia. Ése es el progreso del Superhombre que, en voz de Zaratustra, el filósofo alemán Friedrich Nietzsche nos deja como herencia alegórica. Una nota de Albert Lladó para La Vanguardia:

La muerte de Dios, o el eterno retorno, son algunos de los conceptos estructurales del sistema filosófico de uno de los pensadores más radicales, e influyentes, de los últimos 150 años. Ahora, la editorial Herder, acerca la narración de la «superación del hombre común» a través de un manga, traducido por Maite Madinabeitia, que tiene por título original Zaratustra haku katariki.

El elenco de personajes de Así habló Zaratustra explica una historia en la que un niño adoptado –cuando es consciente de su procedencia– se siente marginado y comienza a explicar a sus vecinos que lo que el hombre ansía de verdad es «pensar por sí mismo para poder crear un sistema de valores propio».

Este joven Zaratustra es un enfant terrihttp://www.blogger.com/img/blank.gifble, duro consigo y con los demás, y al que le irritan la autoridad y la jerarquía. Su padre adoptivo es el párroco de la iglesia, su madre; una mujer dulce entregada, y su hermano Álex; un joven miedoso y tímido que pasa sus días esperando a que Dios le ayude. Un enigmático personaje femenino, Salomé, funciona como bisagra entre dos mundos, y el dolor, la muerte y el odio van sucediéndose para pasar de la creencia a la acción directa.

De la pasividad del camello, a la violencia del león, para volver a nacer e inventar una realidad diferente, sin prejuicios. Y todo comienza de nuevo.

Mayor información: Friedrich Nietzsche

REGRESAR A LA REVISTA