Rancho Las Voces: Noticias / China: ¿Qué es de Weiwei?
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jueves, julio 28, 2011

Noticias / China: ¿Qué es de Weiwei?

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El artista chino. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua, 28 de julio 2011. (RanchoNEWS).- Para alguien expansivo en su arte, en su masa corporal y en su deseo de hacer justicia, cuatro por cinco metros, o un cuarto sin ventanas y la constante compañía de dos guardias mudos que lo observan hasta cuando va al baño es ya de por sí una tortura mental. Al reconocido creador chino Ai Weiwei no lo han sometido a palos, pero sí a un encierro de 81 días de suplicio silencioso. Y lo peor es que la agonía no ha hecho sino empezar. Una nota de Aritz Parra para El Mundo:

Ai Weiwei salía en libertad bajo fianza el pasado 22 de junio tras permanecer casi tres meses detenido sin una acusación formal o sin haber cometido un delito aparente. Su familia nunca supo por la vía oficial qué fue de él. Ni siquiera de los agentes de policía que también se llevaron a sus empleados, colaboradores, chófer y todos los documentos que encontraron en su estudio.

Semanas después, habían construido una acusación: la empresa de Ai (o para ser más preciso, la que figura a nombre de la esposa del artista, Beijing Fake Arts Co.) había cometido un crimen económico. ¿Cuál? Fallar en sus responsabilidades impositivas.

Aunque puede ser cruel en ocasiones, el Código Penal chino no depara un encierro absoluto para quienes dejan de pagar impuestos, incluso en el caso de que así fuera. Pero en esta ocasión, desde el principio, la ley ha sido una anécdota a pie de página, según denuncian familiares y amigos del artista.

La semana pasada, su voz se dejó oír de nuevo. Una misiva suya llegó a la Universidad de las Artes de Berlín, aceptando una invitación para asumir la plaza de profesor invitado durante un año. Ai escribía que estaba «muy contento» y que esperaba «contribuir de forma importante en el futuro». Pero no podrá dar clases en Berlín hasta al menos el 23 de junio de 2012, cuando se cumpla el año de forzado silencio al que le han sometido.

Le han impuesto tres condiciones: informar de cada uno de sus movimientos y no salir bajo ninguna circunstancia de Pekín (de hecho, su pasaporte está confiscado); cooperar con la 'justicia' a medida que el caso avance en los tribunales; y la más importante de todas, no hablar con la prensa ni prodigarse por las autopistas semi-libres de las redes sociales en China.

El creador silenciado deja de ser un creador. Y el activista amordazado se queda sin voz para pelear. Como comenta a El Mundo.es una persona muy cercana a Ai: «¿Cómo podemos decir que ha vuelto a trabajar? Su arte es de grandes dimensiones, requiere de contacto con la realidad de la calle, y sus exposiciones van a todo el mundo, no se producen dentro de las cuatro paredes de su estudio. Ante todo, Weiwei necesita libertad para poder crear».

¿Han ganado la batalla? De momento, sí parecen habar logrado arrinconar al artista que no solo empujó los límites de lo posible con su arte sino que también denunció públicamente el escándalo de las escuelas que se vinieron abajo durante el terremoto de Sichuán, en 2008, o la corrupción que destapó con sus llamas el trágico incendio de un rascacielos en Shanghái.

El creador, su familia y el equipo de abogados que lo asesoran, tratan de recuperar los documentos sobre los que se ha montado la acusación. En la primera vista, hace dos semanas, la mujer de Ai, Lu Qing, se sintió «engañada» por las autoridades, que le negaron el acceso a sus papeles. El fisco les reclama unos cinco millones de yuanes en impuestos (más de medio millón de euros) y otros 7,3 de multa (más de 800.000 euros).

Pero tampoco parece que Ai permanezca de brazos cruzados. Este domingo, 25 de julio, el creador rompió su silencio con un mensaje repentino en la nueva red social de Google, Google+. «Estoy aquí, saludos», escribió mientras se acompañaba, para dar cuenta de su identidad, de una foto en 'topless', luciendo un nuevo tipo al que el encierro ha restado cerca de 15 kilos. Quizá no en China, donde la nueva herramienta ya ha sido bloqueada, pero fuera, el mundo escucha a la reencarnación digital del artista maldito de Pekín.

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