Rancho Las Voces: VI Festival Internacional Chihuahua / Rothenberg en Bellas Artes, el colofón de «Literatura en el Bravo», reseña
(6) El retorno de Francis Ford Coppola

sábado, septiembre 17, 2011

VI Festival Internacional Chihuahua / Rothenberg en Bellas Artes, el colofón de «Literatura en el Bravo», reseña

.
De izq. a der.: el poeta estadounidense, el presentador, José Vicente Anaya y Evodio Escalante en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. (Foto: R. M. / INBA)

C iudad de México, D:F:. 13 de septiembre de 2011. (Porky Villalay / RanchoNEWS).- Doble evento en Bellas Artes, para culminar un hermoso dia de finales de verano en la capital. El primero un homenaje a la trayectoria artística de un pintor de excepción, Rafael Coronel. Retrofutura es el título de esta exposición que consiste en algunos de sus primeros cuadros y una serie que realizó en exclusiva para este evento.

Pero nuestra asistencia nos encaminaba a la Sala Manuel M. Ponce porque teníamos una cita con la poesía. En la catedral de la cultura se presentaba un carismático y reconocido poeta: Jerome Rothenberg.

Jovial, alegre, simpatico, con gran sentido del humor y poemas sensibles y sencillos, profundamente rítmicos y destacadamente modernos; mezcla de alegorías y realidades, de tradiciones e influencias de chamanes y de pintores, así como del sencillo acontecer de la cotidianidad, de lo profano y de lo virtuoso de la palabra.

Jose Vicente Anaya y Evodio Escalante estuvieron en el estrado con Jerome Rothenberg. Ambos leyeron ante el auditorio un rspectivo texto para destacar la trayectoria del poeta nacido en New York hace ocho decadas.

Escalante en una brillante exposición plena de analogías con respecto al concepto poético de Rothenberg abrió el evento y Anaya en su oportunidad dio a conocer la bibliografía del homenajeado, lo profuso de su obra, detalles de su biografía y los libros de poesía que han sido traducidos a nuestro idioma.

Ambos, debido a su amistad con el poeta, lograron describir una muy completa imagen de la personalidad de Rothenberg.

Llegó entonces el momento que el poeta iniciara la lectura de su poesía. Abrió con un cántico a capella, típico y tradicional de lo que se puede catalogar como etnopoesia hecha música y de origen indio norteamericano. (En su exposición Anaya comentó que en su momento, la etnopoesia fue calificada por «expertos» como algo burgués).

Despues, abrió su libro y dio pie a la lectura de catorce poemas, (mismos que fueron traducidos por Heriberto Yepes, periodista y literato colaborador de la sección Laberinto del diario Milenio y que se encuentran ya publicados en el libro disponible en el INBA).

Rothenberg leia su poema en ingles y Malvido leía la traducción, pero se percibía que la mayor parte del público entendía y disfrutaba de su contenido. Incluso en algunos momentos donde lo coloquial, lo típicamente norteamericano, predominaba durante el desarrollo del poema las reacciones fueran de risa o de admiración se escuchaban en la sala.

Fue una velada muy disfrutable, Hubo aplausos para el Rothenberg, como para Anaya, Malvido y Escalante y la presentacion culminó con el poeta sentado ante un escritorio, afuera del recinto, donde firmaría los libros a quien se lo solicitara.

Después se iría a su hotel y abordaría un avión con destino a San Diego, donde reside actualmente.


Mayor información: Jerome Rothenberg



REGRESAR A LA REVISTA