miércoles, septiembre 10, 2003

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Abren la casa de Jorge Amado al público

Valentina Álvarez / BBC Londres

"Entonces se portaron como niños, gozaron de una felicidad que antes nunca habían gozado, ni en su infancia de hijos de campesino: montar en el caballo de madera de un carrusel, mientras sonaba la música de una pianola y las luces ofrecían todos los colores".
Fragmento de Capitanes de la Arena (1937), de Jorge Amado


Brasilia.- "En esa silla se sentó Roman Polanski una vez que vino a Brasil y viajó a Salvador sólo para saludar a Jorge; él le dijo que gracias a sus novelas había podido escapar de las lecturas que le imponían en la Polonia socialista, cuando era un adolescente", recuerda Zelia Gattai, la viuda de uno de los más célebres escritores de lengua portuguesa de todos los tiempos, Jorge Amado (1912-2001).
La anterior es apenas una de entre cientos de anécdotas de la agitada vida que compartieron Jorge Amado y su mujer, la también escritora y fotógrafa Zelia Gattai.
Escritores, intelectuales y políticos de todo el mundo fueron amigos del matrimonio y dejaron su huella en la casa del barrio de Río Vermelho, en Salvador de Bahía, que a fines de este año se abrirá al público como "Memorial Jorge Amado".
Acervo internacional
El autor de Capitanes de la Arena (1937), Gabriela Clavo y Canela (1958), Doña Flor y sus dos Maridos (1966), y Tieta de Agreste (1977) , entre más de 32 títulos publicados en 50 países, vivió casi toda su vida en la capital del norteño estado de Bahía.
Aún así, la casa donde vivió 40 años está llena de objetos de todas partes del mundo: desde un plato pintado por Pablo Picasso, pasando por cuadros de Cándido Portinari y Aldemir Martins.
"Estamos con mucho trabajo", dice Gattai, quien a sus 87 años comanda las labores para abrir la casa a los admiradores del escritor. "Sólo para elegir las fotos me he tomado semanas enteras, porque tenía como cinco mil negativos".
Pablo Neruda, Ives Montand, Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Miguel Ángel Asturias, Mario Vargas Llosa, Jorge Semprún, Roman Polanski, Mario Soares, José Sarney, Gabriel García Márquez, Glauber Rocha y Oscar Nienmeyer son algunos de los personajes que aparecen con los Amado en las fotos que se exhibirán en el Memorial.
De Bahía para el mundo
Amado llenó las páginas de sus libros con la música, el olor y los sabores de Bahía. Pero al tiempo que recibía honores y viajaba por los cinco continentes, amaba caminar por las calles del barrio antiguo de Salvador -"el Pelourinho"-, e ir al mercado a mezclarse con su gente.
Los personajes de Amado son los niños abandonados, los pobres, los negros, las mujeres trabajadoras, todos los huérfanos de la desigualdad social brasileña. Con ese elenco, envuelto en la religiosidad afro-bahiana, sus obras lograron ser universales.
En el Memorial Jorge Amado sus admiradores podrán encontrar la mesa donde escribía, y hasta su camisa colgada en el espaldar de la silla ("Jorge siempre trabajaba sin camisa"). También pasearán por el espléndido jardín tropical bajo cuyos árboles están enterradas las cenizas del escritor.
"Jorge le tenía miedo a los cementerios y pidió que lo enterráramos aquí, bajo esta mangueira (árbol de mango) que plantamos juntos hace 40 años", recuerda la viuda del escritor.
La biblioteca, la colección de sapos de cerámica de todo el mundo y la mesa donde comieron desde presidentes hasta humildes albañiles estarán a la vista de los visitantes. "Aquí sentirán un clima de amor, porque nosotros pasamos muchas horas de amor en esta casa", promete Gattai.