domingo, septiembre 28, 2003

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Roberto Bolaño deja inconclusa novela sobre mujeres asesinadas en Juárez

Ciudad Juárez (ranchonews).- Roberto Bolaño (1953-2003), narrador chileno y uno de los autores latinoamericanos más prestigiados de su generación, dejó inconclusa con su muerte una novela sobre las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez.

La novela tenía el título de trabajo «Dos Dos Seis Seis Seis», según informó el autor –fallecido el pasado mes de julio– a La Hora de la Tarde de Santiago de Chile.

«Su segundo proyecto en carpeta es el texto titulado Dos Dos Seis Seis Seis, que ahonda en el tema de los asesinatos de mujeres ocurridos en Ciudad Juárez, México. "Se trata de un número muy importante en la historia que se cuenta, y habría que leer la novela para entenderlo. Tendremos que esperar que aparezca para que los lectores sepan por qué le puse así", sentencia con un dejo de misterio uno de los escritores chilenos más destacados, agregando que "esta novela tendrá finalmente más de mil páginas", señala Bolaño, quien ya tiene terminadas setecientas», dice La Hora de la Tarde.

«El escritor chileno radicado en España Roberto Bolaño no para. Una nueva novela y otro proyecto a la mitad lo tiene de cabeza en el trabajo. "Yo vivo de escribir, solamente de escribir. No puedo darme la libertad que se dan otros de esperar dos o tres años entre libro y libro. Para hacer eso, tendría que ganarme la lotería o, cuando menos el sorteo de la ONCE (Asociación Nacional de Ciegos de España)", afirma el autor de Los Detectives Salvajes», agrega el medio informativo chileno.

«A menos de un año del lanzamiento de su aclamado libro Putas Asesinas, Bolaño presenta ahora su más reciente creación: Bianca, que se enmarca en el proyecto Año 0, de la Editorial Grijalbo Mondadori, cuya idea es integrar obras narrativas recreadas en grandes ciudades. Así fue como el escritor se fue a Italia para dar rienda suelta a su audaz pluma. "Es la ciudad más cercana a mi casa. Fui poco tiempo en realidad, una semana, ya que conozco muy bien Roma y no necesitaba pasar más días ahí para ambientar esta obra" asegura Roberto Bolaño», concluye La Hora de la Tarde.

¿Quién es Roberto Bolaño?

Complementamos esta nota con la reproducción de la noticia del fallecimiento de Bolaño publicada en Terra, con un comentario que Ricardo Cuadros –amigo del escritor– publicó en la página web de Radio Nederland y con una bibliografía comentada.

Falleció Roberto Bolaño, célebre escritor chileno

Roberto Bolaño, uno de los más célebres escritores chilenos, falleció en Barcelona, informaron las autoridades locales. Tenía 50 años.

Bolaño, que vivía en España desde 1977, murió antes del amanecer del martes en un hospital de Barcelona donde iba a recibir un trasplante de hígado, informó el concejo municipal de Blanes, la localidad costera catalana en la que residía.

Terra
15/jul/2003.- Bolaño, que vivía en España desde 1977, murió antes del amanecer del martes en un hospital de Barcelona donde iba a recibir un trasplante de hígado, informó el concejo municipal de Blanes, la localidad costera catalana en la que residía.

Bolaño residió en México en la década de 1960 y en 1972 regresó a Chile, pero tuvo que salir al exilio al año siguiente debido al golpe militar del general Augusto Pinochet. Nuevamente en México, fundó con varios poetas mexicanos el movimiento vanguardista infrarrealismo, publicando en 1975 una antología poética: "Poetas infrarrealistas mexicanos".

Escribió más de una docena de novelas y varios libros de poesía, y recibió numerosos premios literarios en España.

Trabajaba ahora en el borrador de una novela llamada 2666 -considerado su proyecto más ambicioso-, y esperaba haberla completado tras la operación del trasplante.

"No estoy para hacer el trabajo que exige la novela. Son más de mil páginas que tengo que corregir, es un trabajo como de minero del siglo XIX", indicó el escritor al diario chileno La Tercera en una entrevista otorgada a mediados de junio.

"Procuro ahora hacer un trabajo más reposado. Voy a corregir la novela sólo después de la operación".

A Bolaño le sobrevive su esposa, la española Carolina López y sus dos hijos.

Aunque cultivó la prosa, Bolaño había publicado cinco libros de poesía y en 1984 apareció su primera novela, "Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce", en colaboración con Antoni García Porta, que le valió el premio Ambito Literario.

Bolaño recibió en 1997 el galardón literario Ciudad de San Sebastián a los cuentos en castellano, por "Sensini". De su pluma salieron otras novelas como "Los detectives salvajes", premio Herralde de novela de 1998 y al año siguiente el Rómulo Gallegos, uno de los más prestigiosos de las letras hispanas con el que fueron igualmente ensalzados el colombiano Gabriel García Márquez y el peruano Mario Vargas Llosa.

Cuando el Consejo Nacional del Libro consideró a "Detectives salvajes" la mejor novela del año, Bolaño acababa de tener una polémica con varios literatos chilenos en la Feria del Libro de Santiago. "Se van a poner contentos _ dijo en aquel entonces -porque sólo faltaba que lo ganara yo, que soy el mejor de esta generación"-, comentó el autor que tenía un sentido del humor mordaz y desenfadado.

Al diario "La Tercera" le comentó en una ocasión que "en Latinoamérica, en líneas generales, sólo ha habido dos generaciones de narradores. La primera, la grande, empieza, digamos, con Mecedonio Fernández y termina con Reinaldo Arenas y Miguel Puig". En la segunda se encuadraba él mismo, junto con el colombiano Fernando Vallejo, los argentinos Rodrigo Fresán y Alan Pauls y los mexicanos Carmen Boullosa y Daniel Sada. Reconoció que a todos ellos les une que "escribimos, con mayor o menor acierto. Más bien la pregunta es ¿qué nos debería unir? Y la respuesta es muy sencilla. Obras maestras. Pero claro, es muy fácil decir Obra maestra. Escribirlas es lo difícil".

En el 2000, y en una crónica que publicó en el diario madrileño El Mundo, Bolaño destacó la influencia que en su generación tuvo una obra de Cortázar, Rayuela. "Mi generación, demás está decirlo, se enamoró de Rayuela, porque era lo justo y lo necesario y lo que nos salvaba, y sólo leímos Bomarzo algunos años después, casi como un ejercicio de arqueología".

En lo político, Bolaño se consideraba de izquierdas y el 3 de enero de este año dijo al diario colombiano El Tiempo en una entrevista que "sigo siendo de izquierda y sigo creyendo que la izquierda, desde hace más de sesenta años, mantiene en pie un discurso vacío, una representación hueca que sólo puede sonarle bien (esa catarata de lugares comunes) a la canalla sentimental. En realidad, la izquierda real es la canalla sentimental quintaesenciada".

Además, en 1999 publicó las novelas "Amulero" y "Monsieur Pain", y en el 2000 apareció "Nocturno de Chile", seguida al año siguiente por la colección de cuentos "Putas asesinas". Finalmente en el 2002 vio la luz sus obras "Amberes" y "Una novelista lumpen".

Roberto Bolaño

Ricardo Cuadros 18.07.03 / Radio Nederland

¿Qué hace importante a un escritor? Su manera inigualable de expresar la realidad y sus fantasmas. Es el caso del chileno Roberto Bolaño, que acaba de morir en Barcelona, a los 50 años. En sus novelas, cuentos, poemas, artículos y entrevistas, Bolaño construyó una obra perfectamente actual, a la vez que entroncada en la literatura universal.

De manera divertida y provocadora, Roberto Bolaño hizo de sí mismo una figura literaria en la que confluían un lector lúcido, un satírico a la manera de Quevedo, un sujeto consciente de sus limitaciones, un escritor de tiempo completo. Recuerdo haber conversado en Barcelona, a comienzos de los ochenta, con un poeta que se contó entre sus amigos, el chileno Bruno Montané, que me dijo de él: "Roberto es un hombre obra". Montané sabía de qué estaba hablando. Otro escritor, el también chileno Alberto Fuguet, publicó unas líneas a la muerte de Bolaño que sintetizan el sentir de muchos: "Lo admiré tanto como lo temí. Un personaje genial, tanto por su genio como por su mal genio". Entre aquel cuasi secreto "hombre obra" de hace veinte años y el personaje admirado y temido del 2003, se construyó la personalidad y la escritura de Roberto Bolaño.

En la mirada de Bolaño, expresada en síntesis enorme en su novela Los Detectives Salvajes – me permito retomar en este párrafo lo dicho en otro lugar -, los latinoamericanos que nacimos en los años cincuenta estamos todos marcados por el sino trágico de las utopías traicionadas. Éramos demasiado pequeños cuando se estaban gestando los proyectos de transformación radical del mundo y cuando llegamos a la edad de participar descubrimos que teníamos que movernos entre escombros y cadáveres. No obstante, seguimos soñando, y este deambular entre el sueño y la pesadilla creo que corresponde plenamente a la transición (latinoamericana) entre las fuerzas de nuestras culturas locales y las de la globalización de las comunicaciones y del capital transnacional, la transición entre modernidad y posmodernidad.

La popularidad que ha alcanzado la obra de Bolaño es una señal de que esta mirada, trágica aun cuando a menudo nos haga reír o sonreír, corresponde a los síntomas de una época. Hemos dejado atrás, de manera bastante brutal, un tiempo en que creíamos posible la felicidad y vivimos este comienzo de siglo semi acogotados por la violencia y la mentira, por el atropello cotidiano del sentido común y el diálogo, en Nueva York, Kabul y Bogotá, en Ramala y Monrovia, aquí mismo donde escribo y usted lee. Roberto Bolaño, sin haber escrito una sola línea de "literatura política", es uno de los autores políticamente más certeros del cambio de siglo, cerca de otros como el colombiano Fernando Vallejo y el argentino Ricardo Piglia. Bolaño apostó por la representación del desastre y su novela Nocturno de Chile o sus cuentos del volumen Putas Asesinas, nos hacen sentir, cada vez que entramos en sus páginas, que el mundo se nos está viniendo abajo y que todos hemos aportado con un pequeño empujón para este derrumbe.

Roberto Bolaño sabía que su enfermedad hepática era grave, por lo menos desde mediados de los noventa, cuando comenzó a ser reconocido como un escritor notable. Trabajaba contra el tiempo y cuando terminó Los Detectives Salvajes, en 1998, en una de sus cartas me hablaba de su cansancio, después de tamaño esfuerzo. "Terminé mi novela. 720 páginas. Un verdadero infierno. Y tras la corrección, algo por lo menos he aprendido: NUNCA MÁS escribiré un libro tan extenso". Como sabemos hoy, se recuperó pronto del agotamiento y ese nunca más (en mayúsculas en la carta) pasó al olvido: la novela que dejó inconclusa al fallecer, titulada 2666, iba ya por las 1000 páginas. Creo que Roberto tenía conciencia de que su cuerpo no lo acompañaría hasta donde su mente creativa se proponía llegar, y cada día de su vida se convirtió en horas de lucha para completar su obra. Poco antes de ingresar al hospital por última vez, le entregó a su editor, Jorge Herralde, el volumen de cuentos El Gaucho Insufrible, que saldrá al mercado el próximo mes.

La figura de Roberto Bolaño ha entrado, con apenas 50 años de edad, en la región misteriosa de los escritores que mueren demasiado pronto, como Reinaldo Arenas o George Perec. Es extraño pensar que no envejecerá con nosotros, si es que llegamos a viejos. En estos días he vuelto a releer algunos poemas suyos y me detengo en las últimas líneas de uno titulado Resurrección: "La poesía entra en el sueño/ como un buzo muerto/ en el ojo de Dios".

Bibliografía

 Una novelita lumpen. Mondadori España S. A. 2002.

Esta es la historia de dos hermanos que un día quedan huérfanos tras la muerte de sus padres en un accidente automovilístico. Esta es la historia de cómo la muerte de los padres altera de forma drástica la vida de los jóvenes hermanos, especialmente la de la narradora de la historia, Bianca. Para sobrevivir, los hermanos comienzan a trabajar; ella en una peluquería, él en un gimnasio. Cada noche, mientras cenan, hacen planes de futuro, aunque éste no sea especialmente alentador. Paulatinamente ambos dejan los estudios y matan el tiempo viendo la tele. El hermano se aficiona a desarrollar su musculatura y a ver películas pornográficas, acompañado por Bianca, quien poco a poco va descubriendo el sexo, en sus sueños eróticos ya no es virgen

 Amberes. Anagrama. 2002.

Roberto Bolaño publica ahora una novela que escribió 22 años atrás y que reconoce como un juguete a la medida de sus curiosidades de entonces: Amberes. Estructurada a partir de capítulos breves que se entrecruzan, la novela acude a un uso embrionario de recursos que en el futuro expresará a plenitud: los personajes excéntricos y las situaciones raras de la vida nómada, donde brilla una prosa de enorme calidad. La anarquía feliz.

Un policía perdido entre Castelldefels y Barcelona, una pelirroja de la que todos hablan pero nadie ha visto, un vagabundo jorobado que vive en un bosque, un asesinato congelado en la memoria de unos pocos, escenas sadomasoquistas que aparecen como relámpagos... Una novela que transcurre a orillas de un mar desierto, durante un largo otoño y que es una nueva muestra del prodigioso talento narrativo de Roberto Bolaño.

 Putas asesinas. Anagrama. 2001.

Las mujeres son putas asesinas, Max, son monos ateridos de frío que contemplan el horizonte desde un árbol enfermo, son princesas que te buscan en la oscuridad, llorando, indagando las palabras que nunca podrán decir. En el equívoco vivimos y planeamos nuestros ciclos de vida', dice el personaje (¿una asesina?, ¿una puta?, ¿ambas cosas?) del cuento que da título a este libro. Una deslumbrante colección de relatos de un autor que se ha consagrado como una de las voces imprescindibles de la literatura en lengua española.

 Los perros románticos. Ed. Lumen. 2000
(Poemas, 1980-1988. Prólogo de Pere Ginferrer)

'Trabajaba en la Guerrero, a pocas calles de la casa de Julián y tenía 17 años y había perdido un hijo. El recuerdo la hacía llorar en aquel cuarto del hotel Trébol, espacioso y oscuro, con baño y bidet, el sitio ideal para vivir durante algunos años. El sitio ideal para escribir un libro de memorias apócrifas o un ramillete de poemas de terror.'

 Estrella distante. Ed. Anagrama. 1996

El narrador vio por primera vez a aquel hombre en 1971, o 1972, cuando Allende aún era presidente de Chile. Entonces se hacía llamar Ruiz-Tagle y se deslizaba con la distancia y la cautela de un gato por los talleres literarios de la universidad de Concepción. Escribía poemas también distantes y cautelosos, seducía a las mujeres, despertaba en los hombres una indefinible desconfianza. Volvió a verlo después del Golpe. Pero en esa ocasión el narrador aún ignoraba que aquel aviador, Wieder, que escribía con humor versículos de la Biblia con un avión de la Segunda Guerra Mundial, y Ruiz-Tagle, el aprendiz de poeta, eran uno y el mismo. Y así, en un ineludible recorrido por las muchas bifurcaciones de los senderos de la historia, las mitologías y las literaturas de nuestra época, nos es contada la nada ejemplar fábula de un impostor, de un hombre de muchos nombres, sin otra moral que la estética.

 Tres. Ed. El Acantilado, Barcelona, 2000.

Dos poemarios y un largo poema de distintas épocas recoge este volumen titulado “Tres”: “Prosa del otoño en Gerona”, “Los neochilenos” y “Un paseo por la literatura”. Tres recorridos por ese perfil en el que la experiencia de lo real y la imaginación se mezclan, a veces con la magia del gusto luminoso y otras con la resaca agria de algunas desilusiones. Una ciudad silenciosa y borde, el viaje tumultuoso de tres latinoamericanos por Perú y los sueños que hacen de Roberto Bolaño un espejo por el que entrar, son protagonistas de estos libros llenos de fragmentos. Fragmentos poéticos que narran como un caleidoscopio girando la memoria. Bolaño es un detective abarrotado de líneas por descubrir. DAVID MAYOR

 Nocturno de Chile. Editorial Anagrama. 2000.

Sebastián Urrutia Lacroix, sacerdote y crítico literario, miembro del Opus Dei, y poeta mediocre, revisa en una sola noche de fiebre alta los momentos más importantes de su vida, convencido de que está apunto de morir, aunque a medida que la noche avanza su fiebre va remitiendo y el delirio se atenúa con la aparición de monstruos gélidos.

Así aparecen en la novela los señores Oido y Odeim, ambiguos encomenderos; Jünger y un pintor guatemalteco que se deja morir de inanición en el París de 1943; el general Augusto Pinochet a quien Urrutia Lacroix da clases de marxismo; su amistad con Farewell, el pope de la crítica literaria nacional, que se hunde en una vejez balbuceante y perpleja; las fiestas de una mujer misteriosa en cuya casona se reúne lo más granado de la literatura chilena al tiempo que en el sótano, no visitado por ninguno de los huéspedes, se suceden acciones parangonables a una película de terror, todo esto mientras en las calles de Santiago impera el toque de queda y una normalidad aparente.

Nocturno de Chile es una imprescindible y escalofriante novela en la que el talento del autor de Los detectives salvajes brilla con todo su esplendor.

 Monsieur Pain. Anagrama. 1999.
(Publicado en 1994 como La senda de los elefantes)

A un discípulo de Mesmer le encargan que cure el hipo que sufre un sudamericano pobre abandonado en un hospital de París en la primavera de 1938. En apariencia, nada puede pasar. Sin embargo el mesmerista Pierre Pain se verá envuelto en una intriga en donde se planea un asesinato ritual de proporciones planetarias. ¿Quién es el sudamericano que agoniza en el hospital Arago? ¿Por qué unas fuerzas ocultas desean su muerte? ¿Qué se pierde y qué se gana con esa muerte?

 Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce. Ed. Anthropos. 1999

Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce recuerda las novelas policiales sin policías, en la que, como en un juego -no exento de humor- Ángel Ros oscila entre su amor por una delicuente sudamericana que lo lleva rumbo a la catástrofe; sus ídoles incondicionales: James Joyce por un lado, y Jim Morrison por otro; y sus notas para una fantástica novela negra que nunca llegó a escribir.

 Amuleto. Editorial Anagrama. 1999.

La voz arrebatada de Auxilio Lacouture narra, e indaga al tiempo que narra, un crimen atroz y lejano, un crimen que sólo se desvelará en las últimas páginas de una novela en la que, por otra parte, no escasean los crímenes cotidianos y los crímenes de la formación del gusto artístico.

 Los Detectives Salvajes. Editorial Anagrama. Barcelona, 1998.

Arturo Belano y Ulises Lima, los detectives salvajes, salen a buscar las huellas de Cesárea Tinajero, la misteriosa escritora desaparecida en México en los años inmediatemante posteriores a la Revolución, y esa búsquesa –el viaje y sus consecuencias- se prolonga durante veinte años, desde 1976 hasta 1996, el tiempo canónico de cualquier errancia, bifurcándose a través de múltiples personajes y continentes, en una novela en donde hay de todo: Amores y muertes, asesinatos y fugas turísticas, manicomios y universidades, desapariciones y apariciones.

 Llamadas telefónicas. Editorial Anagrama. 1997.

Sensini, un viejo escritor sudamericano exiliado -y aquí aparecen las sombras de Onetti y de Moyano, entre otros-, enseña a otro escritor más joven, también expatriado, la picaresca de los premios literarios de provincias...

 Literatura nazi en América. Editorial Seix Barral. Barcelona, 1996.

La literatura nazi en América es una obra de ficción, escrita a imitación de los manuales y diccionarios de literatura. Se compone de reseñas dedicadas a la vida y obra de los autores que constituyen la historia de la literatura nazi en todo el continente americano. Se trata de autores inexistentes de una literatura inexistente, pero que, a causa de la destreza del autor al recrear la jerga de este tipo de manuales y diccionarios y la excelente parodia de la historia real de la literatura iberoamericana, resultan perfectamente creíbles. Las biografías y las obras de estos autores ficticios abundan en referencias culturales, políticas e históricas reales. Los poetas y novelistas inventados, que configuran una especie de realidad virtual o de mundo paralelo al verídico, viajan de América a Europa, viven hechos reconocibles para el lector, entran en contacto con artistas, obras y movimientos que el público mínimamente culto conoce. De ahí que, a través de unas biografías y unas obras inventadas, aparezca un contexto real. La literatura nazi en América es un libro divertidísimo: algunos personajes son delirantemente perfectos como tipos; las escritoras poseen las resonancias de todas las figuras femeninas de leyenda de Latinoamérica, con sus desgarros biográficos, sus estéticas sublimes y sus melodramáticos sentires, sin dar pie, no obstante, a herir con esta deliciosa fabulación irónica suspicacias feministas. Por su originalidad, amenidad y brillante inventiva, La literatura nazi en América se singulariza en la narrativa hispánica actual.

 La pista de hielo. Editorial Planeta. 1993.

Tres versiones de un crimen van trenzándose firmemente en esta novela de imprevistas cuchilladas y de amores rotos. Las perspectivas intrigantes incluyen la de un chileno con pretensiones de escritor; que ha ejercido toda clase de oficios; un mexicano, también poeta y desarraigado, que sobrevive a base de vigilancias nocturnas; un empeñoso catalán, capaz de embaucos por la atención de una patinadora caprichosa.

Todo gira en torno a Nuria Martí, una patinadora en hielo de cierto talento, empantanada en un pueblo remoto donde carece de un lugar para entrenar. Enric, amándola en silencio, desfalcará dineros municipales para construirle la pista que necesita para practicar su deporte. Ella, además, tiene un amante, Remo, y lo que irrumpe en medio del libro es un asesinato.