miércoles, febrero 25, 2004

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Laura Restrepo gana el Alfaguara de novela

La realidad triunfa sobre la literatura

Jorge Luis Espinosa / El Independiente

La escritora colombiana Laura Restrepo obtuvo ayer el premio Alfaguara de Novela 2004 por Delirio, una historia en torno a la locura y la violencia, “pero sobre todo acerca del amor”, como lo explicó el presidente del jurado, el escritor José Saramago, quien indicó que éste es un libro que da cuenta de la extraordinaria historia de amor de un hombre enamorado hasta la médula de su mujer.

El jurado, integrado además por Josefina Aldecoa, Javier Cercas, Juan Cueto Alas, Paz Alicia Garciadiego, Juan González y Daniel Samper Pizano, indicó que se “trata de una obra completa, en la que caben la tragedia y el humor, las pasiones más bajas y los sentimientos más altruistas, la crueldad y la solidaridad. Un caleidoscopio de la sociedad moderna, centrado en la realidad compleja y exasperada de Colombia”.

Delirio narra la historia de un profesor de literatura que se dedica a repartir comida para perros, está enamorado de Agustina, y a la vuelta de unas vacaciones encuentra que ella ha enloquecido. Todo esto tiene como trasfondo la Colombia de los años 90, la violencia y las drogas.

Incluso uno de los personajes secundarios, Midas McAlister, es un intermediario del cártel de Pablo Escobar, quien se dedica a recaudar el dinero de las familias acaudaladas de la sociedad colombiana para pagar el contrabando de la droga.

Restrepo verá editada su novela en España y 18 países de América Latina. El galardón le será entregado el próximo 20 de abril. Fue una de las cinco novelas que llegaron a la final entre los 635 originales enviados. De España se recibieron 191 manuscritos, de Argentina 178, de México 73 y de Colombia 32, entre los países con mayor participación.

Hasta ahora en el balance del Alfaguara de novela el marcador va 5 contra 2, favor Latinoamérica.

Hasta la fecha sólo dos autores españoles han obtenido este galardón: Clara Sánchez (2000) y Manuel Vicent (1999). En tanto, los latinoamericanos que ya recibieron el premio son el nicaragüense Sergio Ramírez y el cubano Eliseo Alberto, (1998), el argentino Tomás Eloy Martínez (2002) y los mexicanos Elena Poniatowska (2001) y Xavier Velasco (2003).

VIOLENCIA Y DEMOCRACIA

Laura Restrepo (Bogotá, 1950), se ha dedicado tanto a la política como al periodismo y la literatura. Ha publicado Historia de un entusiasmo, La isla de la pasión, Leopardo al sol, Dulce compañía, La novia oscura y La multitud errante.

Desde Bogotá, en un enlace con periodistas de España y Latinoamérica, informa que es la directora de cultura de Bogotá, porque a veces, indicó, “la política y la realidad están primero que la literatura”.

“En este momento que tenemos en Colombia la posibilidad extraordinaria de tener como alcalde a Lucho Garzón, un hombre con verdadera vocación democrática, el deber es estar al lado suyo y posponer un poquito las tareas literarias para tratar de hacer que la opción democrática salga a flote”, indicó.

Sobre la violencia en Bogotá, refirió que ésta es una ciudad peligrosa y dura, pero al mismo tiempo de vitalidad fascinante. “En Colombia, pese a los altos niveles de violencia, hay un nivel de lucha democrática sumamente alto. La violencia, la crueldad, los asesinatos que aquí suceden sólo se explican a la luz de la necesidad de las fuerzas represivas, del paramilitarismo y del propio gobierno, por ahogar en sangre el proceso democrático. En el exterior se ve más la violencia, pero dentro estamos montados en una lucha por la democracia muy creativa y muy intensa que resiste pese a todo”.

SICARESCA COLOMBIANA

Restrepo explica que cuando la situación en la vida es tan dura y desesperada, el humor aparece como una herramienta indispensable. “Pero esto no solo lo vemos en Colombia. Eso está desde la picaresca”.
Desde que empezó toda esa “matadera tan brava”, dice, surgió un género literario o un tipo de literatura que ha dado en llamarse “la sicaresca”, donde se mezcla la violencia y el humor como una manera de combatir y aceptar esa realidad. Refirió que para escribir esta novela tuvo que investigar mucho y entrar en el mundo de los locos para tratar de descifrar “esa metáfora tan peculiar que manejan”.

“El mundo de la locura es inmensamente doloroso. No lo reivindicaría como forma de conocimiento. Es un mundo de dolor, enajenación, distancia y soledad”.

Restrepo aclaró que el realismo mágico es como una gaveta donde ha resultado fácil meter la literatura colombiana, pero en realidad ésta es muy amplia, incluida la propia narrativa de García Márquez, quien escribió una novela realista como El coronel no tiene quien le escriba.

“Pienso que la generación más nueva de autores colombianos es más hija de El coronel no tiene quien le escriba que de Cien años de soledad. La realidad los ha llevado a buscar métodos narrativos más cercanos a la primera novela de García Márquez”.