lunes, noviembre 15, 2004
Llevar las letras a la calle, principal meta de la Feria del Libro Oaxaca
VICTOR RUIZ ARRAZOLA CORRESPONSAL
Oaxaca, Oax., 14 de noviembre. El Paseo Juárez, mejor conocido como El Llano de Guadalupe, en la zona norte del centro histórico de esta capital, es desde el pasado día 5 la sede de la 25 Feria del Libro Oaxaca 2004, en la cual participan 15 libreros de la entidad, quienes hasta el 21 de este mes ofrecerán descuentos especiales. También se presentarán nuevas publicaciones, en muchas casos con la presencia de los propios autores.
Guillermo Quijas Corso López, coordinador de esta versión de la feria, sostuvo que los libreros oaxaqueños han realizado un gran esfuerzo para mantener por 25 años esta iniciativa, que tiene el objetivo principal de llevar los textos a la calle, a pesar de que las ventas no sean las esperadas.
Dentro de las actividades de la feria se desarrolló un encuentro de escritores, quienes leyeron fragmentos de su obra en el edificio del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, creado por el pintor oaxaqueño Francisco Toledo y dirigido actualmente por Fernando Gálvez.
Algunos escritores que participan en esta feria son Leonardo Da Jandra, Jorge Pech Casanova, Eduardo Antonio Parra, Claudia Guillén, Carlos Martínez Rentería, Sergio Legaspi, Said Pastrana y Guillermo Fandanelli.
En los dos primeros días del encuentro ofrecieron conferencias magistrales el historiador Enrique Florescano y el caricaturista Rius.
Por separado de la feria, el Instituto Oaxaqueño de las Culturas presentó la colección Voces de Nuestra Tierra, integrada por 12 libros de poesía, entre los que se encuentra Mr. Lowry aborda los trenes, de César Rito Salinas.
Esta obra "es un tributo a los amigos y una travesía por el sufrimiento de la humanidad; dolor que suelen padecer de la misma manera un genio de la estatura del escritor inglés Malcom Lowry o cualquier huérfano sobre esta tierra", sostuvo la noche del jueves pasado el poeta, originario de Tehuantepec, Oaxaca.
Con este poemario, explica, "Lowry se convirtió en mi hermano de dolor; su alma en pena me acompañó a recorrer los panteones del Istmo de Tehuantepec. Ebrio, crudo, de día, de tarde o de noche; al salir de la cantina o después de enamorar a una mujer, busqué al lado de Lowry las palabras para referirme a la muerte de mi madre, al panteón donde se encuentra enterrada. Lowry vivió en Oaxaca, pero nunca estuvo en el Istmo de Tehuantepec. Yo llevé su alma en pena a esta región. Es una libertad que tenemos los poetas"
La colección Voces de Nuestra Tierra está a cargo de Víctor Armando Cruz Chávez y Jorge Pech Casanova. Entre otros autores, participan en esta serie Rocío González, Natalia Toledo, Luwig Zeller, Fidel Luján y el poeta mazateco Juan Gregorio Regino.
Malcom Lowry (1909-1957), autor de Bajo el volcán -considerada obra maestra de la literatura del siglo XX- y Oscuro como la tumba donde yace mi amigo -fascinante continuación de la primera-, llega a vivir a Oaxaca a finales de 1937, luego de un fuerte terremoto que devastó la ciudad. El escritor recorre sus calles y, principalmente, sus cantinas. Su estrafalario aspecto -un tanto andrajoso, con una crecida y descuidada barba pelirroja- y sus constantes borracheras llaman la atención de la policía, que lo encarcela en varias ocasiones.
Este es el personaje que Rito Salinas elige como compañero de viaje durante la experiencia dolorosa que atravesó luego de la muerte de su madre. Y lo escogió, afirmó, por tratarse de uno sus autores fundamentales, pero también como una ofrenda a la amistad de su amigo Ulises Torrentera, "un fanático de Lowry", y a otros compañeros de generación.
Los editores resumen el contenido de los poemas de Mr. Lowry aborda los trenes con estas palabras: "La melancolía enorme de haber sobrevivido a cotidianos desastres colectivos sin poder explicarse cómo ni para qué, tensa la fibra de estos poemas-soliloquios. Los muertos inolvidables asedian al supérstite, lo obligan a celebrar la permanencia de sus peripecias en la memoria. Altar, no para los ausentes, sino para los moradores de otro ámbito, estas páginas resultan un intenso monumento a un tiempo perdido y recobrado por el lenguaje".
Coincidentemente, hace unos días concluyó la realización de la película Mezcal, del cineasta oaxaqueño Ignacio Ortiz Cruz, en locaciones de esta entidad. Esta cinta también está inspirada en la figura y obra de Lowry.