lunes, enero 03, 2005

El resurgimiento


La conversión de la Magdalena

Roberto Ponce


Renace Caravaggio. A manera de luminoso thriller, el escritor australiano Peter Robb recrea la tenebrosa y corta vida del pintor italiano más afamado de comienzos del siglo XVII en M: El enigma de Caravaggio (Editorial Océano). En entrevista, el autor apunta que la misteriosa desaparición del artista a los 39 años de edad no se debió a la malaria -como aún se piensa-, sino a una venganza de miembros de la Orden de Malta tras un crimen "nefando". A este retorno que modifica su sonada leyenda negra se añade la espléndida exposición Caravaggio. Últimos años 1606-1610, actualmente en Nápoles y que irá en febrero a la National Gallery de Londres. Es la más importante de Caravaggio en la historia y el acontecimiento europeo de la pintura en el año que comienza.

Durante casi cuatro siglos, la leyenda maldita de Caravaggio oscureció su sorprendente maestría pictórica; pero no ha sido sino hasta fechas muy recientes cuando emerge de un olvido injusto la genial estatura del artista italiano más relevante de comienzos de 1600, mostrándolo en magnitud.

Hoy, El Caravaggio ha resucitado gracias tanto a reveladores estudios biográficos (Pacelli, Langdon, Gilbert, Basanni y Bellini en la última década), como a las crecientes atribuciones de nuevas obras suyas y una exposición que asombra ahora Nápoles y será vista en Londres (ver recuadro).

Nadie presenció su muerte en 1610, ni jamás encontraron sus restos; era el pintor más afamado en toda Europa de aquella época y su influencia marcó definitivamente a un Diego Velázquez en España, o a su admirador Pedro Pablo Rubens y la escuela holandesa posterior e, incluso, su dramatismo alcanzó a muralistas mexicanos, como Siqueiros, en palabras de la crítica de arte Raquel Tibol:

"No creo que el Caravaggio haya influido en los murales de Rivera ni Orozco; en tal caso, el drama casi teatral de la pintura de Caravaggio habría que ligarlo al efecto dramático de Siqueiros. La fuerza de Orozco jamás llegó a esos contrastes de claroscuros tan acusados y rara vez utilizó aquellos elementos tan dramáticos de luz y de tenebrismo. Siqueiros pudo bien buscar ese dramatismo tan teatralizado indirectamente de Caravaggio, pues no era manierista."

Una atrayente investigación lo trae de vuelta y acaba de aparecer en México. Se trata del libro M: El enigma de Caravaggio (traducción al español de Stella Mastrangelo, 489 páginas, Editorial Océano, título original del inglés M: el hombre que se convirtió en Caravaggio), apasionante ensayo de Peter Robb (Toorak, Australia, 1946) quien habla en entrevista para Proceso acerca de este retorno a la vida de "M".

A todo este renacimiento, ¿quién era Michelangelo Amerighi da Caravaggio y por qué sólo se había destacado su leyenda negra? Por principio de cuentas, se le llamó así pues le atribuyeron el nombre de un pueblo como lugar de origen: Caravaggio se ubica al este de Milán, en la provincia de Bérgamo, Lombardía. En 1649, Giovanni Baglione redactó la biografía que se tomó por verídica durante centurias, y no sería sino a partir de 1984 cuando Howard Hibbard dio un giro a las leyendas con su Caravaggio, publicado en Nueva York.

Según Peter Robb, lo más seguro es que haya nacido en Milán, hacia 1571. Era Michelangelo Merisi, aunque sus amigos le decían Michele o Michelagnolo, y su apellido fue trastocado al menos en 15 documentos bien divulgados: Morisius, Merisio, Morisi, Morigi, Marresi, Marigi, Amerighi o Moriggia (él mismo firmaba como Marisi). De ahí que el australiano autor de M: El enigma... haya seleccionado la sola letra "M" para designar al protagonista de su historia. En nota preliminar al lector, advierte:

"La carrera de M estuvo marcada por una serie de delitos. La tradición afirma que fueron suyos. Yo leo las fuentes de otro modo y lo veo en buena medida como la víctima de intereses poderosos a los que había ofendido. Veo su muerte como un asesinato."

Sobre esta muerte súbita de Caravaggio -supuestamente ocurrida en la costa toscana de Porto Ercolo por malaria cuando pretendía regresar a Roma-, luego de andar huyendo entre Nápoles y Sicilia tras cometer un crimen "innombrable" en humillación suprema a la Orden de Malta, Robb destrenza hilos:

"Murió en 1610, probablemente el 18 de julio, en una localidad no identificada. Más que morir, M desapareció, se desvaneció, y su cuerpo nunca fue hallado. Nadie presenció su muerte. Y si hubo testigos, jamás se refirieron a este asunto."

Gloria final

Caravaggio había alcanzado tanta fama con sus formidables óleos (sólo intentó un mural), que nadie podía igualarlo y era la envidia de otros pintores en aquella época de contrarreforma católica y políticas siniestras.

Los gigantes del Risorgimento habían muerto: Leonardo, Miguel Ángel, Rafael, Veronese, Tiziano, Coreggio, Tintoretto... Roma perseguía todo lo que oliera a Lutero, reprimiendo las libertades de pensamiento y colocando bajo sospecha cualquier rebeldía pictórica que se apartara de los cánones manieristas. La hoguera ardió para Giordano Bruno, y Galileo Galilei debió retractarse.

Caravaggio despistó a los inquisidores debido a sus impactantes claroscuros que plasmaba directamente al lienzo con temas bíblicos; pero, por estar su naturaleza dotada de un temperamento explosivo a mares, Caravaggio cosechó muchos enemigos, tal vez demasiados.

Y algunos de ellos se encargarían de no dejarlo en paz desde que abandonó la ciudad de las colinas un otoño de 1606 por Nápoles, pensando en pronto volver. En realidad, pendía sobre él un cargo de asesinato cometido el domingo 28 de mayo de ese año, cuando puso fin a una de las tantas escaramuzas callejeras que disfrutaba protagonizar en Roma con la espada, clavándosela en el muslo a un tal Rannucio Tomassoni. Quienes conocían su torrente aseguraban que se trataba de una víctima mortal más en su haber.

En casi dos años las aguas no tornaron a su curso y, a comienzos de 1608, Caravaggio llegó a la lejana Malta más al sur de Sicilia, con amplia recomendación para el gran maestre Alof de Wignacourt, a quien pintó un retrato; anhelaba obtener el perdón papal para poder retornar a Roma y Wignacourt le otorgó la Cruz de Malta (Caballero de la Obediencia en la Orden de San Juan) por el cuadro Decapitación de San Juan Bautista realizado para la iglesia de esta orden que presidía Wignacourt. Las cosas iban viento en popa, mas en el verano algo inesperado ocurrió: Caravaggio cometió un delito "innombrable", "nefando", peor aun que el de Roma. De inmediato se convirtió en miembro "pútrido y fétido" de la orden y fue expulsado.

Robb propone (y ésta es uno de miles de interrogantes en su leyenda negra) que lo hallaron in fraganti con el joven paje al servicio de su protector; para octubre fue apresado y lo metieron a la inescrutable guva, un hoyo en forma de campana de tres metros de profundidad por las areniscas del Fuerte de San Angelo. Pero Caravaggio tenía tantas vidas como un gato y alguien demasiado poderoso (quizá Del Monte, uno de sus mecenas en Roma) lo liberó a escondidas y le brindó facilidades para zarpar en barco hacia Siracusa. Escribe Robb:

"El silencio oficial que siguió en Malta abrió paso a la venganza privada. Cada una de las acciones de M de ahí en adelante demuestra que lo sabía perfectamente. Ahora M era, en verdad, un hombre perseguido."

Ése fue su final: andar a salto de mata entre Nápoles y Sicilia hasta que en circunstancias muy extrañas, buscando Roma llegó a playas toscanas en el verano de 1610, donde dizque murió (o lo mataron); pero aun con la espada sobre su cabeza en cuatro años de acecho, pintó de manera febril y prolija con su vigoroso estilo.

En las 489 páginas de los 20 capítulos de M: El enigma de Caravaggio, Robb narra cronológicamente con la fuerza de un luminoso thriller biográfico la estética y los casi mágicos sucesos de la existencia de Caravaggio, en el marco histórico del tiempo que le tocó vivir. Es una investigación documental en la que figuran prostitutas y jovencitos que le sirvieron como modelos y amantes; se recrean sus insólitas maneras de trabajar sobre las telas sin dibujos o bocetos previos y, en los cinco capítulos finales, Robb analiza el montón de cuadros que el pintor en fuga desarrolló, en pos de esclarecer los motivos de su eventual desaparición. La edición de Océano enlista las obras conocidas de Caravaggio y, en cuaderno aparte, ilustrado con reproducciones a colores y en blanco y negro, se identifican rostros en los que el artista se pintó a sí mismo y a sus amados modelos.

Peter Robb ha sido el único historiador de Caravaggio que le atribuye experiencias sexuales con muchachos.

Leer la evidencia

Desde Australia, el autor Robb responde por correo electrónico al cuestionario enviado por Proceso, comenzando:

"En mi libro, yo apunto que la historia aceptada sobre la muerte del pintor por algún tipo de fiebre en playas de Porto Ercole es contradictoria y en muchos detalles carece de sentido, resulta imposible. Esto podría significar que su desaparición fue un asesinato.

"Sabemos que Caravaggio de la noche a la mañana se convirtió de ser una celebridad y un honorable caballero de Malta, a un prisionero en una celda para condenados a muerte de esa orden. Sabemos que escapó de la fortaleza donde lo encarcelaron y luego se comportó en Sicilia como un fugitivo, frecuentemente yendo de un poblado a otro y durmiendo con la espada bajo su cama; que cuando abruptamente dejó Sicilia y retornó a Nápoles fue atacado a su llegada, y que lo dieron por muerto.

"Por decir lo menos, todo esto indica una grave ofensa cometida en Malta y apunta a la persecución del pintor por enemigos tras su escape. Yo simplemente sugiero que su desaparición debió haber sido un paso más en esta serie de acontecimientos: que su enemigo lo alcanzó camino a Roma y lo eliminó fuera de la mirada de testigos. Todo lo que sabemos es que Caravaggio dejó Nápoles y que jamás consiguió llegar a Roma."

Nadie sabe quién pudo ser aquel enemigo, pero el autor señala que "casi con certeza fue un caballero de la Orden de Malta, el mismo que lo metió a la cárcel" (pero "probablemente no Wignacourt", a quien Robb adjudica la posibilidad de haber arreglado la huida de Malta).

"El historiador de arte Vicenzo Pacelli (L'ultimo Caravaggio, 1994), quien antes que nadie planteó interrogantes acerca de lo que pasó, recientemente insinuó que fue un crimen de Estado organizado desde Roma; pero esto me parece bastante erróneo. El sobrino del Papa, el cardenal Scipione Borghese, no aspiraba más que a adueñarse de las nuevas pinturas de Caravaggio para su colección. El problema comenzó en Malta y ahí está enterrada la respuesta a su muerte, no en Roma."

Robb fundamenta su información en los documentos que han salido a la luz en Italia "durante los últimos 10 o 20 años" y en los registros policiacos romanos divulgados desde el suceso ("todos accesibles al público"). Su visión es diferente, subraya:

"La cuestión es que nadie parece haber leído la evidencia. Existe un arte para interpretar documentos así como lo hay para mirar las pinturas. ¿Cómo cobran sentido estos fragmentos? Los documentos fundamentales son, por supuesto, los cuadros."

Empero, el rompecabezas de Caravaggio prevalece: ¿Dónde pernoctó en el primer día de su estancia en Nápoles aquel otoño de 1606? ¿Cómo se las ingenió para pintar tantos cuadros en un período tan corto? ¿Quién lo ayudó a huir de Malta? ¿Trabajó en otros lugares de Sicilia, además de Siracusa, Messina y Palermo? Y, por supuesto, Robb se pregunta qué sucedió después de que se embarcó de Nápoles en 1610, dirigiéndose hacia Roma y ya no fue visto por nadie nunca jamás. Agrega otros enigmas sin resolver:

"Adoraría saber algo sobre los años desconocidos antes de que llegase a Roma, cuando tenía 21 años de edad, o si estuvo realmente encarcelado entonces en Milán y si acaso fue a Venecia."

-¿Por qué eligió a Caravaggio?

-No lo sé. El proyecto nació por accidente. Yo necesitaba explicar para otro libro (en el cual trabajo ahora) quién fue él, por qué era importante, las causas del efecto tan sensacional que tuvo en vida. Cuando comencé no había informes accesibles. Mi expectativa consistía en escribir una muy breve constancia de hechos; pero me fascinaron los pormenores novedosos que iba descubriendo y sobre todo, más y más, sus pinturas. Fueron un par de años trabajando al compás del reloj, una labor exhaustiva y una experiencia maravillosa. Cuando apareció el libro en 1998 en Australia, había pasado mucho tiempo previo a yo comenzar mi texto.

Algunas prostitutas se ligaron a Caravaggio, vivieron con él y fueron sus modelos: Lena aparece en algunos de sus cuadros como la Virgen María y María Magdalena; Filis, como Judith y Catalina de Alejandría.

¿Fueron sus amantes o al pintor sólo le interesaban los chicos, como Cecco Boneri y Mario Minniti? La duda ofende a Robb:

"¿Cómo puede usted definir la sexualidad de cualquier persona? Es la cosa más escurridiza de todas. El problema actual con las preguntas acerca de la sexualidad de M es que son tanto históricas como culturales, usted no puede entender a un italiano nacido en el siglo XVI a través de las categorías muy a menudo absurdas del siglo XXI.

"Podemos decir que las modelos femeninas jóvenes que pueden identificarse en sus pinturas poseen mucho poderío físico, son interesantes y rebozan vida, así como los muchachos. Ellas comprenden presencias más complejas en los cuadros, por su sexualidad."

Leyenda negra

Mientras Robb escribía M: El enigma de Caravaggio en 1998, volvió a mirar con mayor detenimiento los cuadros que ahora le revelaron ciertos avances técnicos e ideas científicas de la época, las cuales aplicó el pintor en su oficio de tinieblas (jamás pintaba al aire libre).

Deduce que el Libro de pintura de Leonardo Da Vinci impulsó los claroscuros de Caravaggio, quien por este tratado conocido a finales del siglo XVI utilizó espejos convexos (como en Marta y Magdalena). Los ensayos ópticos de Galileo y la "cámara oscura" de Giambattista della Porta fueron definitivos para provocar en su pincel detalles hiperrealistas que ubican a M como el primer pintor moderno de la historia.

"Todos estos experimentos ópticos sucedieron en Roma cuando Caravaggio vivía en casa del cardenal Del Monte, sitio frecuentado también por Galileo y centro de estudios científicos. Creo que abandonó dichas técnicas luego de verse obligado a dejar Roma y vivir de forma más precaria en Nápoles, Malta y Sicilia."

Robb se adelantó así a lo que confirmaría después el artista británico David Hockney sobre Caravaggio cuando publicó su estudio Secret Knowledge: Rediscovering the Lost Techniques of Old Masters (Sabiduría secreta: redescubriendo las técnicas perdidas de los antiguos maestros), a propósito del empleo de recursos ópticos en la pintura europea.

-Usted tiende a equilibrar la leyenda negra de Caravaggio, quien era también músico, con una visión más amplia y humana del personaje.

-La leyenda negra es asombrosamente la más duradera. Existe un mundo de evidencias en torno a la conducta antisocial de Caravaggio; pero vivía en una época violenta, cuando los hombres arreglaban las disputas a filo de espadazos. Las fichas policiacas muestran de igual modo que no había nada demasiado fuera de lo ordinario en sus actitudes.

"Yo observo que un buen tajo de su violencia era como una defensa de su arte, de su reputación, de su política, probablemente de su religión y de su sexualidad. Fue víctima de una serie de terribles ataques físicos y legales durante toda su vida, y él tenía que defenderse a sí mismo ante muchas cosas que halló en su contra. Usted sólo contemple su obra por un momento y verá a un pintor con sensibilidad exquisita, no era nada más hábil en el fino detalle visual o táctil, sino en la presencia humana de sus modelos. Cuadros como Muerte de la Virgen y Resurrección de Lázaro muestran un sentido trágico de profundidades que él captó como nadie para el arte europeo."

-¿Sus cuadros favoritos?

-¡Qué difícil pregunta!... Pienso que las pinturas sicilianas (Entierro de Santa Lucía, La resurrección de Lázaro, la trágica Natividad), todas ejecutadas muy aprisa y tan dañadas que hasta producen miedo, siguen siendo maravillosas. Especial para mí es Siete obras de misericordia por tratarse de una pintura sorprendente de Nápoles, ciudad a la que yo considero como mi hogar."

Robb radicó 15 años al sur de Italia, tiempo que evocó para su libro Medianoche en Sicilia (Océano, 2004), que mereció el Premier's Literary Prize de 1997.

-¿Piensa haber escrito la biografía definitiva de Caravaggio?

-El mío es un libro sobre la imposibilidad de escribir una biografía, al menos la de Caravaggio. Se llama M y lo nombro a él M -su nombre verdadero era Michelangelo Merisi- como una suerte de signo en el que mora alguien idéntico, a quien nunca podemos realmente conocer.

"La biografía como se practica convencionalmente y por no hablar de la biografía 'definitiva', nunca me ha interesado; en el plano informativo nuevas cosas están descubriéndose y bastantes documentos de interés han salido a la luz pública desde que escribí."

Finalmente, el comentario de Robb acerca de la edición mexicana de M: El enigma de Caravaggio dibuja un elogio:

"México ha producido algunos pintores grandiosos durante el pasado siglo, y me parece que el pintor M habría comprendido su arte muy bien. Existe una tensión en el trabajo de M tejida entre un potente sentido de mortalidad y la sensualidad del arte humano, y una energía despellejada, que ya puedo imaginar a los mexicanos comprender y responder ante esa tensión, de forma muy fuerte. Hoy por hoy, apenas y puedo imaginar otra matriz cultural que permita a la gente ver el arte de Caravaggio mejor como no sea la de México..."

Y abunda:

"Para responder ante el arte de Caravaggio, uno necesita tanto de la sensualidad así como de un sentimiento trágico de la vida... Lo cual probablemente coloca a los mexicanos en una posición idónea para disfrutar su arte mejor que la mayoría de las demás personas."

Posted by Hello