viernes, junio 24, 2005

Festival Internacional de Poesía de Medellín espera presencia del Nobel Wole Soyinka


Clemente Padín en el Festival Internacional de Poesía de Medellín, Colombia, 2001. Posted by Hello

Fundado en el peor momento de la ciudad, en la guerra contra Pablo Escobar, esta cita de las letras se ganó su luugar en la agenda cultural del país.

En la última semana de abril de 1991, mientras en Medellín detonaban carrosbomba, resultado de la persecución al cartel de Pablo Escobar, un centenar de afiches inundó la ciudad con los epígrafes: ‘La poesía al poder’, o ‘Un día por la poesía’.

Esa lectura poética de una tarde en el cerro Nutibara es, quince años después, el Festival Internacional de Poesía de Medellín.

En el 91 los asistentes escucharon a 11 poetas locales y 2 bogotanos. Ahora se preparan para ver y escuchar 80 escritores, de 52 países, entre ellos un premio Nobel, el nigeriano Wole Soyinka.

El acto inaugural será, como siempre, en el teatro al aire libre Carlos Vieco, de ese cerro.

Por la ciudad han pasado casi 700 vates que han hablado en lenguas a los paisas, que los oyen de día o de noche, diluvie o queme el sol, en una actitud que deja boquiabiertos a los invitados.

“Cuando empezamos era un momento terrible. Teníamos tanto miedo, todos los días explotaban bombas en las calles, había muertos y heridos. Entonces decidimos fundar el Festival”, cuenta su director, Fernando Rendón.

Publicaciones de varios lu-gares del mundo lo reseñan como un acontecimiento inex-plicable, que quiebra la ima-gen de ciudad violenta. Incluso en agencias internacionales reconocen su valor.
“Es clave porque muestra que la ciudad está llena de cultura. En el 2001, luego de una época oscura de Medellín, hicimos una nota que menciona que este Festival llega a miles de personas y es tan importante como Colombiatex, Colombia-moda y Botero”, dice Andrew Selsky, director de Associated Press en Colombia.

El impacto económico no se ha medido, pero Esperanza Arango, directora económica de Fenalco, en Antioquia, cal-cula que estimula sectores como el turismo, el hotelero y el de alimentos procesados. “Tal vez no sea muy grande el impacto pero es un certamen internacional. Hace que la gente salga de sus casas y eso promueve el consumo. Aporta también a la promoción de la ciudad en el exterior”, opina.

El secretario de Cultura de Medellín, Juan Diego Mejía, piensa algo similar. “Cuando llegan tantos poetas de cierta importancia la gente empieza a pensar que la ciudad está en el mapa del mundo. Hay un cierto orgullo, porque la gente viene de tan lejos a un acto en Medellín”, dice el Secretario.

El Festival parece no haber generado gran crecimiento en la producción poética de la ciudad, aunque existen algu-nas revistas, talleres en cajas de compensación y en biblio-tecas, y algunos bares organi-zan veladas ocasionales. Pero Pedro Alejo Gómez, director de la Casa de Poesía Silva, cree que esa no es su función. “El Festival no puede ser una fábrica de poetas. No es necesario escribir poesía para tener una visión poética de la vida. Ha realizado una labor extraordinaria en la difusión de poetas que de otra manera permanecerían desconocidos. Su convocatoria gigantesca prueba su importancia indudable y es un logro indiscutible en el pas”, dice Gómez.

DIEGO GUERRERO
Redactor de EL TIEMPO
MEDELLÍN


Los fanáticos de la poesía

Alejandra Morales (foto) cumplirá 18 años mañana y los va a celebrar yendo a los recitales del festival de Poesía, que no se pierde desde hace cuatro años. A punto de ingresar a la Universidad de Antioquia guarda como un preciado recuerdo las memorias de varios festivales autografiadas por los poetas del encuentro. Ella es una de las decenas de cazadores de autógrafos del festival..

"A las inauguraciones voy una hora antes para coger buen puesto. Como el Festival es en vacaciones, voy todos los días. Pero a veces es muy difícil obtener los autógrafos porque la gente sale corriendo ahí mismo terminan para pedirlos, sobre todo cuando es un poeta que hace algo raro. Y si uno está atrás es imposible", explica la joven.

Un premio Nobel en Medellín

Tal vez el poeta más esperado en la historia del Festival es el nigeriano Wole Soyinka, premio Nóbel de literatura en 1986. El escritor, actor y director de teatro, descendiente de la etnia yoruba, estará en la inauguración de hoy a las 6:30 p.m. en el Cerro Nutibara. La expectativa es grande pues ya había aceptado una invitación en una ocasión anterior y tuvo que cancelarla por enfermedad.

Otro que es esperado entre los 80 poetas que darán recitales en teatros, calles, colegios, centros comunales, cárceles, y parques es el sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal, conocido por su obra poética y por su militancia y participación en la revolución sandinista en su país, que derrocó a Anastasio Somoza a finales de la década del 70. Además de sus recitales, tiene planeado dictar una charla en la Universidad de Antioquia.

El Festival se desarrollará des-de hoy hasta el 2 de julio e incluye presentaciones en Bogotá, Cartagena, Pasto, Barranquilla, Cali y Buenaventura.