Trece ejemplares de Harry Potter and the half-blood prince por segundo se vendieron en algunas librerías del Reino Unido durante la madrugada de ayer. Expiraba entonces el embargo sobre la sexta aventura del aprendiz de mago, que va camino de convertirse en el libro que más cifras mueve en menos espacio de tiempo. Su autora, la escocesa J. K. Rowling, leyó algunos fragmentos del capítulo 6 de la nueva novela en una fiesta mágica en el castillo de Edimburgo, mientras miles de niños hacían cola en las librerías y centros comerciales de todo el Reino Unido.
La de ayer fue una jornada especial para los menores. A lo largo del día, miles de niños hicieron cola ante las librerías para hacerse cuanto antes con un ejemplar de Harry Potter and the half-blood prince (HP y el príncipe mestizo, en su traducción aproximada), sexto volumen protagonizado por el archipopular aprendiz de mago.
El toque de queda se había levantado al sonar la última campanada de la medianoche anterior, cuando la edición en inglés se puso a la venta simultáneamente en 15 países, incluidos Thailandia, Reino Unido y Estados Unidos. Por primera vez, salió al mismo tiempo una edición en braille.
La cadena de comercios británica W H Smith confirmó ayer que, durante la madrugada, llegó a vender 13 ejemplares por segundo de la última creación de Joanna Katherine Rowling. Su rival comercial, Waterstones, abrió a las doce de la noche 140 tiendas en territorio británico y, al otro lado del Atlántico, la librería Barnes and Noble montó una fiesta de disfraces para 5.000 niños en Nueva York.
Rowling también participó en la jornada festiva. Fue la protagonista de honor de un encuentro, cara a cara, con 70 niños en el castillo de Edimburgo. En la explanada del majestuoso recinto, la escritora saludó antes a 2.000 menores y sus familiares que siguieron los extraordinarios eventos por pantallas gigantes. El interior del castillo recordaba con sus decorados especiales la gran sala de actos y comedor del colegio de Hogwarts, donde estudian brujería Harry y sus amigos íntimos Ron y Hermione.
Los 70 niños afortunados recorrieron las calles angostas de la parte vieja de Edimburgo en carruajes arrastrados por caballos negros. Y una vez en el castillo, aguardaron impacientes a su anfitriona sentados sobre cojines en el suelo. Rowling leyó parte del capítulo 6 de El príncipe mestizo, que cuenta una ingenua travesura de los gemelos Weasley, hermanos de Ron. Nerviosa en un principio, pronto recuperó la soltura en una sesión de lectura que se prolongó quince minutos.
La televisión británica trasmitió en directo este acto de mercadotecnia sin precedentes en el mundo editorial. Ningún fenómeno puede compararse con la pottermanía. La revista estadounidense Forbes calcula que la marca Harry Potter ha garantizado ingresos a su creadora en torno a los 1.000 millones de dólares. En sus estimaciones entran las ventas de los seis tomos, los ingresos por taquilla de las tres adaptaciones cinematográficas, vídeos y DVD, juegos y mercadotecnia.
De los cinco primeros libros se han vendido 265 millones de copias a nivel mundial y el sexto va camino de superar las marcas previas. Su publicación ha desatado una guerra de precios en Inglaterra, que sólo puede beneficiar a los padres de los pequeños. Una cadena de supermercados los ofrecía ayer por 4,99 libras (unos 7,25 euros), tres veces por debajo del precio recomendado. La mayoría de las grandes superficies y cadenas comerciales británicas limitaron los descuentos en torno a las ocho y nueve libras. Las librerías independientes tenían la batalla perdida.
Ganan los niños. Un estudio reciente de la Federación británica de Grupos de Libros Infantiles confirma que la saga de Harry Potter está transformando los hábitos de lectura de la generación más colgada de los videojuegos, descargas de Internet y Operación Triunfo.
El 59% de los menores consultados afirman que las novelas de los escolares de Hogwarts les han ayudado a mejorar en lectura, según los resultados de la encuesta. Además, cerca de la mitad asegura que las obras de Rowling les han animado a leer títulos de otros autores. Entre los profesores consultados, el 83% reafirma el impacto positivo que las aventuras del mago están teniendo en los escolares. De acuerdo con sus comentarios, muchos niños eligen a Harry Potter como el primer libro sin dibujos que han leído o leerán en su vida.