viernes, julio 01, 2005

Retrata a las mujeres marginadas en refugio


Posted by Picasa

Ollin Moctezuma

Una mujer arropa en su regazo una pequeña tórtola. El sentimiento de apego y el miedo a la pérdida le hacen envolver al ave en una bolsa plástica; entre el calor de unas manos protectoras el animal muere asfixiado por el amor que le profesan.

Esta y otras imágenes cotidianas en los refugios para mujeres Coruña y Villa Margarita (en Iztacalco y en Vallejo, respectivamente) fueron captadas por la lente de Dominic Simmons, quien convivió con las internas durante 18 meses, escuchando sus historias y registrando sus miradas.

Mujeres adultas con problemas mentales, madres solteras adolescentes y sus niños, sordomudos y víctimas de violencia intrafamiliar... todo un conjunto de seres abandonados integra el paisaje de los Centros de Asistencia e Integración Social, organismo del que dependen los refugios que visitó el fotógrafo británico.

Al hablar sobre sus experiencias en el trato con las internas, Simmons revela recuerdos frescos, algunos de los cuales le resultan inexplicables: "Había una joven pelirroja, que me creía su hermano. Era mexicana pero decía que había nacido en Escocia e identificaba a la perfección calles y lugares de Gran Bretaña, como un pueblo del norte muy cercano a donde yo viví. Es algo que me parece incleíble".

"En la casa hay un afecto que de pronto se expresa de una forma poco habitual, pero hay mucha cooperación: una mujer sin manos es ayudada por su amiga, o una sordomuda puede tener como intérprete a otra mujer aunque esta última no entienda el lenguaje a señas."

La soledad compartida y la pobreza es una constante en los retratos: las mujeres llevan a cuestas bolsos, prendas y bisutería que resguardan cual tesoros de la amenaza de robo de otras compañeras. Cuando alguna logra un hurto, vende el objeto o lo cambia por maquillajes, espejos o refrescos.

El fervor religioso también es muy fuerte y, como lo revela una foto, se traduce en sincretismos como el cuadro de una representación de la Virgen de Guadalupe, acompañado por un muñeco que hace las veces del Niño Dios y de hijo perdido.

"Como en todos los centros de reclusión, también hay cotos de poder: una mujer de carácter fuerte que aparentemente no padece alguna enfermedad ocupa una habitación que es cinco veces mayor a las otras, tiene televisión y radio, lo que ninguna otra posee; se dice que este personaje fue proxeneta y mantiene sus hábitos de dominio."

Simmons, quien también ha conocido asilos para varones, revela que, a diferencia de las mujeres, ellos caen en un vacío total: "ellas son muy limpias, todos los días lavan su ropa, algunas siembran un cuadrito de tierra, se cuidan entre ellas, fabrican cajitas que venden, pero ellos no hacen nada, es muy difícil retratarlos".

Dominic Simmons ha trabajado también en India, Nepal y Argentina. Las mujeres de Coruña, que reúne 34 imágenes, es su quinta exposición en la ciudad de México.

Las mujeres de Coruña se inaugura hoy a las 19 horas y permanecerá montada hasta el próximo 14 de agosto en el Museo de la Ciudad de México, Pino Suárez 30, Centro Histórico. Entrada libre.