sábado, octubre 08, 2005

Libro Libre lleva la lectura a la calle


Invitan a participar en el movimiento social que pretende difundir la lectura. La idea de un mexicano llega a todo el país y hasta a Latinoamérica

Sharenii Guzmán / El Universal



Cd. de México.- De la misma manera como en diciembre los niños sueltan globos con cartas de buenos deseos, este viernes se liberarán libros en parques, trasportes, iglesias, casetas de teléfono o en cualquier lugar público de México, Chile, Argentina y Brasil.

Esto forma parte del movimiento Libro Libre, que desde hace dos años cada mes en los días siete coloca libros en las calles con el objetivo de fomentar la lectura desde la sociedad civil. Así, personas de todas las edades y géneros dejan un texto para que sea encontrado por alguien que lo lea y a su vez haga lo mismo.

Una idea que al comienzo fue sólo dirigida a 20 individuos en el Distrito Federal, ahora cuenta con la participación de más de 20 mil en el interior de la República y algunos países latinoamericanos, incluso de Europa.

Libro Libre es una iniciativa de José Salgado, quien la puso en práctica en el 2003, después de enterarse que una Editorial en Bruselas lanzó la propuesta de dejar libros como “bombas poéticas” en la vía pública, el 11 de septiembre de ese año.

Días más tarde, la organización Letras Voladoras, liderada por el joven de 22 años, decide retomar el “atentado poético” de Bélgica y “mexicanizarlo”, o más bien “latinoamericanizarlo”.

Salgado concibió que se realizara todos días siete de cada mes, con el fin de darle continuidad y orden; además se estableció que en la primera página de los libros se escribiera una dedicatoria personal explicando los motivos del movimiento, así como que quien lo encontrara tenía que hacer la misma acción al finalizar la lectura.

El éxito que ha tenido Libro Libre no se concibe sin el Internet, ya que en octubre del 2003, Salgado mandó 20 correos electrónicos a sus contactos y, al mes siguiente, recibió la respuesta de 40 personas y luego de 80 hasta que a la fecha tiene el registro de 20 mil que le han escrito para decirle cuáles libros liberaron y en qué lugar.

Gracias a la dimensión que ha cobrado el movimiento, en Chile, Guatemala, Argentina y Brasil existen sucursales, es decir, un grupo de personas que se encargan de difundirlo cada mes en su país. También en Estados Unidos ya se extendió, principalmente en ciudades con gran concentración de latinos.

El mayor número de participantes se encuentra en México, inclusive a partir de los registros, Salgado se atreve a afirmar que en cada estado de la República han liberado por lo menos uno.

En los comunicados que circulan por los espacios cibernéticos, (es una de las pocas cadenas culturales que circulan en los e-mails) se recomienda que los volúmenes liberados sean aquellos que previamente se hayan leído, tengan un lenguaje sencillo, pero con una gran calidad editorial y sobretodo que posean un valor sentimental para aquel que lo vaya a dejar.

“Los autores que más han liberado son José Saramago, Gabriel García Márquez y Juan Rulfo, sin embargo, el número uno es el Principito, de Antoine de Saint-Exupéry y de los mexicanos contemporáneos, son José Agustín, Angeles Mastreta y Elena Poniatowska”, explica Salgado.

De las 20 mil personas que han participado, más del 80 por cierto son mujeres y de ellas muchas son abuelitas que llevan a sus nietos a depositar libros en las bancas de los parques.

Pero también se da el caso contrario, “de niños de primaria que llevan a sus abuelitos”.