lunes, junio 26, 2006

Artes Plásticas / El Guggenheim (de Bilbao) muestra obra de Beckmann

Dibujo del artista.

B ilbao, 26 de junio.- Cerca de 70 trabajos en papel del prolífico pintor alemán Max Beckmann se exponen desde hoy en el Museo Guggenheim de Bilbao, que ha querido mostrar su faceta más "íntima" en acuarelas y pasteles, los «dialectos» de un artista para el que el óleo fue siempre su lenguaje principal.

Beckmann, cuyos más de 800 cuadros expresan, según los expertos, «el sufrimiento de la existencia humana», dejó también cerca de 150 piezas entre dibujos y obra en papel, en las que el pintor se relaja, admite el humor y experimenta. «Es el Beckmann más íntimo», afirma el comisario de la muestra Siegfried Gohr.

«El mayor de todos los misterios es la realidad», solía afirmar este artista, a quien el alzamiento de los nazis en Alemania y la guerra europea provocaron una transformación estilística en la que la deformación y la incertidumbre dejaron una profunda huella.

De él se ha dicho que nunca resultó influenciado por otros pintores u otros estilos y que su obra está presidida por la necesidad de expresarse a sí mismo.

«Eso no es del todo cierto -dijo el comisario Siegfried Gohr-. Tuvo muchas influencias de Rembrandt en su juventud; y en la madurez se implicó en resolver los problemas del cubismo, lo que le acercó mucho a Pablo Picasso».

La exposición que se abrirá al público en el Museo Guggenheim desde mañana, martes, y permanecerá colgada hasta el 17 de septiembre, incluye un total de 70 acuarelas y pasteles, algunas de gran formato, que revelan aspectos esenciales de la creatividad del artista.

Nacido en Leipzig, Alemania, en 1884, Beckmann alcanzó notoriedad desde muy joven y sus obras poblaban la mayoría de los museos germanos de arte moderno hasta la llegada de Hitler al poder. A partir de ese momento, la propaganda nazi comenzó a catalogar su obra como arte «degenerado».

Max Beckmann Self-Portrait Woodcut, 1922Image: 230 mm x 153 mm

Sus obras no fueron destruidas, pero si rechazadas, y en los años 40 se trasladó a vivir a Estados Unidos, donde continuó pintando con gran intensidad hasta su muerte en 1950.

«Teníamos miedo de que el tamaño del edificio -dijo la comisaria Mayen Beckmann sobre el Museo Guggenheim- se tragara a la obra de Beckmann, pero ese miedo se ha desvanecido y supone un gran complemento».

Mayen Beckmann, nieta del artista, destacó el hecho de que en Bilbao se muestre casi la mitad de las obras en papel que realizó el artista, «lo que proporciona, por lo tanto, una visión general muy válida» de esa faceta «más intima» del pintor.

El director del Museo Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, resaltó que la exposición muestre «la faceta más desconocida» del artista, a través de sus obras «espontáneas» y no carentes de humor.

Siegfried Gohr afirmó que Beckmann «es el artista que cubre los puntos más álgidos y las depresiones más profundas del siglo XX» y agregó que la irrupción del nazismo supuso una «ruptura de sus esperanzas» pero no de su intensidad creadora, ya que «durante 50 años pintó constantemente».

Dos personas observan el cuadro "El asesinato (Murder) 1945", una de las cerca de 70 obras del pintor alemán Max Beckman expuestas en el Museo Guggenheim, de Bilbao, España (Foto: EFE)

El comisario se declaró entusiasmado con la idea de que se expongan los dibujos y acuarelas de Max Beckmann en el Museo Guggenheim de Bilbao, porque proporciona un marco incluso más sugerente que los museos de Frankfurt en los que se han exhibido algunas de sus obras. «Este edificio es un lugar en el que la obra de Max Beckmann respira libremente», aseguró.

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