Los Príncipes saludan a Paul Auster durante la entrega de premios. (Foto: Bernardo Rodríguez / EFE) O viedo, España. 20/10/2006 (EFE).- El Príncipe de Asturias alentó hoy a los jóvenes a huir de "toda posible desesperanza", animándoles a sumarse "con ilusión" a esa "gran aventura" que es "la vida en paz, plenitud y responsabilidad".
Don Felipe, acompañado de nuevo este año por la Princesa de Asturias, ausente de la ceremonia del año pasado, habló así a los jóvenes en la ceremonia de entrega de los premios que llevan su nombre, que este año, en su XXVI edición, siguen celebrando sus primeros veinticinco años de vida.
Unos Premios que en estos años, destacó, "han alentado la generosidad sobre el egoísmo, la concordia sobre la división, la convivencia sobre el fanatismo, el compromiso sobre la indiferencia".
Un mensaje que, aprovechando tan solemne ocasión y ante una audiencia tan numerosa, don Felipe ha querido hacer llegar a los jóvenes, "para que se engrandezcan con esos valores".
La trayectoria de los Premios Príncipe de Asturias durante estas más de dos décadas y media ha sido posible gracias al "marco de libertad y estabilidad" que "garantiza la Constitución" y "aúnan en la historia de su éxito las mismas virtudes que han guiado la vida de los españoles durante los últimos años: determinación y prudencia, firmes convicciones, fe y confianza en un proyecto común", destacó el Príncipe.
Don Felipe apostó por mirar "hacia delante, hacia el futuro, y creer en lo que se está haciendo. La Princesa y yo vivimos felices al pensar que transmitiremos a nuestros hijos todo ese inmenso caudal de emociones y enseñanzas, todo este emotivo patrimonio de imborrables recuerdos", proclamó el Heredero de la Corona.
Añadió: "Queremos que así crezcan en sus corazones la esperanza, el anhelo de un mundo más justo, la búsqueda incansable y comprometida de una humanidad de hombres y mujeres libres". "Queremos, en fin, que ellos, como nosotros, crean también en la luz aun antes de que despunte el alba", subrayó el Príncipe en las palabras con las que cerró su discurso que fue seguido de una prolongada ovación.
Unas palabras para cada uno de los premiados
Previamente, el Heredero de la Corona se refirió a cada uno de los galardonados en esta edición, y en primer lugar lo hizo con el Premio de Cooperación Internacional, la Fundación Bill y Melinda Gates, un "ejemplo de desprendimiento" que nos muestra la "inutilidad, irracionalidad e injusticia" de la pobreza extrema.
La princesa de Asturias en la ceremonia.Del National Geographic, galardonado con el Premio de Comunicación y Humanidades, don Felipe destacó el papel "esencial en la exploración e investigación de la Tierra, así como su aportación a la creación de esa conciencia activa que debemos tener frente a las amenazas que se ciernen sobre la naturaleza".
Para el galardonado con el Premio de las Artes, el cineasta Pedro Almodóvar, el Príncipe tuvo palabras de admiración por la "originalidad y capacidad de creación" del director manchego, que han "atravesado fronteras y cautivado a millones de espectadores" con un "inconfundible sello y estilo".
Del Premio de Investigación Científica y Técnica, el físico español Juan Ignacio Cirac, señaló el "liderazgo mundial" que ha alcanzado en el campo de la información cuántica y el "estímulo" que supone su ejemplo para los investigadores de nuestro país, a los que animó a "perseverar en su trabajo".
El Príncipe destacó también el "análisis agudo y penetrante" de la "incoherencia existencial y las limitaciones del hombre de hoy" que refleja en su obra el Premio de las Letras, el neoyorquino Paul Auster, "un nombre clave en la renovación de la literatura de nuestro tiempo". El galardonado no dudó en hablar muy claro durante su discurso de agradecimiento, diciendo que "el arte es un arte, al menos comparado con, digamos, el trabajo de un fontanero, un médico o un maquinista, pero ¿qué tiene de malo la inutilidad? ¿Acaso la falta de sentido práctico supone que los libros, los cuadros y los cuartetos de cuerda son una pura y simple pérdida de tiempo?". Aunque reconoció que "muchas personas lo creen", él sostiene que el valor del arte "reside en su misma inutilidad".
Sobre la "dama irlandesa" que "se duele por el dolor de los demás", la ex presidenta de Irlanda, Mary Robinson, el Heredero de la Corona elogió su compromiso "permanente con los valores de la cultura y con el esfuerzo tenaz para extender los derechos humanos en el mundo".
La generosidad en el trabajo y el compañerismo son, según don Felipe, los pilares del éxito del Premio de los Deportes, la Selección Nacional de Baloncesto, que hizo "vibrar al unísono a España entera" al ganar el Campeonato del Mundo el pasado mes de septiembre.
Con la concesión del Premio de la Concordia a UNICEF, este galardón adquiere, según subrayó, "su dimensión más entrañable y más plena", pues ninguno de los problemas que padece la Humanidad conmueve tanto "como aquellos que afectan a la infancia". "Una infancia abandonada, amenazada o agredida no sólo es un mal perverso y dañino en sí mismo, sino la fuente de muchos males futuros", dijo don Felipe, para quien los ocho galardonados en esta ocasión son un "testimonio vivo" de preocupación por conocer mejor al ser humano y su entorno, por buscar la sensibilidad expresiva y estética o ponerse al servicio del progreso de la ciencia.