lunes, noviembre 06, 2006

Artes Plásticas / México: Helen Escobedo y la añoranza de los trenes

La escultora trabajando (Foto: Archivo)

M éxico, DF. 6 de Noviembre 2006 (Merry McMasters / La Jornada).- La escultora Helen Escobedo se alista para mostrar sus dos "yos". Uno lo constituyen las 12 instalaciones efímeras que integran la exposición El hoy del ayer, curada por Graciela Schmilchuk, que será inaugurada el sábado 11 a las 13 horas en el Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos, ubicada en los terrenos que originalmente pertenecieron a las estaciones de los trenes Mexicano y Mexicano del Sur, en la ciudad de Puebla.

El otro "yo" se trata de la instalación ambulatoria de 30 columnas que, bajo el título de Transparencias, será exhibida a partir del día 20 en los jardines de la Casa Verde, en los altos de Contreras.

De acuerdo con Escobedo, El hoy del ayer es "una mirada hacia atrás de lo que conocí de joven, que eran los viajes en tren donde íbamos con mucha frecuencia a Oaxaca, también a Puebla o a Veracruz; a visitar a la familia a Aguascalientes; inclusive una vez nos fuimos hasta la frontera con Estados Unidos".

A fin de producir la docena de instalaciones el museo abrió sus bodegas a la artista, quien dio vuelo a la imaginación ante lo que ahí se guarda, que va desde mapas hasta escupideras y señales.

Para los fines de la exposición se reabrirá la entrada principal de la estación, algo que no sucedía en muchos años. La muestra, adelanta Escobedo, comenzará con un "gigantesco rompecabezas en el piso que se arma con jaleadores. La foto va a estar en la pared y se puede armar entre tres o cuatro personas".

Seguirá el cinito La estación, donde sobre las antiguas bancas el público podrá ver una serie de películas que involucran trenes, protagonizadas por figuras como Charlie Chaplin, Buster Keaton, Sean Connery, sin olvidar las cintas del México revolucionario.

En otra instalación, Sombras nada más, se distinguen las siluetas de objetos iluminados. Suspendido en el aire, El gorro engorroso es un gigantesco gorro de ferrocarrilero, hecho de muchos gorritos. La instalación más compleja consta de cientos de grandes y pesados clavos de riel, suspendidos en forma de locomotora desde el techo, que proyectan sus sombras en el piso, para convertirse en una máquina puntillista, de las que ya no hay.

Sigue Punto de refuga. Escobedo también trabajará en los jardines del museo: "Con la ayuda del público estamos recogiendo basura y la estamos colocando donde anteriormente había equipajes". En el vagón correo el público que sí conoció los viajes en tren podrá dejar sus recuerdos y añoranzas.

Aunque en la actualidad no se puede viajar en tren en México, Escobedo sueña con que se revierta esta situación: "No dejo de pensar que México requiere nuevamente de un sistema de ferrocarriles cuando veo las carreteras atiborradas de madrinas, una tras otra, que transportan coches, o automóviles con una sola persona". Reconoce que "trenes nuevos requerirían de otro sistema de vías".

La exposición El hoy del ayer viene a ser "el recuerdo de lo que ya no tengo, pero con la esperanza de que en un futuro no muy distante volvamos a tener trenes".


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