martes, noviembre 14, 2006

Libros / Oaxaca: Almadía sortea obstáculos en la producción editorial


M éxico, 14 de Noviembre, 2006 (Eduardo Cruz Vázquez/El Universal).- Empresario cultural por tradición familiar, Guillermo Quijas Corzo, gerente general de la Librería y Papelería Proveedora Escolar de Oaxaca (fundada por su abuelo en 1949), y desde hace un año director de la editorial Almadía, al comentar que "la actividad cultural está paralizada por completo", valora que en estos momentos "la situación de la institucionalidad cultural pública no es la adecuada ni en México ni en la entidad".

Detalla el joven editor que "obviamente hemos sufrido un retraso este año por el conflicto que atravesamos, pero estoy seguro de que en cuanto esto se solucione, retomaremos la labor de conjuntar esfuerzos en favor de la cultura. Considero que en Oaxaca, las instituciones sociales, privadas e incluso educativas, se están sumando a dicho propósito, y se están dando cuenta de que es importante invertir en las actividades culturales".

Para el también escritor, "estamos en un proceso importante, hay gran cantidad de personas a nivel nacional que están haciendo cosas significativas en los diferentes sectores culturales, actividades de verdadera envergadura. Sin embargo, pienso que todo el trabajo que desde la parte privada realicemos puede ser en vano, o tal vez no se logre el objetivo, si no va acompañada y soportada por políticas culturales que apoyen de manera integral el desarrollo cultural".

La Librería y Papelería Proveedora Escolar de Oaxaca, añade quien consolida su formación cursando la licenciatura virtual en procesos editoriales en la Universidad Abierta de Cataluña (España), fue creada con el fin de ofrecer a la sociedad oaxaqueña los útiles escolares y libros para poder realizar todo tipo de estudios, así como acercar la cultura y el conocimiento a través de la letra impresa.

"Desde pequeño laboré con mi abuelo, ayudándolo en las cuestiones al mando de la empresa, así como con las personas que trabajaban en ese entonces, de las cuales, una gran mayoría sigue desempeñándose ahí. En 2002, ya tenía planes de vivir en la ciudad de Puebla; sin embargo, me desistí por ayudar a mi abuelo, dado que se encontraba físicamente mal."

Al morir su abuelo Ventura, y tras asumir sus responsabilidades hace cuatro años, "el trabajo dejó de ser una obligación y una necesidad, y se convirtió en una de las cosas que más satisfacciones me dejan a diario. Y puedo asegurar que lo que hago es lo que quiero hacer de aquí en adelante".

Explica Guillermo Quijas Corzo que su negocio "tiene ya un largo historial vendiendo libros, principalmente de escritores oaxaqueños (textos académicos, de cuentos e historiográficos) y es por esto que pensé que el crear la editorial Almadía nos daría el soporte fiscal y todos los elementos para ya no sólo vender libros, sino también para producirlos".

Empresa integral

Para el abuelo Ventura, no resultaba suficiente su labor empresarial en favor de la lectura y la comercialización de libros, y por ello hace 27 años animó la hoy aún vigente Feria del Libro de Oaxaca, que debido al conflicto puede llegar a suspenderse, alerta Guillermo Quijas Corzo.

Desde que tomó las riendas de la misma, "tratamos de darle un nuevo impulso, pues anteriormente era sólo una compra-venta de libros. Ahora organizamos un programa cultural lleno de actividades para todo tipo de público y con importantes personalidades del mundo literario y cultural".

Cuenta que también trabajan en la organización de la Casa del Escritor en Oaxaca, proyecto impulsado por Martín Solares, Leonardo da Jandra, Francisco Toledo y el Conaculta.

En este conjunto de actividades "está mi principal interés a largo plazo: convertir a la librería en una de las mejores de México, y que tanto la feria como la editorial Almadía se consoliden como empresas culturales a nivel nacional e internacional".

Bajo la figura de una sociedad civil, Almadía tiene cinco colecciones: Mar Abierto, para narrativa contemporánea; Estuario, ensayo; Pleamar, poesía; Archipiélago, antologías, e Hipocampo, de literatura infantil, todo ello para brindar "lo mejor de la literatura oaxaqueña y conjuntarla con escritores de nivel nacional e internacional, ofreciendo así otra opción para acercarse a la lectura".

¿Cómo valora el negocio editorial de Almadía?

La labor ha sido muy complicada en estos casi dos años. Aún no es una empresa autosustentable, mas está en el camino. El principal problema que enfrentamos, como muchas editoriales, es la distribución. Pero poco a poco hemos establecido una red en diferentes estados.

¿Qué medidas que deberían alentarse para empresas como la suya?

Lo que se requiere para alentar el trabajo cultural independiente es justo eso, mucho trabajo por parte de quienes nos dedicamos a esto y, sobre todo, que venga soportado, como mencioné, por políticas culturales.

Éstas pueden ser el dar más apoyos a festivales culturales, aprobar normas como la Ley del Libro, rescatar la literatura indígena, programas de becas para creadores y campañas de fomento a la lectura que funcionen. Esto puede sonar disperso, pero creo que lo principal es conjuntar las grandes necesidades a nivel cultural que tiene nuestro país, en cada uno de los estados, ver las cosas como un conjunto y crear un proyecto integral real, tomando en cuenta a todos los sectores que forman parte de esta industria.

¿Cómo define a sus consumidores?

Nos hemos dado cuenta, con todas la presentaciones realizadas, así como con la feria del libro y las actividades del interior del estado, que nuestros lectores son muy diversos. Se puede ver desde la cantidad de colecciones que manejamos, que si bien ahora no abarcan muchos libros, sí comprenden un sector importante.

También la misma experiencia nos ha enseñado que, conforme se hagan más actividades culturales atractivas, formaremos consumidores potenciales de cultura. Esto no sólo se ha visto por la cantidad de gente que asiste a los encuentros, sino por la cantidad de libros que vendemos.

Almadía da empleo directo a 15 personas e indirecto a unas 10. Nuestros tirajes oscilan entre los mil 100 y los 3 mil ejemplares. La página web ha sido de gran apoyo, y precisamente está en un proceso de reestructuración para poder brindar un servicio completo tanto a nuestros lectores como a nuestros distribuidores.

El tener la librería nos ha abierto un campo muy importante y nos ha dado la oportunidad de establecer una red para sacar adelante a la editorial, por lo que las relaciones con nuestros distribuidores han sido exitosas y, poco a poco, se consolidarán.

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