miércoles, noviembre 22, 2006

Obituario / Fallece Robert Altman, el último rebelde de Hollywood


El cineasta estadounidense (Foto: Archivo)

N ueva York, 22 de Noviembre 2006 (BÁRBARA CELIS / El País).- Tras haber sido candidato al Oscar como mejor director cinco veces, el pasado invierno recibía por fin el reconocimiento de la Academia de Hollywood con un Oscar honorífico. Durante un emotivo discurso, Altman confesó, entre otras cosas, que 11 años antes había recibido un trasplante de corazón donado por una mujer en la treintena. "Si hacemos los cálculos en función de su edad, creo que me han dado este premio demasiado pronto. Aún me deben quedar unos cuarenta años de vida", dijo con su cinismo característico. Pero la confesión también tuvo un momento enternecedor: Altman había mantenido en secreto la operación por miedo a que si descubría su delicado estado de salud nadie volviera a financiarle una película.

Su vida arrancó en Kansas City (Misuri) el 20 de febrero de 1925. Se mudó a Los Ángeles al finalizar la II Guerra Mundial, tras servir como piloto. Quería conquistar Hollywood pero aún no sabía cómo. Probó como actor, como letrista y como guionista y consiguió venderle su primer guión, Bodyguard, a los estudios RKO en 1948. Eso le animó a mudarse a Nueva York y tratar de trabajar en ese sector, pero no le fue demasiado bien y optó por regresar a Los Ángeles y probar suerte con una empresa de tatuajes para animales, con la que se arruinó.

En 1950 volvió a Kansas City para tratar de aprenderlo todo del negocio del cine utilizando como trampolín la empresa Calvin Company. Altman trabajó en todos sus departamentos -cámara, luces, guión- hasta que finalmente comenzó a dirigir. Filmó más de 60 comerciales pero, obsesionado por poder expresar su creatividad de otra forma, trató de abandonar la empresa varias veces. En 1955 recibió el encargo de un empresario local de escribir una película sobre violencia juvenil que se convertiría en su pasaporte de salida hacia Hollywood. La tituló Los delincuentes, su primer largometraje, escrito en apenas una semana y filmado en dos con sólo 63.000 dólares. No tuvo éxito comercial pero alguien lo suficientemente importante vio un talento oculto en la película: Alfred Hitchcock.

El consagrado cineasta contrató al novel Altman para que dirigiera capítulos de su serie televisiva Alfred Hitchcock presenta..., lo que le abrió las puertas de otras series como Bonanza o Combat! Eran los primeros años de la década de los sesenta y ya entonces comenzó a sembrar su fama de polémico al dirigir un episodio de Bus Stop en el que el asesino escapaba de la ley, un final inaceptable para el Congreso de Estados Unidos, que llegó incluso a plantear un debate sobre el tema, provocando la cancelación de la serie.

En 1970, Robert Altman aceptó el reto que le daría a conocer entre el gran público: dirigir la película M.A.S.H., cuyo guión había sido rechazado por una quincena de conocidos cineastas y por la que recibió su primera candidatura al Oscar como director. Después llegó Nashville, una ácida visión del mundo del country; Secret honor, sobre el presidente Nixon; Prêt-à-porter, una inteligente mofa del mundo de la moda, o El juego de Hollywood, sobre Hollywood y sus tiranías y obsesiones. Grandes repartos llenos de estrellas a las que Altman siempre ayudó a brillar, se convirtieron en su sello de marca, así como sus enfervorizados diálogos. Su última película, A prairie home companion, se estrenó hace apenas seis meses. Con su muerte, Hollywood ha perdido una de sus plumas incisivas.Un hombre lo suficientemente importante vio un talento oculto: Alfred Hitchcock

El gran irreverente

L a muerte de Robert Altman pone fin a la carrera de un realizador con una de las filmografías más brillantes y transgresoras de la historia del cine. El realizador de M.A.S.H, Vidas cruzadas o Gostford Park era uno de los grandes del cine americano independiente de los años 70, la generación que cambió Hollywood. Cinco veces candidato al Oscar al mejor director, la más reciente en 2001 con Gosford Park, ganó finalmente una estatuilla honorífica en la edición de este año. “He sido muy afortunado en mi carrera. Nunca he dirigido una película que no escogiera. Mi amor por la cinematografía me ha introducido en el mundo y en la condición humana”, dijo al recoger el galardón. “He sido muy afortunado en mi carrera. Nunca he dirigido una película que no escogiera. Mi amor por la cinematografía me ha introducido en el mundo y en la condición humana”, dijo al recoger el galardón.

El realizador, originario de la ciudad de Kansas, era un artista prolífico que, en 55 años de carrera, logró realizar un retrato personal de la vida de su país. Altman experimentó con todos los géneros y ha dejado algunas de las mejores crónicas satíricas de Estados Unidos, como Nashville, de 1975, o Un matrimonio, de 1978. Conocido por su franqueza, en el año 2000 se pronunció en contra de George W. Bush, de quien dijo que su reelección sería "una terrible noticia para la sociedad norteamericana".

Cinco candidaturas al Oscar



El veterano realizador dirigió 86 películas, escribió el guión de 37 y produjo 39 largometrajes. Fue nominado como mejor director o mejor película en cinco ocasiones por sus filmes M.A.S.H, Nashville, El juego de Hollywood, Vidas cruzadas y Gosford Park, pero no logró ninguno en estas categorías. En 1970 obtuvo la Palma de Oro del Festival de Cannes por M.A.S.H., su estupenda y divertida parodia de la guerra de Corea con la que también consiguió un gran éxito popular. Incluso, fue adaptada a la televisión, donde tuvo una larga vida, interpretada y producida por Alan Alda.


En sus más de 45 años en la profesión, Altman ha dejado numerosas pruebas de su talento. Además de las que se han citado ya, no se pueden olvidar títulos como Prêt-à-porter (1994) o Todo lo que usted siempre quiso saber de la moda y nunca se lo habían contado, con la estupenda secuencia de Sofía Loren y Mastroianni. También hay que citar Kansas City (1996), un hermoso tributo a su infancia en la ciudad en la que nació, y que acompañó con un gran documental de una jam-session con los músicos que intervinieron en el largometraje.

Tenía cinco hijos de tres matrimonios. Su última cinta, A prairie home companion, es una suave y nostálgica evocación de la América profunda.



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