Traje folklórico coreano. Imagen de un cuadro al óleo en el que se ve a una mujer ataviada con un traje típico coreano pintado al estilo hiperrealista. (Fotografía de A.O. Goriainoff)M adrid 19 de Febrero 2007. (EFE).- Cierra la feria de arte moderno de Madrid, ARCO, y lo hace con optimismo. El país invitado era Corea del Sur: 14 galerías, más de 300 piezas y el cartel de Todo vendido. Las ventas en general han aumentado un 15%, y aunque la cifra de asistentes ha sido similar a la de ediciones anteriores (unos 190.000), ha crecido un 20% la de visitantes profesionales.
La 27ª edición tendrá como país invitado a Brasil, que aportará una docena de galerías en representación de un centenar de artistas, bajo la dirección de los comisarios Moacir Dos Anjos y Paulo Sergio. La feria se trasladará a un nuevo emplazamiento, los pabellones 12 y 14 de Ifema, recién construidos y “arquitectónicamente espléndidos”, según su directora, Lourdes Fernández, que este año se estrenaba al frente del evento.
Fernández echa el cierre satisfecha de haber cumplido los tres objetivos que se había marcado: atender de una forma más personalizada a los coleccionistas, reservando más tiempo exclusivo a los visitantes profesionales (dos días y medio en lugar de uno y medio); elevar la calidad de las galerías (medio centenar se estrenaban este año); y mejorar su presentación en la feria. De cara al año que viene, y con “el listón muy alto”, su prioridad será de nuevo “la calidad y el impulso del coleccionismo corporativo y español”.
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