viernes, agosto 24, 2007

Artes Plásticas / México: Nueva exposición de Vicente Rojo en el Colegio Nacional

.
El artsita plástico mexicano. (Foto: Yazmín Ortega Cortés)

M éxico, 24 de agosto, 2007. (Merry MacMasters / La Jornada).- Vicente Rojo participará en el simposio transdisciplinario Pensar la vida con una exposición de 25 esculturas en bronce titulada Volcanes construidos, que será inaugurada este sábado a las 12 horas en el Colegio Nacional –del cual es miembro–, ubicado en Donceles 104, Centro Histórico.

Para Rojo, el volcán se asocia con la vida y la muerte, porque es representativo de la belleza y del horror: «Un volcán es hermosísimo cuando hace erupción, pero puede causar una tragedia. Ese juego entre vida y muerte me gustó, y pensé que podía acompañar el conjunto de conferencias» del simposio.

Sin embargo, el artista no se basó en volcanes reales para integrar la muestra: los inventó. De ahí el título de la exposición. Le gusta suponer que quien vea sus esculturas pueda percibir que «están hechas con las manos, con elementos de uso común, como el cartón, la madera, el corcho y el mecate que, al combinarlos, dejan ver que hay una construcción detrás de las obras»

«Además, son de un tamaño que corresponde a un trabajo hecho con las manos» (varían de 30 a 70 centímetros).

Los volcanes de Vicente Rojo tienen su lado lúdico: «Hay mucha relación con temas de la infancia, por lo menos de mi infancia. Los materiales son los que pueden usar los niños para hacer sus propias tareas. Eso es lo que me gustaría que se viera en estas piezas».

¿Cuál es la relación con su infancia?

Las esculturas están construidas a la manera de un juego, de esos que se arman con piezas muy sencillas, a partir de formas geométricas básicas. Pero son formas también con que los niños pueden hacer sus tareas.

¿Qué ha significado el trabajo con las manos a lo largo de su vida?

Como dibujaba muy mal, desde niño me defendía cortando papeles, pegándolos y coloreándolos. Las tijeras han estado siempre en el origen de mi trabajo.

Dos décadas de trabajo

Rojo trabajó alrededor de 20 años en la miniserie Volcanes construidos. «A finales de 1987 o 1988 empecé a hacer algunos dibujos relacionados, y poco después se integraron a la serie llamada Escenarios. A partir de allí fue creciendo el acervo de pintura, escultura y obra gráfica, cada género con su personalidad propia, como debe ser».

Aunque el artista ha anunciado en estas páginas que Escenarios llegó a su fin, señala que sobre Volcanes construidos aún le quedan varios proyectos, entre ellos dos libros para niños y una exposición pictórica en Barcelona (abril de 2008), que «seguramente cerrará la serie».

La presente exposición reúne por primera vez dos series escultóricas de Volcanes construidos. Una contiene 15 obras y la otra 10. La primera exhibición se realizó en el Museo Anahuacalli y luego viajó al Jardín Borda, en Cuernavaca.

¿Qué significado tiene el volcán?

Más que un personaje, es una forma que ha sido para mí siempre muy atractiva, que se desprende, obviamente, de las formas geométricas con las que he trabajado, según yo, con mucha libertad, porque a eso aspiro. Y, con una intención: aunque sé que es imposible, me hago la ilusión de enriquecer estas formas, que de por sí son riquísimas.

«Los volcanes son un desarrollo de ese sistema de trabajo mío. En una época trabajé sobre pirámides. Siempre he pensado que en México las pirámides y los volcanes van unidos»

«Es una idea que, por lo menos visualmente, la tengo muy precisa. Partí primero de una pirámide y luego de un cono, es decir, que hay una base muy lejana, quizá, pero para mí muy presente, que es la geometría», señala.

Desde hace tiempo Vicente Rojo trabaja en un serie nueva. Se titula Escrituras, y se mostrará por primera vez en una exposición en la Galería López Quiroga. La fecha no se ha definido, pero se sabe que será a finales de octubre.

REGRESAR A LA REVISTA