miércoles, octubre 10, 2007

Artes Plásticas / España: La exposición «Durero y Cranach. Arte y humanismo en la Alemania del Renacimiento»

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Autorretrato (1498), de Alberto Durero. (Foto: Uly Martín)

M adrid, 9 de octubre, 2007. (Ángeles García / El País).- Alberto Durero (1471-1528) y Lucas Cranach (1472-1553) son los dos grandes artistas del arte alemán del Renacimiento. Contemplar su obra es la mejor forma de entender los significativos cambios vividos en Alemania desde finales del siglo XV hasta mediados del XVI. La Fundación Thyssen y la Fundación Caja Madrid (www.museothyssen.org y www.fundacioncajamadrid.es) abren hoy al público su gran exposición de otoño, Durero y Cranach. Arte y humanismo en la Alemania del Renacimiento.

Son 234 obras (pinturas, dibujos, estampas, orfebrería, diseños, armaduras) procedentes en su mayor parte de instituciones públicas y colecciones particulares de 15 países. La exposición ha sido comisariada por el ex director del Museo del Prado Fernando Checa y por Mar Barovia, jefa del área de pintura antigua del Museo Thyssen, que celebra el decimoquinto aniversario de su apertura.

El gran atractivo de la muestra reside en contemplar juntas 16 pinturas de Durero y 26 de Cranach. Pero, sobre todo, en poder asistir por primera vez a una muestra en la que se analiza el Renacimiento alemán de manera global, tanto en sus manifestaciones artísticas como en los cambios políticos y religiosos ocurridos en torno a la Reforma de Lutero y al nacimiento de los grandes imperios transnacionales.

La forma de ver y reflejar todos estos acontecimientos sirve de pretexto para mostrar las diferentes formas de afrontar el momento por Durero y Cranach. Mientras que el primero es el gran teórico del Renacimiento alemán, el Leonardo del norte de Europa, partidario de mostrar la realidad de una manera medida y controlada, el segundo, Cranach, opta por representaciones dramáticas y recargadas.

La exposición está dividida en dos partes. En la Fundación Thyssen está la parte dedicada a los artistas y su mundo. Aquí se recogen obras en las que se muestran las preocupaciones más personales de los artistas. Se reúnen obras que hablan del entorno de los propios artistas, de su imagen sobre la religión (impresionante la sala dedicada a las Madonnas), sus ambiciones estéticas o el uso de nuevos recursos técnicos, como la imprenta. Para las salas de la Fundación Caja Madrid, los comisarios han optado por un discurso narrativo vinculado a la religión, a la política y a la guerra.

Guillermo Solana, conservador jefe de la Fundación Thyssen, aclaró en la presentación a la prensa que ésta no es una exposición más sobre Durero. «Durero es un asunto habitual y cotidiano y no hay año que en España no se organice una exposición sobre él, pero hay dureros y dureros». Lo corriente, aseguró, es que sean muestras sobre obra gráfica y constituidas por un préstamo global de una sola institución. «Un empeño así no tiene ni la entidad ni la dificultad de una exposición como ésta», dijo Solana en clara alusión a la exposición que el Museo del Prado dedicó hace un año a Durero en torno a obras procedentes de la Albertina de Viena. Fernando Checa destacó el carácter global de la exposición y aseguró que los visitantes tienen aquí una oportunidad única de entender el Renacimiento alemán en todas sus vertientes artísticas.

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