jueves, octubre 11, 2007

Música / México: Toots Thielemans en la Sala Nezahualcóyotl

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Trato de tocar la melodía con armonías modernas, dice el armonicista nacido en Bélgica. (Foto: Archivo)

M éxico, 11 de octubre, 2007. (Xavier Quirarte/ Milenio).- Además de mantener su contagioso sentido del humor, a los 85 años el armonicista Toots Thielemans sigue dando pasos gigantescos. Con una agenda de trabajo que envidiaría cualquier músico joven, no pasa un día sin ensayar, como la mañana en la que lo interrumpimos para celebrar una entrevista telefónica en su departamento de Nueva York.

Todos los días incluye en sus prácticas «Giant Steps», de John Coltrane, el que considera un gran tema. «Esa pieza me lleva luego a otras canciones, como los temas de Chico Buarque e Ivan Lins. Conocí a Coltrane cuando él tocaba con Miles Davis. Me vio entre el público —yo creo que ya me había escuchado— y en el intermedio me dijo: "Oye, le voy a preguntar a Miles si puedes tocar una pieza con la banda"».

¿Qué sucedió?, se pregunta uno mientras Toots hace un silencio para darle timing a la conversación. «Pero no ocurrió nada —ríe con fuerza—. Tal vez se había hecho tarde y ya no tenían tiempo. Pero le dije a Coltrane lo mucho que había aprendido de él y que me interesaba su forma de tocar. Una semana sí toqué con Miles, cuando estaba con la banda Charlie Parker All Stars en 1953. Era como un sueño: tenía 30 años y estaba tratando de aprender el lenguaje del bebop».

Digno heredero de la música negra con la que se formó, en Estados Unidos, también fue testigo del racismo, sobre todo cuando trabajaba con George Shearing. Por un momento pierde su tono jovial: «Eran tres músicos negros, un músico blanco inglés y yo de Bélgica. Nos llevábamos bien, pero en esos días, cuando viajábamos a ciudades como Kansas City, incluso en Baltimore y Washington, los músicos negros no podían dormir en el mismo hotel que los blancos. Sí, tratábamos de hacer mofa de eso, pero no era gracioso».

Con más de medio siglo en la meca del jazz, afirma que la suya «ha sido una vida larga y de mucho trabajo». Toots introdujo la armónica a la realeza del jazz y la hizo sonar al lado de músicos como Charlie Parker, Peggy Lee, Ella Fitzgerald, Bill Evans y muchos más. Guitarrista excepcional, tuvo que dejar de tocar por un infarto, además de que ya no puede realizar su singular silbido, ese que lleva la melodía en su canción más popular, «Bluesette».

Aunque su fortaleza ha mermado, de su armónica aún podemos escuchar la hermosura de un tono decantado por el gusto de la melodía. «Yo trato de tocar la melodía con armonías modernas, con escalas y un lenguaje moderno. ¡En mi iPod escucho a Oliver Messiaen —ríe— y a Steve Coleman, me bombardeo con esas armonías!».

Thielemans se presentará el viernes, 20:30 horas, Sala Nezahualcóyotl, CU

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