viernes, noviembre 16, 2007

Noticias / Tabasco: Hermetismo sobre daños al patrimonio artístico y cultural

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Libros, mámparas de teatro, telones y papelería, son algunas de las pérdidas no cuantificables aún. (Foto: Juan de Jesús López)

V illahermosa, 16 de noviembre, 2007. (Juan de Jesús López/ Milenio).- Como ya se esperaba, los acervos bibliográficos de consulta en las bibliotecas fueron los que llevaron la peor parte en la pasada inundación que arrasó con gran parte de Villahermosa. No se cuenta con cifras oficiales y el hermetismo sobre muchos recintos como la Galería del Fondo Tabasco y la Sala de Arte Antonio Ocampo Ramírez se mantiene.

El espectáculo más terrible en ese tema lo ofrecía el tiradero de libros de la Biblioteca Pública del Estado José María Pinosuárez, donde colecciones completas llenas de hongos, esponjados y pestilentes se acumulaban cerca del estacionamiento.

Cerca de ahí, desde principios de esta semana –y todavía ayer–, se podían observar cómo se vaciaban carretillas repletas de libros que provenían de la Biblioteca del Centro de Estudios de las Bellas Artes (CEIBA), en una de las calles cerradas de la zona cultural CICOM.

De este edificio desde donde se planea y dispone acerca de la dirección artística estatal para Villahermosa, salían también mamparas de teatro, telones, libros, papelería, entre otros artículos del CEIBA que fueron dañados por la inundación.

Eran los propios profesores del CEIBA los que tenían que acarrear y tratar de rescatar lo rescatable de todas las cosas echadas a perder.

Pero no son los únicos recintos donde se perdieron libros. También está el Centro de Documentación del IV Comité Regional de la CONALMEX para la UNESCO que perdió algunos cuantos, si bien, fue la biblioteca que casi no sufrió ningún daño.

Del único lugar del que todavía no se sabe nada es de la Librería de la Secretaría de Educación, pues a casi dos semanas de la crisis acuática, sus puertas siguen cerradas.

Al pasar por los pasillos del conjunto CICOM, la pestilencia de los libros podridos y el vaho de la humedad son casi insoportables.

A simple vista se puede constatar que apenas se levantaron algunos libros a una altura de treinta o cuarenta centímetros, pero el agua alcanzó casi el metro.

A simple vista, en un recorrido por la librería de la SET ubicada en la zona cultural CICOM, se puede constatar que no hubo tiempo suficiente para sacar del lugar todos los libros y muchos de ellos aún aguardan en los estantes y exhibidores.

Desde el pasillo, se puede constatar a través de los gruesos cristales que muchos de los libros de la librería de la SET permanecen encapsulados en la humedad en los exhibidores de madera que dan hacia el pasillo.

No se sabe cuántos títulos y volúmenes maneja la librería, sin embargo, es una de las más importantes que hay en la ciudad en cuanto a distribución de libros de arte, cultura en general y especializados en educación.

En la conjunto de oficinas donde está la Librería de la SEP, El IV Comité y la Galería Fondo Tabasco, casi todas las oficinas ya calearon y limpiaron, menos en la Librería de la SEP y la Galería Fondo Tabasco.

En la Galería del Fondo sólo entraron para sacar los grabados del pintor Fontanelly Vázquez que permanecieron colgados durante la inundación, pero el lugar sigue igual de sucio y abandonado.

Aún se desconocen lo daños con precisión y se mantiene total hermetismo en los círculos cercanos a la encargada del Instituto Estatal de Cultura, pero ya transcendió que fueron muchas las pinturas que «se fueron al agua».

El anuncio oficial de los daños en materia cultural aún no se hace pues, de hecho, las fuerzas vivas, pujantes y pensantes del Instituto están enfocadas en los trabajos del albergue y centro de acopio en Tabasco 2000.

En cuanto a la Biblioteca José María Pinosuárez unos días antes de que el río Grijalva avasallara Villahermosa, el director de la Red Estatal de Bibliotecas señaló que se habían tomado todas las precauciones, sin embargo, al parecer no se conocía la magnitud o se le minimizó.

Cómo sea, la encargada del Instituto Estatal de Cultural, Norma Cárdenas, ofreció una cifra tentativa de 15 mil libros perdidos, pero al ver la cara del director de la Red Estatal de Bibliotecas la impresión que se tienen es que fueron mucho, mucho más.

El panorama no es nada halagador, frente a la zona cultural CICOM se estableció el tiradero de basura de la ciudad: una montaña de basura que alcanza cerca de cuatro metros de altura y se extiende a un costado del Parque La Pólvora, donde cientos de volteos vacían la basura que sale de las colonias inundadas, y ahí mismo, son depositadas en otros volteos que la sacan de la ciudad.

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