viernes, enero 04, 2008

Obituario / Julien Gracq

.
Era considerado el último heredero del surrealismo. (Foto: Archivo)

P arís, lunes 24 de diciembre de 2007. (EFE).- El escritor Julien Gracq, uno de los más importantes de la literatura contemporánea francesa, falleció el sábado por la noche a los 97 años en Angers, en el oeste de Francia.

El autor, quien era conocido por sus singulares metáforas, su lenguaje filoso y la densa atmósfera de sus obras, había sido hospitalizado a principios de esta semana tras sufrir un desmayo, según fuentes cercanas al laureado autor.

Su antiguo mentor y amigo, André Breton, lo consideraba «el último heredero del surrealismo», aunque el romanticismo alemán también constituyó otra de sus principales influencias.

Julien Gracq, seudónimo de Louis Poirier, nació el 27 de julio de 1910 en Saint-Florent-le-Vieil. Estudió en la escuela de élite ENS y trabajó hasta 1970 como profesor de historia y geografía.

Alcanzó verdadero renombre como escritor en 1950, con el ensayo La littérature a l’estomac (La literatura en el estómago), en el que criticaba la orientación consumista de la literatura francesa y los excesos de los galardones literarios.

Congruente con esta idea, en 1951 rechazó el prestigioso Premio Goncourt, que le fue concedido por El mar de las Sirtes, así como su nombramiento en la Academia Francesa, al calificar esta distinción como un «abuso de poder», actitudes que le valieron la admiración y el respeto de la crítica literaria parisina.

La editorial Gallimard honró al autor en los años 90 con una edición completa de su obra en la lujosa colección Pléiade, privilegio que pocos autores llegaron a disfrutar en vida.

Dejó un legado de 19 obras, inspiradas en el romanticismo alemán, así como en los géneros fantástico y surrealista.

El presidente francés, Nicolás Sarkozy, rindió homenaje a la carrera del escritor, quien «lejos de las modas y de los círculos mundanos, construyó un pensamiento original y una obra poderosa. Fue un hombre que cultivó al más alto nivel los valores de la distinción y la discreción», indicó a través de un comunicado Sarkozy.

También la ministra de Cultura, Christine Albanel, se refirió a «uno de los mayores escritores de siglo XX», cuyos libros «han dibujado para siempre en nosotros una geografía precisa y móvil, familiar y extraña».

«Se ha pasado una página. Gracq era seguramente el único autor clásico moderno en vida en Francia», declaró por su parte el escritor y periodista francés Pierre Assouline, a la emisora France Info.

La obra del escritor nunca fue editada en versión de bolsillo y contó con tiradas limitadas, lo que no le impidió adquirir un inmenso prestigio entre el público más culto.

Gracq pasó los últimos días de su vida solo y retirado en su localidad natal, junto a Nantes.

Más información en
http://es.wikipedia.org/wiki/Julien_Gracq

REGRESAR A LA REVISTA