Carboncillo y realce blanco con lápiz graso sobre papel azul 177x295mm. (Foto: Archivo)C iudad Juárez, Chihuahua, 1 de febrero, 2008. (RanchoNEWS).- El Círculo de Bellas Artes en Madrid acoge la primera exposición de dibujos del poeta fuera de Alemania, es una breve muestra de más de 50 años de trabajo artístico en el dibujo, la nota es El País.com:
Poeta, pensador, científico y, aunque muchos no lo sepan, también fue dibujante. A pesar de que pintaba de forma constante y prolífica, Johann Wolfgang von Goethe (Francfort 1749- Weimar 1832) nunca quiso ni pretendió que sus dibujos salieran de la esfera de lo privado, a diferencia de otras facetas de su trabajo creativo que le dieron una notoriedad pública sin parangón. Con todo, ese trabajo artístico adquiere una poderosa significación dado el importante número de obras de Goethe que se han conservado, su calidad y su valor. El Círculo de Bellas Artes de Madrid expone ahora una selección de sus dibujos que, según los responsables de la muestra, son imprescindibles para comprender el rendimiento artístico e intelectual de su obra. Y es la primera vez que salen de Alemania.
Johann Wolfgang von Goethe. Paisajes consta de 75 dibujos centrados exclusivamente en el paisaje y organizados en siete secciones que dan cuenta de episodios característicos de su trayectoria durante más de 50 años de trabajo artístico en el dibujo, desde su etapa de estudiante de Derecho hasta sus últimos días. Pero es desde 1765 cuando Goethe dibuja incansablemente la naturaleza, con la intención de documentar la contemplación de paisajes y de servirse de ellos como medio de recreación imaginativa. El paisaje ocupa un lugar particularmente destacado entre los motivos que Goethe trata en sus dibujos, y es un asunto que no se puede separar de su curiosidad intelectual y artística.
El director del Círculo de Bellas Artes, Juan Barja, aseguró ayer en la presentación de la muestra que se trata de una «retrospectiva excepcional» en la que se muestra «una personalidad que desborda la especialización». Goethe demostró con sus obras que era «un gran poeta, un hombre de teatro, un gran científico y un hombre de política, entre otras muchas cosas», aseveró Barja.
Un figura que, para Barja, tiene una especial signifcación pues representa una «clara reivindicación del artista radicalmente moderno» que se mueve en todos los ámbitos. El coordinador de las colecciones gráficas y conservador del museo del Clasicismo Weimar, Hermann Mildenberger, resaltó el interés del artista por la «observación de la atmósfera y los fenómenos meteorológicos».
Javier Arnaldo, comisario de esta exposición, que cuenta con el patrocinio del Rey Juan Carlos y del presidente federal de Alemania, Horst Köhler, señaló que de las más de 2.500 piezas de Goethe que se conservan en Alemania, dos terceras partes pertenecen al género paisajístico «lo que refleja su posición de observador literario, científico y filosófico de la naturaleza». Tras su exhibición en Madrid y como continuidad a su iniciativa, la Klassik Stiftung Weimar acogerá la exposición en octubre de 2008 y traducirá al alemán el catálogo de la muestra, que recoge todas las obras expuestas y artículos de destacados especialistas en la materia como son Javier Arnaldo, Federico Vercellone, Werner Hofmann o Petra Maisak.
Las secciones de la muestra son:
1765-1786, Sentimiento y naturaleza: La primera sección recoge dibujos realizados entre 1765 y 1785, en los que retrata a Hessen y Sajonia, el entorno vital más próximo al autor. Los organizadores de la muestra apuntan que las fórmulas abreviadas y la atención eminente por las cualidades atmosféricas priman en los dibujos de Goethe ya en esas dos primeras décadas, a cuyo rendimiento corresponden asimismo otros logros, para los cuales se reservan dos secciones especiales, que siguen a ésta.
Nocturnos: Componen esta sección visiones nocturnas de la naturaleza de la década de 1770, que son la máxima expresión del lenguaje introspectivo, escueto y sobrio de los dibujos de Goethe.
El todo visible: Reúne dibujos de entre 1775 y 1777 cuyo tema común es el paisaje de montaña. Un viaje a Suiza de 1775 y las estancias en Turingia y en los Fichtelgebirge son el objeto central de este conjunto de dibujos. Son vistas de la alta montaña, así como de las imponentes formaciones rocosas y las vistas de extensiones inconmensurables.
1786-1788. Viaje a Italia: El patrimonio natural y artístico de Italia, como «escuela de ver», estimuló notablemente el ejercicio del dibujo en Goethe. A este periodo pertenecen algunas de sus obras más notables. Del paisaje histórico a los paisajes volcánicos del sur de Italia y de Sicilia.
1789-1820. Conocimiento y visión: Abundan en el componente más característico de la visión goetheana de la naturaleza, esto es, en el valor de la observación visual como medio privilegiado de conocimiento.
Nubes: Dibujos de nubes de finales de la década de 1810, cuando Goethe desarrolla un interés extraordinario en la meteorología en general y en particular en la modificación de las nubes.
El paisaje como poema: Esta sección aborda el significado de la imagen como correlato visual del texto poético. También acoge un pequeño grupo de dibujos de los años 1810 y 1811, que estuvieron entre los que el propio Goethe seleccionó en 1821 para realizar una edición de grabados acompañados de poemas.
Círculo de Bellas Artes. Calle Alcalá 42, Madrid. La exposición, abierta ayer, podrá visitarse hasta 6 de abril. De martes a sábados, de 11 a 14 horas y de 17 a 21 horas; Sábados, domingos y festivos de 11 a 14 horas. Lunes cerrado.
REGRESAR A LA REVISTA