martes, marzo 11, 2008

Noticias / México: La UNAM celebra centenario de Ángel de Campo

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Una mirada reveladora sobre México. (Foto: IIB-Unam)

C iudad Juárez, Chihuahua, 11 de marzo, 2008. (RanchoNEWS).- Se prepara la edición de sus obras completas, donde recogió todas las voces de la ciudad de su tiempo, dice sobre él Miguel Ángel Castro. Permitió entender el tránsito entre la literatura nacionalista y la modernista, una nota de Xavier Quirarte para Milenio:

Ángel de Campo (1868-1908) es como un personaje de dos caras, asegura el investigador Miguel Ángel Castro. «Por un lado tenía la cara del flâneur, es decir el hombre que le gustaba deambular por la calle, pero al mismo tiempo era un hombre muy aburguesado. Podía mirar hacia el exterior, hacia la calle, y al interior de los habitantes de México, un escritor con un oído muy fino, capaz de recoger todas las voces de la ciudad de su tiempo».

En los seudónimos emblemáticos de Campo, Micrós y Tick-Tack, también se da esta ambivalencia, explica el investigador del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB). «Mientras que a través de Micrós se fija en el drama de los habitantes de la ciudad, por medio de Tick-Tack se burla de ellos y los toma por el lado de la ironía y cumplir con uno de los fines de su columna La semana alegre, que era entretener a sus lectores».

Los textos firmados como Micrós, publicados en Revista Azul, El Liceo Mexicano y El Nacional, están más orientados hacia el drama, explica el universitario. «Ahí están personajes como el perro El Pinto, Romana, El Chato Barrios y otros seres. En contraste, los textos que publicó en La Semana Alegre de El Imparcial como Tick-Tack son muy distintos».

En ocasión del centenario de la muerte del escritor que cultivó la poesía, el cuento, la novela, la crónica y hasta un estudio sobre la hacienda pública, hoy a las 9:30 horas inicia un coloquio en la Biblioteca Nacional de la UNAM, participarán investigadores como Antonio Saborit, Héctor de Mauleón, Juan Felipe Leal, Florence Toussaint, José Ortiz Monasterio, María Guadalupe García Barragán, Alberto Vital y el propio Castro.

En sus crónicas De Campo creó personajes entrañables. El investigador destaca a Remedios Vena, protagonista de La Rumba, novela que publicó por entregas. «Es un personaje que al mismo tiempo está dentro y fuera de la ciudad y que, si bien aspira a la modernidad, también esa modernidad le puede significar caer en el pecado. Podemos verla como una anticipación de Santa, mujer emblemática del siglo XIX».

Si bien la mujer fue una figura importante en sus trabajos, el escritor no escapa a la ideología de su tiempo. Por ejemplo, apunta el investigador, «en otra novela que estamos tratando de rescatar, Los claveles dobles, una mujer del pueblo se sube a las torres del pueblo y se lanza al vacío. De Campo escribe la novela en un tono irónico para censurar a la suicida».

La de Ángel de Campo es una mirada novedosa y reveladora sobre el México de fines del siglo XIX, porque completa las de Manuel Gutiérrez Nájera, José Juan Tablada, Guillermo Prieto y Manuel Payno, sostiene Castro. «Es un autor que merece estudiarse para entender mejor cómo se dio ese tránsito entre la literatura nacionalista y la modernista de fin de siglo».

Toda la obra de Ángel de Campo apareció en revistas y periódicos, y si en vida publicó tres libros –Ocios y apuntes, Cosas vistas y Cartones–, fueron colecciones de textos antes editados en revistas y diarios. Por ello, bajo la dirección de Castro, se editarán sus obras completas. «Esperamos tener el primer tomo a finales del próximo año».

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