domingo, abril 20, 2008

Fotografía / México: Exposición «Vik Muniz: reflex, de lo ordinario a lo extraordinario», en el Centro Histórico

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Narciso a partir de Caravaggio, de la serie Imágenes de basura, 2005, se incluye en la exposición que se abrirá el martes 15 en el recinto de Justo Sierra 16, Centro Histórico. (Foto: Cortesía de Sikkema Jenkins & Co., NYC)

C iudad Juárez, Chihuahua, 10 de abril, 2008. (RanchoNEWS).-Durante su estancia en México, el creador brasileño trabajará con un grupo de niños. Utiliza materiales diversos como jarabe de chocolate, tierra y azúcar, entre otros.Una nota de Merry MacMasters para La Jornada:

Clasificado como fotógrafo, el polifacético artista Vik Muniz (Sao Paulo, 1961) en realidad es un «gran dibujante, un gran escultor y un lector de la historia del arte, porque nos permite revisar los cánones establecidos», expresó Ery Camara, coordinador de exposiciones del Antiguo Colegio de San Ildefonso, al dar a conocer la muestra con la que el recinto de Justo Sierra 16 participa en la versión 24 del Festival de México en el Centro Histórico.

Para el museógrafo, Muniz «nos recuerda que la obra de arte no es más que una relación, porque cada vez que alguien está frente a una pieza la completa, ejercicio en que recupera su libertad». Es decir, es un «juego en el que tanto el jugador como el juguete hacen una unidad».

En su particular juego creativo, Muniz hace una Mona Lisa con mermelada o crema de cacahuate, una diva del cine con diamantes –antes del cráneo de Damien Hirst–, o recrea una imagen con soldaditos de plástico, que después fotografía.

Vik Muniz: Reflex, de lo ordinario a lo extraordinario, exhibición itinerante organizada por el Museo de Arte de Miami, integrada por 173 fotografías divididas en 25 series y tres piezas individuales, creadas desde finales de los años 80, Lo mejor de la revista Life, hasta los trabajos recientes, Montones (2005), será inaugurada el martes 15, a las 20 horas.

El artista, explicó Camara, inició su carrera como escultor en su tierra natal, pero después de las vicisitudes en la escuela y de sufrir un accidente, se fue a Chicago con una tía. Allí, siendo todavía niño, «trabajó de todo y conoció las dificultades de vivir en Estados Unidos». Siempre interesado en el arte, vio que no era la escultura lo que buscaba.

«Al hacer los objetos –continúa Camara– y ver una cierta crudeza en su rendimiento, empezó a utilizar la fotografía para sacar el mejor ángulo de sus esculturas. A la vez en esa intervención minuciosa trabaja la fotografía con iluminaciones que permiten ciertas mutaciones al objeto. Así es cuando la fotografía viene a ser un original comparado con el objeto, proceso que le permite cuestionar todos los problemas de representación, percepción e interpretación».

Muniz llegó a Estados Unidos en compañía de una edición especial de Life, con las mejores fotografías de la revista, que le servía de libro de cabecera para recordar ciertos acontecimientos sociales, inclusive asuntos bélicos o injusticias, apuntó el museógrafo.

Perder la revista fue un tremendo golpe, entonces Vik empezó a dibujar sus fotos de memoria, a veces con la ayuda de los comentarios de sus amigos.

Al terminar su serie, en vez de presentarla tal cual, la fotografió primero. Cuando «el público no le reclamó la precisión que hubiera tenido una reproducción inmediata, se da cuenta que cada quien se queda con lo esencial de sus recuerdos al estar ante una imagen y, por tanto, la interpretará de una manera distinta que su autor u otra persona».

Vik Muniz estará en México el domingo 13, primero para participar en un taller infantil, y luego a las 16 horas ofrecerá una charla en el Antiguo Colegio de San Ildefonso.


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