Los murales iraníes, dice Palangi, son, como los mexicanos, iconos a favor de la justicia. (Foto: Paola García)C iudad Juárez, Chihuahua, 26 de mayo, 2008. (RanchoNEWS).- Nasser Palangi, uno de los artistas iraníes más destacados de la actualidad, visita México por primera vez para hablar de la influencia que la obra de los muralistas mexicanos ha tenido en el arte creado después de la guerra entre Irán e Irak. Una nota de Laura Cortés para MILENIO:
Justicia, igualdad y libertad, ideales que guiaron a artistas como Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros, proyectados magistralmente en sus creaciones plásticas, son retomados medio siglo después por los artistas iraníes.
La sed de justicia y la lucha de los oprimidos por su emancipación, plasmada en la obra de los grandes muralistas de México, ha servido de inspiración para muchos artistas de diferentes partes del mundo, así lo considera el artista visual Nasser Palangi (Hamedan, Irán, 1957), quien visita México por primera vez para hablar de cómo la obra de Rivera, Orozco y Siqueiros ha tenido una influencia directa en el arte mural iraní que surgió en Irán durante la guerra con Irak (1980 -1982).
El «talento visual único en la historia del arte universal» de aquellos creadores mexicanos es, ahora, una fuente iconográfica y simbólica para la obra mural iraní, que retoma el legado plástico de los muralistas, reinterpretándolo para su propia cultura y contexto histórico.
«Fue un gran tesoro que llegara a nuestras manos, precisamente antes de que iniciara la revolución en Irán, un libro con fotografías de los muralistas mexicanos», dice en entrevista con MILENIO, Palangi, quien realizó el primer mural donde se plasmaban los horrores de ese conflicto armado y artista precursor del movimiento contemporáneo muralista en ese país.
«Sin duda —explica el artista que desde hace algunos años reside en Australia— así como los murales mexicanos, los plasmados por los artistas iraníes son iconos de devoción a favor de la justicia, la igualdad y la libertad».
Arte durante la guerra
Con sólo 24 años y siendo un estudiante universitario de Artes Visuales, Palangi viajó como voluntario a las ciudades en guerra con la idea de «luchar por Irán». En medio de los bombardeos, aprendió «el significado de la vida y del amor». Palangi no tiene dudas, «estar cara a cara con la guerra» provoca que el talento crezca. «Decidí hacer algo con lo que estaba viviendo, con la historia, la gente, la ciudad. Me dije: soy testigo de la historia y tengo que hacer algo con lo que veo. Empecé a dibujar y a tomar fotografías de todo lo que pasaba».
Fue después que surgió la idea de hacer un mural. Así, a pesar de bombas y misiles, Palangi creó, en un espacio de 46 metros, el considerado «primer mural de la guerra», con impactantes imágenes de la vida en la ciudad durante los dos años más álgidos del conflicto.
Sus creaciones inspiraron a otros artistas a pintar murales en diferentes ciudades de Irán, logrando plasmar las memorias de la guerra: «una gran mayoría son retratos de los soldados que murieron por la defensa de Irán, así como de las víctimas y de sus familias».
Después de la guerra y en el transcurso de tres décadas, el movimiento muralista en Irán ha seguido diferentes pasos, comenta, «algunas obras son sólo visiones artísticas que tienen un fin decorativo, para hacer que la ciudad sea vea más bonita. Otros son completamente propaganda».
La obra de Palangi forma parte de los acervos del British Museum, del Zaba Museum y del Museo de Arte Contemporáneo en Teherán.
Palangi advierte muchas similitudes entre la cultura mexicana y la iraní: «ambas son muy antiguas, muy profundas y muy ricas», aunque reconoce que el movimiento muralista en Irán consta de «un sentido espiritual, basado en el Islam». Para el creador, el trabajo de los artistas iraníes es sagrado.
«En la pintura mexicana los símbolos se enfocan en causas revolucionarias. En el caso de la obra iraní lo hacen en los mártires y en su dolor pero, también, en la esperanza de un futuro lleno de luz», asegura.
Técnica persa
Nasser Palangi fue invitado a México junto con la artista visual iraní Farideh Zariv por el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM. Además de ofrecer la conferencia Las influencias de Rivera y Siqueiros en la pintura posrevolucionaria iraní, ambos creadores imparten el taller Pintura en miniatura, técnica persa tradicional, primero en la Ciudad de México y luego en Oaxaca.
Farideh explica que en la obra plástica mexicana se advierten con mucha frecuencia los mismos colores que usaron los antiguos artistas persas, como el azul y el verde, «colores importantes en nuestra cultura, que los persas usaron para demostrar la espiritualidad».
La pintora dice que aunque los alumnos del taller no tengan conocimiento del arte persa, espontáneamente emplean colores parecidos.
«Le pregunté a uno de los estudiantes: ¿es usted persa? Porque sus miniaturas demuestran esa conexión espiritual».
REGRESAR A LA REVISTA