miércoles, julio 23, 2008

Arte Público / México: Inauguran mural de Leopoldo Flores en la SCJN

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El artista durante el evento. (Foto: José Carlos González)

C iudad Juárez, Chihuahua, 16 de julio, 2008. (RanchoNEWS).- Ocupa casi 300 metros cuadrados y forma parte del proyecto La justicia en México. Caos e indiferencia envuelven la actual situación del país, manifiesta el pintor. Una nota de Carlos Paul para La Jornada:

«Lo que ocurre hoy día en nuestro país es un caos, es un asunto muy complicado que no sólo atañe a la procuración de justicia. Implica a todos, pues estamos envueltos en una situación de indiferencia, ante un problema general que afecta a todo el mundo», dijo.

«Se viven diversas situaciones económicas mundiales que nos han llevado al extremo, a los problemas que actualmente tiene México», comentó el maestro y pintor Leopoldo Flores, de 74 años, luego de la inauguración de su mural La justicia: supremo poder».

Pintado en el cubo nororiente de las escaleras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el mural de casi 300 metros cuadrados, en tres niveles, es una de las cuatro obras que forman parte del proyecto La justicia en México, auspiciado por el máximo tribunal.

Para el maestro Flores (discípulo de Siqueiros), «México no tendría porqué estar con todos estos problemas, que nos han provocado otros países». Entre los obstáculos para una mejor procuración de justicia, dijo, «está la política centralista, lo que implica que no se le haga justicia a quien realmente merece que se le haga justicia, es decir, a la clase trabajadora, a los campesinos, quienes son la base de absolutamente todo el desarrollo de los países».

Para el también creador de una de las obras más emblemáticas de la ciudad de Toluca, el Cosmovitral, del Jardín Botánico, «son los intereses de otros países los que nos involucran en sus problemas, como es el caso, por ejemplo, de la violencia que se ve en México. Esta violencia, añade, es consecuencia de ciertas situaciones y movimientos que se generan en otros países y que viene a repercutir en el nuestro».

La historia no se divide

Cada movimiento social, desde la conquista, la Independencia, la Reforma y la Revolución mexicana, destacó el artista nacido en Tenancingo, estado de México, han sido movimientos por la justicia.

Por ello, explicó, «en el mural retomo los elementos representativos de esos hechos, como una justicia permanente».

En el acto de inauguración del mural La justicia: supremo poder, estuvieron presentes Sergio Vela, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (en representación de Josefina Vázquez Mota, titular de la Secretaría de Educación Pública), quien tras una breve reseña del muralismo en México y su vigencia, destacó la trayectoria del pintor mexiquense.

Luego de la intervención del ministro Sergio Salvador Aguirre Anguiano, el presidente de la SCJN, Guillermo Ortiz Mayagoitia, apuntó que el mural «invita a quienes caminen por la sede del alto tribunal, a reflexionar sobre la justicia como un resultado de nuestras decisiones históricas. Como un asunto que se construye con las generaciones, con tiempo y, sobre todo, con convicciones».

El mural es un continuo plasmado en tres niveles, pues para el maestro Flores, «la historia no se divide, es un continuo».

En el primer nivel se presentan algunas de las escenas fundamentales de la historia de México. Se aprecia cómo «emergen de la oscuridad hombres atrapados, que son liberados de los lazos que los atan. Aparece parte del grupo de los conspiradores de Querétaro, con Josefa Ortiz de Domínguez e Ignacio Pérez, quien lleva a Miguel Hidalgo el aviso de que han sido descubiertos». Como imagen representativa, de la lucha de Independencia, Hidalgo y Morelos decretan la abolición de la esclavitud.

En otro aspecto, Benito Juárez observa el fusilamiento de Maximiliano, Miramón y Mejía.

«Los hombres que conforman el grupo de fusilamiento portan lanzas en vez de fusiles; las lanzas son la urdimbre que conforma la composición mural y representa la limpieza de la justicia.»

En el segundo nivel se representa uno de los hechos más importantes de la justicia en México: la Revolución. «Aparecen, a galope, 16 caballos, los mismos de la conquista, la Independencia y la Revolución. De entre la manada sobresale un caballo rojo montado por Emiliano Zapata, también en rojo».

En el tercer nivel, la composición pictórica integra «figuras de hombres y mujeres, cubiertos, principalmente la cabeza, con velos blancos, apoyando la elevación de la justicia».

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