martes, julio 15, 2008

Noticias / México: Ingresa Rascón Banda a la Academia Mexicana de la Lengua

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Aspecto de la ceremonia. (Foto: Agencias)

C iudad Juárez, Chihuahua. Jueves 26 de junio de 2008. (RanchoNEWS).- Yaneth Aguilar Sosa, de El Universal de la Ciudad de México, reporta la ceremonia de ingresó del dramaturgo chihuahuense a la máxima institución de nuestro idioma en México:

El dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda logró algo casi imposible: trasladar la Academia Mexicana de la Lengua al Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque.

Al ingresar como miembro de número a esa institución, quiso rendir un homenaje al arte teatral, a la comunidad que ha hecho y hace el teatro en México y al director Julio Castillo, quien montó su obra Arma blanca.

El autor de infinidad de obras de teatro entre las que destacan La Malinche, Contrabando y La mujer que cayó del cielo, habló en su discurso de ingreso de la censura que ha sufrido el teatro, de la historia del teatro en México y de los creadores que lo han hecho posible.

Recordó a autores, directores y actores; recordó a amigos y a maestros y agradeció a los centenares de admiradores y fieles seguidores que le brindaron varios minutos de aplausos que él agradeció de pie, poniendo la mano derecha en el corazón y levantando los pulgares en señal de triunfo, aunque tenía que respirar de su tanque de oxígeno.

El maestro de la palabra, recordó que tuvieron que pasar casi 50 años para cumplir un sueño que tuvo desde niño, convertirse en académico, en uno de esos señores que su maestra Soco de tercer año le dijo que eran los encargados de cuidar las palabras; cuando en sexto año le preguntaron qué sería de grande, él dijo «quiero ser académico», a pesar del silencio y luego las carcajadas que desató.

Víctor Hugo Rascón Banda –desde ahora miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua, donde ocupa la silla XXVIII– reconoció que la censura, aunque velada, existe en México, pero hoy en día los medios de comunicación facilitan la defensa de la libre expresión al denunciar los hechos.

«De todas formas, la censura habita en los más oscuros rincones de los sótanos de los gobiernos municipales, estatales y federal, a través de la Secretaría de Gobernación».

Señaló que de vez en cuando la censura saca una de sus mil cabezas y hay que cortársela y también reiteró que al teatro siempre se le ha negado que sea también literatura.

«En el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes se han tenido que debatir para que el teatro sea considerado literatura no sólo espectáculo».

Antes de que José Moreno de Alba, presidente de la Academia, le impusiera la insignia y le entregara su diploma por «sus conocimientos lingüísticos y méritos literarios» y de que el gobierno del estado de Chihuahua, su tierra natal, le otorgara el nombramiento de Ciudadano Distinguido, Rascón Banda señaló que el teatro es un acto de fe en el valor de una palabra sensata en un mundo demente.

«El teatro tiene enemigos visibles, la ausencia de educación artística y la audiencia que impide describirle sus armas, la pobreza que invade al mundo y la aleja de sus butacas y la indiferencia y el desprecio de los gobiernos que deben promoverlo», que es un acto de fe en los seres humanos y transmite el dolor que está en el aire, pero también deslumbrar un rayo de esperanza en el caos y pesadilla cotidiana.

«Vivan los oficiantes del rito teatral, viva el teatro».

Carlos Montemayor, fue el encargado de responder el discurso de ingreso de Rascón Banda, dijo que el dramaturgo es un custodio de esa llama encendida que es el teatro. «Su teatro ha iluminado no sólo esas montañas, sino también los ríos subterráneos de los seres humanos... »

«Admirado y entrañable amigo, por tu literatura, por tu dramaturgia en cuanto a gran literatura, por tu sabia apasionada e inteligente contribución artística a la dignidad del teatro en México, que te ha formado y que has engrandecido, llegas a esta academia, que ahora por el arte teatral ocupa este escenario».

«Llegas para iluminarla con la luz de la llama del teatro que se ha mantenido encendida en los últimos 20 siglos, deseo que tu denuedo y fortaleza de libertad te permita mantener esa luz entre nosotros por muchos años».

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