miércoles, octubre 08, 2008

Festival Internacional Chihuahua / «La mujer que cayó del cielo» de Víctor Hugo Rascón Banda, reseña

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Luisa Huertas como Rita en el Teatro Rascón Banda. (Foto: Jaime Moreno Valenzuela / RanchoNEWS)

C iudad Juárez, Chihuahua. Jueves 25 de septiembre de 2008. (Rubén Moreno Valenzuela / RanchoNEWS).- El montaje de la obra «La mujer que cayó del cielo» del dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda, en el IV Festival Internacional Chihuahua, cumplió también como un emotivo homenaje.

La obra dirigida por Barclay Goldsmith y con la sobresaliente actuación de Luisa Huertas en el papel de Rita fue escenificada en el Centro Cultural Paso del Norte, en el teatro homónimo del escritor chihuahuense recientemente fallecido. Primero, antes de la escenificación fue develada una placa en su honor en la entrada del edificio y después, una vez concluida la puesta, Luisa Huertas y el resto del elenco leyeron las palabras que pronunciara el mismo autor durante la ceremonia en la que oficialmente fue designado este recinto con su nombre. Documentamos ambos momentos en el audio que se anexa a esta nota.


En «La mujer que cayó del cielo» pareciera que el tema escogió al dramaturgo y no a la inversa. Sólo un autor con las características de Rascón Banda pudo haber sido capaz de escribir la historia –basada en un hecho real– de Rita Quintero López Patiño, una mujer rarámuri que por un fenómeno de incomunicación (ese temor al otro tan propio de la sociedad estadounidense) vivió recluida en un manicomio de la ciudad de Kansas durante años, donde fue destruida física y mentalmente, por las drogas suministradas, para posteriormente ser liberada y terminar enajenada en un hospital psiquiátrico de la ciudad de Chihuahua. La obra está escrita en rarámuri, español e inglés; y tiene la virtud de retratar el mundo indígena de Rita de una manera muy auténtica, con respeto y por ende con conocimiento.

La representación es conducida (salvada, me atrevería a decir) por la contundencia con la que Luisa Huertas interpreta su personaje, lo hace de tal forma que a mi juicio ha establecido con su trabajo actoral un molde de Rita, que nos parece será difícil de superar. En cuanto al resto del montaje, los demás actores realizaron un trabajo satisfactorio, pero lamentablemente la labor de iluminación fue pésima, un desperdicio considerando el foro, así como el empleo de los demás recursos escenográficos, que demeritaron en la presentación. Creo que Goldsmith fue parco con su imaginación teatral.

«Los sueños son la vida del alma... Algunos sueños son pláticas con Dios», me quedo con el personaje de Rita y la memorable interpretación de Luisa Huertas.