domingo, octubre 05, 2008

Textos / Graciela Kartofel: Grabadores Brasileños Contemporáneos

.
Impreso de Claudio Caropreso. (Foto: Cortesía Museo de Arte de Ciudad Juárez)

C iudad Juárez, Chihuahua. 12 de septiembre. (RanchoNEWS).- El presente texto corresponde a la exposición con el mismo título que se ha montado en el Museo de Arte de Ciudad Juárez, dentro de las actividades de la IV Feria Internacional Chihuahua:

La colección de 31 Grabadores Brasileños brinda una amplia y profunda visión del arte actual de ese país. A través de esta consistente muestra el espectador puede apreciar la gran diversidad de estéticas y técnicas –tradicional, experimental, mixta–, y que las dimensiones y formas manifiestan amplia variedad.

Los grabadores brasileños tienen una interesante tradición aún a la espera de investigación y reconocimiento histórico. En el siglo XX, algunos de los mejores grabadores brasileños crearon un importante procentaje de las estampillas (sellos postales); es un aspecto poco común en el resto de Latino América. Por ende, se puede abrir el presente texto diciendo que en Brasil ha habido un desarrollo constante del mundo de la estampa en sus diversas técnicas, predominantemente usando placa de metal y litografía, tanto en sus manifestaciones tradicionales como en las innovadoras, siendo éstas últimas las que predominan en la exposición que aquí se introduce.

La Galeria Gravura Brasileira/Galería de Grabados Brasileros, fue fundada hace 10 años por Alberto Fuks y Eduardo Besen. Creada para dedicarse exclusivamente a este medio, ha podido lograr sus objetivos organizando intercambios y exhibiciones, tanto institucionales como comerciales. Es un lugar de referencia para investigadores y estudiosos. La Galería ha servido también como centro para curadores que trabajan con artistas bien establecidos o emergentes. Es el lugar adecuado para interactuar con colegas, encontrar libros de artista, presentaciones de publicaciones y todo el material relacionado con la producción de grabados en Latinoamerica. A través de los años, la Galeria Gravura Brasileira ha formado una enorme colección de más de 3 mil grabados.

La presente muestra está concebida para ser itinerante y adaptarse a los espacios donde se instala, siempre como una sólida y variada manifestación artística. La itinerancia de esta exhibición comenzó en 2007, en Estados Unidos, en la Galeria de la Universidad Pratt, y en el espacio de la Galeria Goloborotko, ambos en Brooklyn, Nueva York. Luego se presentó en Hillyer Art Space, en Washington DC. Su itinerancia por México se inicia en mayo 2008, en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, para continar en la Fundación Sebastián, en el Distrito Federal. Durante los meses de septiembre y octubre, permanecerá en el Museo de Arte de Ciudad Juárez.

Ana Elisa Dias Baptista trata el mundo de insectos reales y alterados, de animales y sus fragmentos –alas, esqueletos y ultra-alas–, en polípticos sobre la muerte. Andrea Tavares trabaja mundos de azul ensueño con figuras humanas ubicadas sobre dibujos que recuerdan azulejos. Armando Sobral crea imágenes orgánicas postmodernas a través de un excelente desarrollo de la técnica de punta seca. Arnaldo Battaglini traza imágenes de escaleras en un dibujo libre resuelto en punta seca, en un papel muy alto y angosto. Augusto Sampaio extiende la riqueza de la xilografía a través de ritmos geométricos en lineas horizontales sobre una placa de madera vertical. Claudio Coropreso eligió la madera como superficie adecuada para sus grabados de contenido social, representando imágenes de la historia del arte –el urinario de Duchamp y la Caja Brillo de Andy Warhol–, el uso de tipografia (incluyendo la palabra «reciclaje» y la dirección), y materiales de la cultura alimenticia de Estados Unidos. Claudio Mubarac trabaja frecuentemente en una interrelación entre fotograbado y aguafuerte, integrando placas diferentes, unas con pura línea, sombra y volúmen de formas orgánicas, otras con elementos geométricos. La abstracción está presente en los grafismos pictóricos de intensos colores que Dio Viana plantea en punta seca, en su díptico con movimientos de gestuales opuestos. La imagen contrastada de Elisa Bracher resuelta en intaglio, evoca la idea de un papel extendido y plegado. Ernesto Bonato elige adecuadamente la técnica xilográfica, la textura dibujada de la piel y las manos crean un tenso contraste con el grano de la madera visible. Evandro Carlos Jardim, un maestro brasileño en el campo de la impresión, siempre traliza composiciones delicadas a la par que fuertes. Sus temas van de la naturaleza a lo urbano, y de objetos al concepto político del ser humano. Fabrizo Lopez integra elementos tipograficos fuertes con dibujo, color y paisaje. Trabajando xilografía y tipografia, recuerda la epoca en la que se imprimia las letras con bloques de madera, a la par que la obra presenta la forma módulo y rompecabezas. Fernando Vilela organiza planchas inclinadas de madera colocadas unas contra otras en un espacio indeterminado. Con ellas como tema y por medio de la técnica xilográfica, el artista recuerda que el material –madera– es parte de la enorme contribución de ese monumental pulmón: la selva Amazónica. El uso de madera es aceptable si se reforesta para mantener el equilibrio vital. El trabajo expresionista de Francisco Maringelli se resuelve adecuadamente con la xilografía que es adecuada y sensible a ese fin. El trabajo de Giorgia Volpe tiene un enfoque estético personal. Crea una imagen –de a momentos se presenta como dos figuras superpuestas– obtenida de recortes de páginas de revistas recicladas.

Trabajando con fotograbado y grabado en metal, Helena Freddi esconde y descubre diferentes fragmentos de figuras en un plano oscuro. El grabado en metal de Jacqueline Adonis, es un trabajo fino y elegante de paisajismo clásico en esgrafiados grisáceos. La pequeña instalación en seis cubos de madera realizados por Laerte Ramos llevan serigrafía superpuesta. Sus piezas invitan a tocar, jugar, y remiten al concepto que el artista debe expandir, investigar y jugar para llegar a obtener nuevos procedimientos y renovación de la obras de arte. En general se acusaba a la serigrafia de ser una técnica plana; Laerte, a través de sus cubos, demuestra que no se debe generalizar. Larissa Franco desarrolla un elaborado grabado en metal que recuerda los diseños árabes y los encajes. La obra figurativa de Marcio Panuncio es intensamente expresionista en las xilografías caracterizadas por un cierto humor e intenso horror vacuis. El grabado de Marco Buti tiene ricos colores sobrepuestos que interactúan con áreas en activas composiciones diagonales. A través de la técnica de fotograbado, Margot Delgado enfoca el concepto de repetición y ritmo, creando zonas saturadas y zonas transparentes. Maria C. Carvalho es una de las artistas de la muestra que crea obras abstractas. En sus grabados en metal, hay elementos que cruzan la placa, expandiendo visualmente los límites del tamaño de la obra.

Los intensos intaglio-grafismos creados por Maria Villares son abstractos y combinan tres filas fuertes sobre un entrecruzado suave. Los artistas que tratan temas sociales en general prefieren usar xilografía. Paulo Penna tambien se refiere por ese medio a mujeres que sufren aunque la imagen es como una escultura sintetizada. Confrontación, pelea, siluetas débiles y fuertes aparecen en la litografia de Carlo Carapunarlo, también mostrando interesantes variaciones de textura por medio de las líneas. Renata Basile Da Silva trabaja la curva en sus grabados, revelando roles abstractos de las líneas que recuerdan huellas digitales agigantadas. A través de técnicas en metal y mixtas, Sheila Goloborotko crea una instalacion. Su lenguaje es contemporáneo, está involucrado socialmente e incluye cierta abstracción. A través de su grabados. Simone Rebelo se relaciona con el bien conocido movimiento brasilero neo-concreto. Ulysses Bóscolo frecuentemente realiza punta seca y grabados, imprime sus dipticos en diferentes hojas de papel, de dimensiones no iguales, combinando perfiles de humanos y de pájaros en una serie que titula Sueños. Walter Wagner combina en su obra aguatinta y punta seca. Como artista postmoderno incluye alteraciones de escala, de perspectiva y de relación entre los elementos.

En este siglo XXI global, no hay duda que el artista se expresa con variedad de tendencias. Arte no es lo que se repite, sino lo que expresa una nueva e intensa imaginería o una nueva manera de decir lo que ya se ha dicho antes. La capacidad de reproducir algo y llegar a un nivel de perfección es una reproducción, y eso, no es lo que hace de «algo» una obra de arte. Hoy en día, los artistas pueden seguir diferentes tendencias y técnicas al mismo tiempo, en una sóla obra o en diferentes obras, y nadie tendría el derecho de decir que al hacer esto, el grabado no es bueno. El capítulo artístico de nuestro tiempo descubre que la amplia diversidad es una manifestación de riqueza y capacidad, llevando a los artistas y al público buscar, por sobre todo, las «c» de calidad y de creatividad.


Graciela Kartofel
Curadora independiente
Nueva York – México, 2008.




REGRESAR A LA REVISTA