La escritora. (Foto: Archivo)C iudad Juárez, Chihuahua, 27 de noviembre, 2008. (RanchoNEWS).- Los personajes de la historia son extraños porque decidí enfocarme en las fobias o manías que todos los humanos tenemos, afirma la autora. Una nota de Carlos Paul para La Jornada:
Por lo perturbador de su contenido, por su escritura temperada, especie de lenguaje de los sentidos por medio del cual se acerca a los conceptos y describe situaciones peculiares de extraña intimidad y tensión traumática, el sexto Premio de Narrativa Antonin Artaud 2008 fue otorgado a la escritora mexicana Guadalupe Nettel por su libro de cuentos Pétalos y otras historias.
Publicado por Anagrama y distinguido anteriormente con el Premio Nacional de Literatura Gilberto Owen, el volumen, integrado por seis relatos, presenta una serie de seres «un poco extraños o freaks».
Los personajes, al contrario de lo que se podría esperar, «muestran todo aquello que otro ser humano desearía ocultar. En ellos se pone de manifiesto una locura inquietante, una excentricidad inconfesable».
Un fotógrafo parisino al que sólo le interesan los párpados, una modelo que oculta un tic desde su infancia, un oficinista japonés que descubre su extraña afinidad con las cactáceas, una niña que intenta, a su manera, luchar contra la muerte y un olfateador de sanitarios para damas son los personajes en cuya vida nos introduce la autora.
«Son seres que se nos presentan extraños porque yo decidí enfocar el reflector sobre sus fobias o manías, sobre todo aquello que puede resultar perturbador en una personalidad humana y que desearíamos ocultar a los demás», comentó Nettel.
«Lo que quería demostrar con ello es que justamente ese tipo de cuestiones que desearíamos ocultar, son las que igual nos hacen hermosos y fuertes.
«A la gente le resulta muy fácil descubrir ese tipo de belleza en una obra de arte, como por ejemplo en ciertas obras de Picasso o Munch, en las cuales podemos decir: eso es bello porque es único e irrepetible y es altamente conmovedor y perturbador; al contrario de cuando nos miramos en el espejo, no miramos esas cosas de nosotros mismos que nos hacen justamente perturbadores, únicos e irrepetibles.»
Lo que hacemos, concluyó Guadalupe Nettel, «es tratar de parecernos a los estándares de belleza que impone la televisión o las revistas de moda».
Instituido en 2007, dicho premio es una iniciativa independiente y privada impulsada por Olivier Lombard, la embajada de Francia y por la Asociación de Empresas Francesas en México, con el que se quiere estrechar los vínculos literarios entre ambos países.
Nettel es la primera mujer que recibe dicho galardón. Se hizo acreedora a un estímulo de 70 mil pesos, el apoyo para la traducción y publicación de la obra en el país galo, una escultura realizada por los artistas Arturo Guerreo y Marisa Lara, y una pluma Montblanc de colección.
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