sábado, noviembre 08, 2008

Literatura / México: Recuerda Chumacero cómo inició su amistad con Fuentes

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Portada de la revista Biblioteca de México dedicada al poeta nayarita. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. Martes 04 de noviembre de 2008. (RanchoNEWS).- Ambos se conocieron en las reuniones «loquísimas» del grupo de intelectuales llamado «Los Divinos» en las que también participaban Octavio Paz y Sergio García Cantú, según comunica desde la Ciudad de México la agencia Notimex:

Carlos Fuentes es el escritor más profesional de México, usa el idioma como un arma, no sólo como objeto de inspiración, dice el poeta Alí Chumacero al hablar de su amigo de hace varias décadas.


Tras recordar algunos momentos de su vida, nada escabrosos y sí muy enriquecedores, Alí Chumacero habló sobre su amistad con Carlos Fuentes que inició con el grupo de intelectuales denominado «Los Divinos».

«Las reuniones eran loquísimas, recordó, porque iba toda la "caterra" (sic) de bribones, como Octavio Paz, Sergio García Cantú, Pepe Alvarado, José Luis Martínez, Carlos Fuentes, en fin, íbamos como 20 o 30 personas, todos célebres intelectuales. Se hablaba de todo, no sólo de literatura, de arte, de pintura, --continuó con cierto aire de nostalgia durante una entrevista concedida en su casa de tipo colonial que data de principios del siglo XIX--, las reuniones eran muy simpáticas, muy agradables, procurábamos jamás caer en discusiones».

En aquellas tertulias que duraron más de diez años, el poeta aseguró que se respetaban formas de pensar, lo mismo había gente de la extrema izquierda, como de la derecha y nunca tuvieron una diferencia visible que hiciera conocer caracteres contrarios.

«Enemigos nunca, éramos amigos todos».

Además de realizar una especie de análisis, no organizado ni científico, conversaban sobre lo que pasaba en el mundo en aquella época, así como de México y tal vez en la intimidad de cada integrante de este grupo de literatos e intelectuales de todas las corrientes del pensamiento.

El grupo inició a mediados de la década de 1950, por Alfonso Reyes, Joaquín Diez Canedo y Jaime García Terrés, se le denominó «Los Divinos», según Henrique González Casanova, para señalar su personalidad distinguida en la vida pública y la literaria de México.

El mismo Carlos Fuentes, en uno de sus artículos dedicados a Octavio Paz, otro de sus grandes amigos, comentó respecto a estas reuniones de «Los Divinos».

«... Juan Soriano y Diego de Mesa, eran también constantes compañeros de aventuras nocturnas en aquella ciudad de apenas cuatro millones de habitantes, perfectamente segura para los desvelados como nosotros y aun para quienes no se desvelaban. Como el célebre grupo de "Los Divinos" que se reunían cada sábado en Bellinghausen para disecar los eventos de la semana», escribe.

«Ahí saboreaban las ironías cachacas (sic) de Hugo Latorre Cabal, el pesimismo animoso de Jaime García Terrés, la prudencia consustancial de José Luis Martínez, la máscara de gracejadas que ocultaba el alma profundamente poética de Alí Chumacero, la elegancia física y mental de Joaquín Diez Canedo y el ensimismamiento juguetón, el humor inesperado de Max Aub. Éramos los amigos de Octavio», agrega.

«Carlos Fuentes, es mucho menor que yo por diez años», explicó el poeta nacido en Acaponeta, Nayarit, «ahora ya no porque él cumplirá en noviembre 80 y yo en julio los 90, ya no es un jovencito».

Cotraportada de la revista. (Foto: Archivo)

Sin embargo, dijo haberlo conocido cuando Fuentes tenía 18 años, cuando era un escritor incipiente que buscaba la experiencia de otros autores ya reconocidos, más maduros.

Posteriormente ha continuado su amistad, como colega, desde que se incorporó al Fondo de Cultura Económica desde 1950, editorial que le ha publicado varias de sus obras entre ellas Constancia y otras novelas para vírgenes (1990).

Desde entonces, tuvieron una relación amistosa más o menos constante, explicó el autor de Palabras en reposo, pues desde la Región más transparente Fuentes ha vivido muchos años en el extranjero y Chumacero se ha mantenido fiel a su país, pues nunca le ha gustado viajar.

No obstante, reconoció que es un autor al que lee mucho, pues «es un magnífico escritor, es una persona entregada a su oficio, a su "chamba", llamémosle así para ofenderlo un poco», rió con cierto sarcasmo.

Fuentes, agregó, sabe la magia de la expresión, la conoce, usa el idioma como un arma, no sólo como objeto de inspiración sino como verdadera prosa, es un gran prosista.

Lamentó que se hayan acabado las veladas, «pues algunos se quedaron sin chamba, sin dinero, las reuniones no eran tan baratas, digamos, eran modestas digámoslo, pero los escritores no son gente de dinero, yo mismo me retiré de las reuniones, después del 1968 no podía pagar la cuota que ponían todos los comensales», confiesa.

«Algunos, como Fuentes, ahondó, se iban al extranjero a hacer relaciones exteriores, o les ofrecían algún puesto en París, Francia, ya sea como embajadores o representantes culturales».

Pero las vidas de Fuentes y Chumacero se mantuvieron relacionadas de una u otra manera, Alí fue, becario, miembro y directivo del Centro Mexicano de Escritores (CME) que cerró sus puertas definitivamente en el 2005.

Dicha institución además de apoyar a los jóvenes talentos, resguardaba la memoria literaria de México durante el siglo XX y que ahora está en manos de la Biblioteca Nacional, entre ellas, las obras de Carlos Fuentes, quien fue becario de este centro de 1956 a 1957.

En los talleres de este centro, se imprimió La Región más transparente y a partir de este momento, Fuentes tomó prestigio como escritor, pues esta institución nacida aproximadamente en 1952, sirvió para impulsar a incipientes plumas, como lo fue en su momento Carlos Fuentes.

«Varios de aquellos jóvenes que fueron becarios de aquella institución, durante los años iniciales, son ahora nombres eminentes que con una obra dan brillo a nuestro país y esplendor a la lengua española», habría señalado Chumacero durante el 50 aniversario del CME.

Ahora y en la víspera del homenaje que se le rendirá al escritor, Alí y Fuentes se reunieron recientemente en el Fondo de Cultura Económica, la oficina del primero desde hace más de 50 años.

Y es que esta casa editorial, a manera de homenaje, ofrecerá la Obra reunida de Carlos Fuentes, en volúmenes temáticos de los que está por salir el segundo de ellos «Capital mexicana", en la que se integrarán títulos como La Región más transparente y Agua quemada.


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