El tianguis de Jesús de la Helguera. (Foto: Archivo)E l Paso Texas, 14 de diciembre, 2008, (Raquel B. Mejía/RanchoNEWS).- «Mujer preciosa para el bien nacida… objeto vil de mi pasión sublime» dice el poeta Antonio Plaza sobre la dama del deseo. Belleza y sensualidad, definición pictórica de los años treintas hasta los setentas, 94 artículos y óleos son expuestos del 14 de Diciembre de 2008 al 22 de Marzo de 2009 en el Museo de Arte de El Paso en colaboración con el Museo Soumaya, de la Ciudad de México.
Héctor Palhares Meza, Curador del Museo Soumaya - Fundación Carlos Slim, explicó que con el surgimiento de la clase media mexicana, la industria de la litografía comisionó pinturas como las de esta exposición, para la reproducción de calendarios y carteles. Los artistas más conocidos en este medio son: Armando Drechsler, Aurora Gil, Jesús de la Helguera, José Bribiesca Ruvalcaba, y Josep Renau. En muchos casos, estos artistas encontraron sus prototipos de la sensualidad, varón o hembra, principalmente en las bellezas de la época de oro del cine, como Jane Mansfield, Greta Garbo, Marla Deitrich y María Félix, entre otros.
Palhares Meza reveló que las imágenes populares y poderosas de esta época fueron representadas en el arte mexicano del calendario. Dividido en ocho secciones temáticas como la vida diaria, personificada por esta perfección femenina vestida en trajes típicos, mirada y sonrisa que coquetean al observador, ofreciendo charolas de abundancia. La herencia española con sus fiestas taurinas, balcones y damas con sus peinetas de encajes, muestras de cuerpos sensuales, perfectos, que evocan temas de mitos y leyendas de la época pre-Hispánica con sus templos, penachos y vestimenta escasa. La sección de la patria con las personalidades mexicanas de la revolución y la Olimpia cubierta con sólo la bandera nacional nos recuerda la portada de los libros gratuitos de primaria. Calendarios sobre la fe y devoción que nunca faltaban en la casa de la abuela o la señora de la esquina.
«La leyenda de los cromos» son cuadros celebrando un México ya vivido, con colores que cobran vida, el mito, la fantasía y belleza hechicera de su gente. Mujeres espectaculares y deseadas, accesibles a todo aquel que recibía estos calendarios, visibles en lugares públicos, hogares o escondidos en talleres mecánicos. Se va diciembre y con él, la imagen de la musa del año que termina y al llegar enero se hace espacio en la pared para la nueva ninfa que define lo que es belleza y sensualidad.
Museo Soumaya de México promete otra colaboración de igual o mejor calidad en conjunto con sus hermanos del Museo de Arte de Ciudad Juárez en Septiembre del 2009.
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