jueves, febrero 19, 2009

Obituario / Jorge Reyes

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El músico en su presentación en Juárez, en el IV Festival Internacional Chihuahua, 21 de septiembre 2008. (Foto: Jaime Moreno Valenzuela/RanchoNEWS)

C
iudad Juárez, Chihuahua, 9 de febrero, 2009. (RanchoNEWS).- El músico mexicano Jorge Reyes, quien se dio a conocer mundialmente por difundir y fomentar la música prehispánica, además de alcanzar fama con la legendaria banda de rock Chac Mool, falleció este sábado a los 56 años de edad, en la ciudad de México. Una entrega de Notimex:

Jorge Reyes nació en diciembre de 1952 en Uruapan, Michoacán, lugar en el que radicó hasta los 16 años. Desde temprana edad, Reyes mostró su interés por la música al estudiar flauta transversa en la Escuela Nacional de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Fue en los años 60 cuando estudió música clásica, electrónica y jazz en Alemania, además de hacer lo propio en Dharamsala, India, lugar en donde se preparó y profundizó sus estudios en la música tradicional Hindú y Tibetana.

Para 1980, regresó a su país natal y se integró a la agrupación de rock progresivo Chac Mool, cuyo líder era Armando Suárez, etapa en la que mostró sus dotes con instrumentos como la flauta y guitarra, poniendo en practica los conocimientos adquiridos.

Luego de cuatro producciones discográficas que realizó junto a la agrupación, en 1985 Chac Mool se desintegró y Reyes comenzó su etapa como solista, en la que despuntó con su propuesta conformada por la mezcla de sonidos autóctonos y prehispánicos con la tecnología musical de avanzada, en especial los armonizadores, procesadores de sonido y ecos.

El michoacano se caracterizó también por la utilización de una gran gama de instrumentos de origen mesoamericano, tanto de percusión, como tambores, teponaztlis, caparazones de tortugas, piedras y sonajas, así como otros de viento, entre los que destacan ocarinas, tlapizallis, trompetas de caracol y silbatos.

Diversos escenarios de Estados Unidos, Cánada, Europa, y Sudamérica, así como de su natal México, fueron los lugares en los que Jorge Reyes llevó la música de más de una treintena de discos. Entre ellos se encuentran Tributo a Chano Pozo, Tonami, Mexican Music: Prehispanic Rituals, Mort Aux Vaches, Comparsa, Katuwira, The Serpent's Lair, Prehispanic Mistic Rites, PreHispanic, Vida Méxicana: Mariachi Music & Rancheros, Pluma de Piedra y Todo un poco.

Ademas de A la izquierda del Colibrí, Comala, Ek Tunkul, Viento de Navajas, Niérika, Crónica de Castas, Tlaloc, Bajo el Sol Jaguar, Suspended Memories Forgotten Sons, El Costumbre, Forgotten Gods, Origins, The Flayed God, Twilight Earth, y Herat Island.

Haber trabajado constantemente con indígenas mexicanos, como los huicholes, quienes influenciaron algunas de mencionadas producciones fue resultado de su trabajo al lado de María Sabina, quien aparece en Comala cantando varios de sus rituales de curación.

De igual forma Reyes realizó destacadas colaboraciones con artistas de la escena electrónica como el dueto francés Deep Forest ("Comparsa"), el norteamericano Steve Roach ("Origins"), sin dejar atrás su trabajo con cantantes de pop mexicano como Sasha Sokol.

Trabajó además, con el guitarrista español Suso Saiz, con quien realizó entre otras producciones Crónica de castas y Bajo el Sol jaguar.

Reyes incursionó también en el Séptimo Arte, al escribir bandas sonoras como La otra conquista, película mexicana estrenada en abril de 1999 y que fue vista por al menos dos millones de espectadores en este país.

En ese mismo ámbito también grabó en Alemania el soundtrack de la película española Los hijos del viento y compuso la música para el espectáculo multimedia Nahui Olin, de Ariane Pellicer.

Una producción que resalta en sus títulos es El camino del jaguar, lo mejor de Jorge Reyes, 1984 al 2001, disco doble y que reúne 26 de sus más grandes composiciones.

En 2001 se convirtió en miembro fundador del Laboratorio de Experimentación Artística Sonora y Radio Educación (LEAS), en donde produjo obras como Zocaloop, Epitafio y Los provervios del infierno.

Jorge Reyes se consolidó como un artista mexicano que mira tanto a las cavernas y las pinturas rupestres, como al siglo XXI, ya que no sólo intentó recuperar las tradiciones ancestrales para fusionarlas orgánicamente con las tecnologías del presente y el futuro, sino también con la idea de borrar algunos estereotipos de la cultura mexicana para proponer nuevos puentes y vasos comunicantes de creatividad intergaláctica en el ámbito independiente.

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