miércoles, marzo 25, 2009

Literatura / Estados Unidos: Entrevista a Bruce Sterling

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El escritor estadounidense. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 15 de marzo de 2009. (RanchoNEWS).-
El Editor de Tecnología de BBCMundo.com, Darren Waters, ha realizado la siguiente entrevista con Bruce Sterling:


El autor Bruce Sterling es uno de los más respetados escritores de ciencia ficción. Además es un ciberactivista, columnista, profesor y uno de los oradores que más entusiasmo despierta en el Festival interactivo South by South West que tiene lugar en Austin, Texas.

La dificultad al entrevistar a Bruce Sterling es saber dónde empezar. Sus intereses van desde la literatura y la cultura del diseño, al futurismo y activismo político, pasando por micro y macroeconomía, tecnología y autores del siglo XI.

Quizás la forma más simple de empezar sería diciéndole: ¿El futuro? Elabore.

No escribo para la vasta masa de devoradores de hamburguesas.

Pero Sterling no habla en citas jugosas y accesibles y rechaza la noción de que es un profeta. Él habla como escribe, lanzando granadas verbales densamente repletas de ideas, respuestas y contrapuntos.

«Soy un autor de culto; no escribo para la vasta masa de devoradores de hamburguesas. Yo trato de plantar bombas mentales, y de causar el mayor daño», me dice.

Es el autor de diez novelas, muchos cuentos y uno de los más interesantes bloggers de la tecnológicamente imbuida cultura moderna. Junto con escritores como William Gibson y Pat Cadigan, dirigió el despegue del género literario cyberpunk, que fomentó y predijo la embriagadora mezcla de tecnología y cultura de la sociedad contemporánea. Sin embargo, teme que sus días de escritor de novelas pronto serán algo del pasado.

«No estoy seguro de que me van a permitir seguir haciéndolo. El mundo editorial en EE.UU. está en problemas. Las librerías están desapareciendo, las grandes editoriales centralizadas están muy endeudadas y hay pequeñas secciones del aparato mediático central estadounidense que ha perdido la credibilidad social».

Añade que «la gente no le presta atención a las novelas. Los sectores socialmente importantes de la comunicación en EE.UU. no participan en las novelas. Uno puede escribirlas pero éstas no están cambiando la interpretación del discurso público. Uno podría también decir que toda la sociedad ha subido de nivel y que todo el mundo sólo quiere el resumen ejecutivo».

Portada del la antología que gestó el cyberpunk. (Foto: Archivo)

A pesar de la presciencia del cyberpunk, Sterling no quiere autodefinirse como un profeta. En su novela de 1988 Islas en la red, escribió sobre grupos terroristas globales sin cuarteles físicos, de corporaciones interconectadas pero no sin locales y de computadoras convertidas en accesorios de moda.

«Si uno lee una obra de ciencia ficción que es muy certera respecto a desarrollos futuros, te hace infeliz. La gente necesita a los profetas de la misma manera en que necesita curanderos y brujos».

Sin embargo advierte que el que escuchen a estos profetas no impela a la gente, «no cambian su forma de actuar».

Sterling no busca producir panfletos sobre el futuro para impulsar a la gente al cambio, a pesar de que aboga febrilmente por temas como la economía global y el cambio climático.

«A mí me gustan las ideas como conceptos abstractos... no me considero un activista político. Soy demasiado literario y poético para ser un organizador o un agitador. Soy un filántropo de la atención, que siempre está resaltando lo que los otros hacen».

La ciencia ficción, dice, es tan relevante en el mundo de hoy, de iniciativas científicas aparentemente incesantes en muchos campos distintos, como lo fue en el pasado, cuando podría decirse que la percepción del ritmo del cambio era más lento.

«A los escritores de ciencia ficción no nos afecta el ritmo del desarrollo. Sufrimos mucho menos que los corredores de bolsa y los financieros por eso», señala y asegura que aún es tan capaz de proyectarse mil años en el futuro como un puñado de años.

En este momento, el área más satisfactoria de su producción es su blog, Beyond the Beyond (Más allá del Más allá), que escribe para la revista Wired.

«Me gusta lanzar ideas y hacer de temas impensables algo pensable», explica. «Soy un personaje ligeramente divertido, un marginado irritado».

Uno de los temas recurrentes del blog de Sterling es el de los medios obsoletos. Es también un hilo que corre por sus novelas: en una escena de Islas en la red, la protagonista se tropieza con una grabadora de video medio enterrada... una reliquia del pasado.

«No soy un industrialista, pero me corresponde hablar de la pérdida. El futuro es obsolescencia en reversa. Y la obsolescencia es una parte grande de la madurez. Para entender que las cosas pasan uno tiene que entender eso: la desaparición. Mucho merece desaparecer para siempre pero no todo. A mí me preocupa particularmente lo que desaparece de manera irreflexiva».

Pero curiosamente, no le preocupa que la antología seminal del cyberpunk de los años '80, Mirrorshades, haya dejado de publicarse.

«No me interesa imponer un marco cultural de 1984 en el presente», dice.

Agrega que autores de ciencia ficción futuros aprenderán más si leen el libro japonés del siglo XI Pillow Book que Mirrorshades, pues su estructura se acerca más a los formatos de los blogs de la actualidad.

«Si yo le quisiera decir a la gente cómo escribir ciencia ficción efectiva en las circunstancias actuales, les iría mejor con Pillow Book que con Mirrorshades. Algo de los '80 no es muy útil hoy en día, incluso las obras más visionarias».

A pesar de que dejó de ser publicado, MirrorShades se puede encontrar en eBay y en librerías de libros de segunda mano. A Sterling le gusta que aún existe físicamente, algo que no ocurre con su blog.

«No es permanente. ¿Quién va a guardar todo eso y todas las cosas con las que se vincula? Yo no».

En la actualidad está trabajando en una novela sobre la Unión Europea que transcurre dentro de 60 años, a pesar de sus temores por el estado de la industria editorial.

«Me preocupa la pérdida de comunicación con el lector. Es un tipo de discurso muy íntimo. Las novelas te dan un distanciamiento cognoscitivo, el factor del asombro y el potencial de lo diferente».



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