viernes, junio 26, 2009

Cine / España: «Parque Vía» del mexicano Enrique Rivero

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Beto (Nolberto Coria), el protagonista de Parque Vía. (Foto: Archivo).

C iudad Juárez, Chihuahua. 23 de junio 2009. (RanchoNEWS).- El mexicano Enrique Rivero debuta como director con la claustrofóbica Parque Vía, ganadora en Locarno. Su cine apuesta por actores no profesionales. Una nota de Gregorio Belinchón para El País:

El hispanomexicano Enrique Rivero paseó por el festival de San Sebastián el pasado septiembre con una inmensa sonrisa de oreja a oreja, y eso que él ya es de por sí risueño. Venía de triunfar en Locarno (Suiza), el gran festival de cine del verano, con su Parque Vía. «El certamen suizo lanzó mi película, y estaré en deuda con ellos para siempre».

Meses después, en Madrid, aún retorna la sonrisa con los recuerdos. «Fui con Beto [Nolberto Coria, el protagonista], con mi madre y parte del equipo, y muchos de ellos vieron allí por primera vez la película. La proyectaron ante 2.000 personas. No conocía la trascendencia del galardón hasta que me lo dieron y hasta que he disfrutado de su repercusión. Me llamaron hasta agentes estadounidenses que no han visto el filme, pero que me ofrecían proyectos y contratos». Para entender Parque Vía (que se acaba de estrenar en España) –y para que Hollywood no se equivoque y le fichen para Spider-Man 5–, hay que saber de dónde procede Enrique Rivero. Nacido en Madrid en 1976 de padres mexicanos, la familia volvió a su país natal cuando él era niño. Tras diversos tumbos (estudió una ingeniería –«me gustaba, era como hacer sudokus»–, acabó trabajando en un banco en EE UU), regresó a España para estudiar cine. Terminó rodando dos cortometrajes y como ayudante de dirección en La influencia, de Pedro Aguilera, otro filme de autor de transcurrir lento y actores no profesionales.

Y por fin ha debutado con Parque Vía, la calle en la que vive Beto [Nolbeto Coria], su protagonista, que cuida una casa en la Ciudad de México, vacía desde hace años. La soledad y la monotonía de su última década han provocado que se haya encerrado en el chalé: él disfruta de la situación. Sólo se relaciona con la dueña del edificio, y con una amante, y su vida transcurre plácida hasta que la casa encuentra un comprador.

Rivero pertenece a un tipo de cine liderado por gente como el mexicano Carlos Reygadas (Batalla en el cielo, Luz silenciosa), el argentino Lisandro Alonso (Liverpool, Los muertos) o el español Jaime Rosales. «Todas estas películas se parecen en su forma de producción. Hay dos maneras: dentro y fuera de la industria. A mí me ha tocado fuera, y efectivamente la rodé sin un productor que me mandara. He hecho la película que he querido. Sé que es un lujo y no quiero perderlo». La cámara deja fluir la acción. «Todo depende de cómo entiendas el plano: si como la cantidad de información suficiente para hacer avanzar la acción o como la cantidad de tiempo para sentir lo que estás viendo. La vida actual da cada vez más información visual en menos tiempo –y un ejemplo es la televisión–: para sentir necesitas más tiempo y espacio».

¿Cuánto hay de realidad y ficción en el filme? Varios críticos han intentado buscarle tres pies al gato, construyendo todo su discurso sobre la base de que la dueña de la casa esté interpretada por la propietaria real del edificio, Tesalia Huerta, madre de Enrique Rivero. «Fue una solución in extremis. La historia nació en mi cabeza al ver el modo de vida de Beto, que efectivamente vive y cuida la casa. Pero es ficción su miedo al exterior, a Ciudad de México, y a que la casa se venda. Aun así, un técnico de sonido me llamó la atención sobre lo extraño del asunto: preparábamos un plano, por ejemplo Beto viendo la televisión, y en la habitación de al lado estaba Beto... viendo la televisión». ¿Y su madre? «La actriz contratada para señora no funcionaba. En mitad del rodaje volví a hacer pruebas y mi madre, que preparaba el catering, insistía en que la tomara en cuenta. Yo no lo veía –no se parece en nada al personaje–, pero delante de la cámara funcionó. Al final, me salvó la película».

Grandes preguntas

¿Quién es? Director hispanomexicano de 33 años. Con su debut detrás de las cámaras, Parque Vía, gana el Leopardo de Oro y el Premio FIPRESCI de la Crítica en el festival de Locarno (Suiza), uno de los más prestigiosos de Europa, así como los premios a la mejor ópera prima en Huelva, Nantes, Gotemburgo, La Habana, una mención especial en Miami y el del público en México.

¿De dónde viene? Rivero nace en Madrid de padres mexicanos, que se mudan a su país natal cuando él cumple 11 años. Allí estudia Ingeniería Industrial, y acaba trabajando con 25 años en un banco en Estados Unidos, antes de decidir que ésa no es su vida. Para cambiar de tercio, se viene a Madrid a estudiar cine.

¿Adónde va? En estos momentos prepara su pasaporte para viajar a Taipei, a su festival de cine. Pero tiene problemas por el temor mundial a la Gripe A. «Son increíbles las tonterías que pueden decir la gente». Rivero lleva una camiseta diseñada por su cuñado en la que se ve la cabeza de un cerdo con una mascarilla y se lee el lema: «Yo sobreviví a la gripe. México 2009».

Tráiler de la película



Locarno 2008: Enrique Rivero presenta Parque Vía

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