viernes, julio 24, 2009

Música / México: Carlos Prieto le tocó al espíritu

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El chelista generó gran expectación en su visita al Paraninfo de la UdeG. (Foto: Humberto Muñiz)

C iudad Juárez, Chihuahua. 24 de julio 2009. (RanchoNEWS).- Un público entusiasta aplaudió la Suite No. 1 en Sol mayor y la Suite No. 3 en Do mayor. Una nota de Ignacio Dávalos para Milenio:

Como si de una estrella de rock se tratara, filas de personas tomaron las inmediaciones del paraninfo de la Universidad de Guadalajara para asegurar un buen lugar en el Museo de las Artes y escuchar al chelista Carlos Prieto. La expectación generada por la presentación del chelista en el marco de la exposición Sufrimiento, entrega y serenidad. Los Cristos de Julián Pablo agotó las invitaciones disponibles para el evento. Incluso hubo quienes se dieron cita en el lugar a pesar de no contar con la invitación que aseguraba su ingreso. Algunos alcanzaron a entrar; otros, derrotados, regresaron a casa.

Desde las primeras notas, el público quedó prendido de la maestría en la interpretación de Johann Sebastian Bach, en las manos de Carlos Prieto. Ese hombre renacentista que muestra una distinción propia de otros tiempos en el hablar, en el decir, en la manera de mirar, todo en él una inequívoca nobleza de espíritu.

«Escogí interpretar a Bach porque es la naturaleza de la exposición de Julián Pablo. Porque es música en la que se enaltece al ser humano, al espíritu del ser humano y por eso quise compaginarlo con esas obras.», explicó Carlos Prieto.Las obras ejecutadas fueron la Suite Número 1 en Sol mayor y la Suite Número 3 en Do mayor, que el público aplaudió con tal entusiasmo que Prieto salió a interpretar, como un regalo para los escuchas, el Minueto de la Suite en D menor, también de Bach, al que la concurrencia respondió con aplausos de pie.

«Yo vine porque un amigo me invitó. Nunca había escuchado a este señor ni sabía de quién se trataba. Pero la música que tocó, la facilidad con que lo hacía y el sentimiento que me transmitió… no sé, no sé cómo describirlo, pero sí te puedo decir que es algo que me hizo suspirar por las cosas bellas que también puede hacer el ser humano», comentó José Martín, comerciante. Luego de regresar del viaje espiritual, los asistentes acudieron a la inauguración de la obra de Fray Julián Pablo, en la que pueden encontrarse rostros de Cristo que mira al espectador desde sitios diversos. Un Cristo metamórfico y ecléctico, incluyente y magnánimo, como lo mira Julián Pablo.

«Podríamos estar lo mismo en una exposición de retratos del Che Guevara, de Bob Marley, de Fidel Castro, de Carlos Marx o de cualquier pillo que despierte la inspiración de las personas. En esta ocasión le tocó a Cristo, un humilde y amoroso Galileo de aquel tiempo, de quien está enamorado Julián y a quien representa en la forma que realmente yo creo que tiene: un Cristo que no es sectario, sino incluyente, y de la ejecución de Carlos, vibrante como siempre.», concluyó el escultor Alejandro Colunga.

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