miércoles, octubre 07, 2009

Obituario / Irving Penn

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El carnet de AFS del fotógrafo. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 7 de octubre 2009. (RanchoNEWWS).- Irving Penn, uno de los fotógrafos de moda más influyentes y prolíficos del siglo XX, ha muerto este miércoles por la mañana en su casa de Manhattan a los 92 años. Una nota de la redacción de El País:

Su muerte ha sido anunciada por su amigo y representante Peter MacGill, según informa la edición digital del New York Times. Penn trabajó como fotógrafo en la revista Vogue desde 1943 aunque no sólo destacó por sus imágenes de moda sino también en el mundo del arte.

Su estilo no cambió con los caprichos de la moda y sus modelos siempre aparecieron solemnes y elegantes. Fue capaz de dotar de esa actitud incluso a las imágenes que tomó, en 1967, de los rudos Ángeles del Infierno.

Estuvo casado con la modelo Lisa Fonssagrives durante 42 años y ella se convirtió también en su colaboradora profesional. En las imágenes de Fonssagrives tomadas por Penn, ella aparece como un paradigma de los estándares estéticos de los años cuarenta y cincuenta.

Biografia

Después de sus estudios de diseño con Alexis Brodovich, Irving Penn trabajó como artista gráfico en la Philadelphia Museum School of Industrial Art.

En 1938 se trasladó a NY, para instalarse por cuenta propia. Su primera portada para Vogue , una naturaleza muerta, apareció en 1943. Desde ese año, sus fotografías fueron publicadas regularmente en Vogue y otras revistas.

A partir de 1951, realizó fotos por encargos provenientes de todo el mundo. Tal como Richard Avedon, Penn se hizó célebre especialmente por sus trabajos en fotografía de moda. Pero al contrario de su gran rival, Penn nunca se interesó por la fotografía de exteriores, ni tampoco por las escenas callejeras o de café.

Permaneció fiel durante toda su vida a las tomas en estudio y bajo determinadas condiciones de iluminación, de manera que los conocedores pueden distinguir las fotografías tomadas en París, por ejemplo, de aquellas realizadas en NY sobre los mismos temas. Pese a esas diferencias fundamentales a nivel de la concepción, el interés que siente por el ser humano también ocupa una posición central en la obra de Penn. La personalidad de la modelo tiene lugar importante en su fotografía de moda, y a menudo, las imágenes están muy próximas del retrato. Sus series como la que realizó en 1949 para Vogue, que le encargó caracterizar en cinco imágenes la moda de la primera mitad del siglo XX parecen enfocadas individualmente a la personalidad de la modelo.

Más tarde, la relajación de las poses y las vestimentas en las fotografías de los años cincuenta casi hacen olvidar que se trata de fotografías de moda, si no fuera por la reiterada acentuación de la tonalidad del segundo plano.

La significación de ese segundo plano sólo se comprende realmente en toda su extensión si consideramos que todas sus imágenes ya sean retratos, series sobre los pequeños oficios y los artesanos de Inglaterra y Francia, o fotografías de la gente de Marruecos, Benin o Nueva Guinea tienen el mismo fondo. En realidad, ese fondo es el escenario en el que Penn hace evolucionar a sus modelos. ya se trate de moda o retratos, el artista extrae la persona de su propio contexto social, con el fin de aislarla y llamar así más intensamente la atención sobre lo que ella es realmente.

El empleo de ese fondo, que permanece invariable, produce en realidad dos efectos: por una parte valoriza al individuo, extrayéndolo del anonimato; pero a la otra, sirve para realzar la vestimenta. Cada prenda de vestir, a partir del momento en que está presente sobre su escenario particular, se convierte para Penn en un objeto de moda. Esa idea se justifica desde el punto de vista de la historia de la civilización, aunque durante los siglos pasados el estilo de la vestimenta no cambiaba tan rápidamente como lo hace en nuestros días.

Para Penn, como para otros grandes fotógrafos de nuestro tiempo, los propios intereses fotográficos y la fotografía de encargo acaban siendo la misma cosa. Son expresión de una visión del mundo, de un especial interés por el medio fotográfico, que ofrece la posibilidad de aproximarse de una forma muy particular a sus semejantes y al medio circundante, para interpretarlos finalmente de una manera inconfundible.

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