El escritor mexicano y la reina española durante la ceremonia. (Foto: Archivo)C iudad Juárez, Chihuahua. 17 de noviembre de 2009. (RanchoNEWS).- Desde Madrid la agencia EFE informa de la entrega de la distinción al poeta:
La Reina ha entregado esta noche en el Palacio Real de Madrid el Premio de Poesía Iberoamericana, que lleva su nombre, al poeta mexicano José Emilio Pacheco, quien en sus palabras de agradecimiento ha demostrado su fama de pesimista y vitalista.
El autor de títulos como Los elementos de la noche, Desde entonces o Ciudad de la memoria, no ha querido, como ha manifestado, dejar de llamar la atención sobre las circunstancias por las que atraviesa el mundo y en especial México.
El galardonado ha hecho hincapié, desde su faceta más realista, en que hoy, para él, la crueldad y la violencia extremas son el pan cotidiano, a las que se deben sumar el hambre y el desempleo. Después, se ha identificado con los osos que ven desaparecer el suelo de nieve y hielo que les sustentaba.
Pacheco se ha referido a tiempos pretéritos en los que parecía que llegaba el fin del mundo y la humanidad siguió adelante, en clara muestra de su vitalismo y su esperanza en el futuro.
El escritor mexicano ha agradecido el trabajo de Francisca Noguerol, autora de la antología Contraelegía, que se ha editado como parte del Premio, porque en ella, ha dicho, he aprendido mucho de lo que ignoraba acerca de mí mismo.
Yago Pico de Coaña, presidente de Patrimonio Nacional que concede el Premio –con una dotación de 42.100 euros– junto a la Universidad de Salamanca, ha definido a Pacheco como un mexicano que ama el idioma, un poeta agudo, versátil, erudito, inclasificable, que se cuestiona todo en lenguaje asequible y cercano para dejar constancia de su negativa a resignarse ante el inevitable aniquilamiento de la nada.
Antes de la entrega del galardón se ha rendido homenaje a los tres distinguidos con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana que fallecieron este año: Mario Benedetti, José Antonio Muñoz Rojas y Blanca Varela.
Se ha oído música de Haendel y el trío Vértigo ha interpretado composiciones de la poetisa, en un Salón de Columnas con más de 300 personas, entre las que estaban también otro de los premiados, José Manuel Caballero Bonald, el rector de la Universidad de Salamanca, José Juan Gómez Asencio, el secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, y diplomáticos, entre otros.
Poeta en la cumbre
Pacheco, considerado como el mejor poeta vivo en su país, pertenece a la generación de los 50, también integrada por Carlos Monsiváis, Eduardo Lizalde, Sergio Pitol, Juan Vicente Melo, Vicente Leñero, Juan García Ponce, Sergio Galindo y Salvador Elizondo.
Nacido en México en 1939, Pacheco ha considerado que con esta distinción se reconoce a la poesía de su país y de Iberoamérica que, en su opinión, se escribe como una forma de resistencia contra la barbarie.
En una entrevista ha reconocido la influencia que tuvieron en él los poetas y editores españoles republicanos exiliados en su país. Conoció a Cernuda, Max Aub y se carteó con Aleixandre.
Su poesía pasa por un neosimbolismo y un gusto por la palabra estética, y en ocasiones hasta barroca, que reivindicaron en España la generación de los Novísimos.
Su obra ha merecido galardones como el José Donoso (2001), Octavio Paz (2003), Pablo Neruda (2004), Ramón López Velarde (2003), Alfonso Reyes (2003), José Asunción Silva (1996), Xavier Villaurrutia (1973) y el García Lorca (2005).
Entre los galardonados en ediciones anteriores, ésta es la decimoctava, están también Gonzalo Rojas, Joao Cabral de Melo, Claudio Rodríguez, José Hierro, Ángel González, José ángel Valente, Pere Gimferrer, álvaro Mutis, Nicanor Parra, Sophia de Mello Breymer, Juan Gelman, Antonio Gamoneda o Pablo García Baena.
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