martes, diciembre 29, 2009

Poesía / Entrevista a José Ángel Leyva Alvarado

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El poeta (Foto: Jaime Moreno Valenzuela / RanchoNEWS)

E l Paso, Texas. 14 de septiembre 2009. (RanchoNEWS).- José Ángel Leyva Alvarado, poeta, editor, periodista, autor y ganador de premios como el Premio Nacional de Poesía «Olga Arias» con el libro Entresueños, en 1990 y autor de una lista sin fin de libros. Sus poemas han sido traducidos a otros idiomas como portugués, rumano, búlgaro, inglés, griego. Una entrevista de Raquel Mejía en la biblioteca pública central de la ciudad del El Paso, Texas, para la Revista Rancho Las Voces:

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La revista que dirijo ahora se llama La Otra es la consecuencia de una revista que existió, Alforja, que codirigí con José Vicente Anaya durante once años. Es la continuación a partir finalmente también de la resolución de este proyecto se reinicia con este proyecto con un propósito semejante pero obviamente intentamos decirlo con el título de la revista que es La Otra es decir, es la opción, pero también es diferente», dice Leyva.

¿Todos buscan la definición de la poesía, lo que es y por qué sigue?

Bueno, yo estoy convencido que la poesía tiene un sentido de gratuidad. La poesía se siembra en un territorio donde denomina la inutilidad, esa gratuidad, esa inutilidad. Tiene que ver sobre todo con la visión del mercado. La poesía es aquello que trata de rescatar lo más humano, es aquello que no tiene precio. En ese sentido inutilidad de la poesía, en ese sentido, la gratuidad. Pero la poesía, aunque parece inocua, siempre genera cambios. En la sensibilidad, en las formas de pensar, en las formas de imaginar el futuro y eso de alguna manera creo que tiene consecuencias y bonifica la conducta. Para mí la poesía es la sobrevivencia del hombre, la sobrevivencia de su cultura, de su lengua, entonces yo creo que en esa utilidad inútil, está su definición.

¿Qué dice la poesía sobre la sociedad?

Bueno, la poesía nos revela un rostro de la sociedad que muchas veces no vemos porque el material que se hace la poesía , es un material que atiende a una absoluta sinceridad, la poesía tiene que ser genuina, franca, sincera, y esa medida es revelador, revela aquellas cosas que aunque miramos no vemos es aquello con lo que nos tropezamos pero no descubrimos, entonces la poesía revela, la poesía sugiere y nos hace ver los fantasmas, nos hace ver las cosas invisibles, de tal manera que la poesía nos enseña ver lo que desapareció y aquello que no existe, aquello que no es nombrado y creo en nuestra sociedad finalmente está reflejada en su poesía aun cuando la poesía no pretende ser ideológica, no pretende ser política ahí está, ahí está su contenido, ahí está la sustancia, entonces leyendo los poetas descubrimos, a través de sus vidas y sus obras, descubrimos los acontecimientos de una sociedad, el peso de su cultura.

¿Qué tendencia ves en el mundo literario o poético?

Bueno, yo creo que estamos viviendo una época donde no hay literaturas emergentes, no hay estos grandes movimientos de vanguardias como hubo en Europa, Estados Unidos. En América Latina, hay un intercambio permanente un flujo y reflujo de contactos. Jünger, gran escritor alemán, alguna vez le preguntaron a sus noventa y tantos años que le sorprendía más del mundo actual, él dijo la telepatía, perdón, le estamos preguntando los acontecimientos tecnológicos, si me parece que el gran descubrimiento de la era moderna de la tecnología es la telepatía, perdone pero no comprendemos. Digo, si yo en las mañanas enciendo la computadora y me conecto en internet a miles de mentes que en ese momento entran en comunicación conmigo, entonces ése es el gran acontecimiento y yo creo que la literatura se nutre mucho de esta nueva comunicación de este nuevo tipo de lectura que no va en detrimento a los libros, yo creo que los libros seguirán existiendo pero asistimos a un mundo global de la comunicación esencialmente, quizá de lo demás no sea global, el sentido de la comunicación sí lo es de tal manera que nosotros establecemos una interlocución lo mismo con alguien en Asia, África, que en el sur de América, el norte de América, Europa; entramos en comunicación y estas comunidades culturales determinan direcciones que nos hacen identificarnos. Cada vez más creo que las sociedades se parecen cada vez más y la literatura también van compartiendo esos espacios, esas sensibilidades, esas formas de ver el mundo por eso creo no hay corriente, no hay literatura que emerja y que nos sorprenda, hay propuestas literarias que pueden venir de un país o una cultura y otra pero no son movimientos, no son banderas, no son consignas, son obras.

José Emilio Pacheco, describió a dos tipos de escritores, el amante y el casado. El amante trabaja apasionadamente sin parar y el casado es metódico, se sienta y escribe cierto número de horas al día. ¿Cuál eres tú?

Estudie medicina, soy médico originalmente, mi primer carrera, pretendí estudiar siquiatría. Para mí es el orden, la disciplina, la certidumbre. El ser médico implicaba una vida ordenada, segura, imaginable. La poesía, la literatura, era la incertidumbre, era de alguna manera la amante. Yo abandoné la esposa por irme a vivir con la amante. Pero en es sentir y relación con la amante, también hay cierta lealtad, entonces yo, a la amante le tengo un gran respeto y por eso también quizá ahora hago una revista que se llama La Otra implica eso, la alternancia, la posibilidad, otra noción de la moral también. A mí, me parece que tiene que ser las dos cosas. Uno tiene que ver con imaginación a la esposa para hacerla la amante, pero también tiene que verla con ese respeto y esa entrega. A ratos tratarla como esposa, entonces creo que ambas cosas depende de los momentos que uno vive. Pero, a mí me gusta a veces vivir con la amante y a veces con la esposa, dependiendo el estado de ánimo.

¿Qué haces para iniciar el proceso creativo para escribir y continuar haciéndolo?

Bueno, la lectura esencialmente, como se decía hace unos momentos en la sesión de preguntas a la mesa. El escritor que no lee difícilmente puede alimentarse, será un escritor desnutrido y frágil. El escritor que lee, se está nutriendo y se está provocando. Yo pienso mucho en este aspecto físico que viene hacer un impacto que nos mueve, que da un rumbo diferente y que generalmente estamos buscando nosotros ese impacto que viene de fuera. Es la misma vida, las conversaciones, o sea, para mí es muy importante el vivir, pero también lo imaginario, vivir a través de la lectura y a través de la conversación, también es materia muy útil encontrar interlocutores. Nos da este efecto que nos mueve, que nos destabiliza y nos lleva como consecuencia a otras... a otras fases de nuestras vidas. Este efecto físico se llama perturbación, entonces yo busco mucho la perturbación, perturbarme y perturbar, a través de la escritura.

¿Qué tipo de poeta te consideras?

Yo me considero un poeta impuro, yo no soy un poeta puro, soy un poeta que escribo otros géneros, soy un poeta que me dedico a otras cosas, como el periodismo editorial, por eso hablaba de esa relación del amante, de la esposa. Yo me considero un poeta que nace cada vez que viene el poema y ese poema no necesariamente viene todos los días. La poesía me llama y yo acudo a su llamado, pero yo también a veces la invoco a mi llamado, es ese tipo de relación. Yo me considero un poeta impuro.

¿Si tuvieras el poder de hacer algo para aumentar la lectura de poesía, que seria?

Haría lo que hago, una revista de poesía, hacer libros de poesía y promover a mis colegas poetas antes de promoverme a mí mismo, eso es lo que hago.

Preguntas que requieren una respuesta corta o de una palabra

¿En nuestra vida exprés, si sólo podemos conocer un poema tuyo cuál sería?

El que está por escribirse.

¿Un libro tuyo cuál sería?

El que está por escribirse.

¿Cuál otro libro de poesía sería?

El otro.

¿Cuáles otros poetas nos recomiendas leer?

Los buenos.


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