lunes, julio 19, 2010

Literatura / México: Élmer Mendoza, Yuri Herrera y Martín Solares participaron en el panel «Literatura y violencia»

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Los escritores Yuri Herrera, Élmer Mendoza, Francisco Goldman y Martín Solares, durante la charla. (Foto: Alfredo Valadez Rodríguez)

Ciudad Juárez, Chihuahua, 18 de julio 2010. (RAnchoNEWS).- En la «absurda guerra» montada por el gobierno federal contra el narcotráfico y el crimen organizado, los periodistas deben cuidarse sobre todo de los «buenos», más que de los «malos», porque la realidad es engañosa, y escribir con honestidad sobre lo que ocurre en el país implica «jugarse cotidianamente el pellejo». Una nota de Alfredo Valadez Rodríguez para La Jornada:

Tal fue la conclusión de los escritores Élmer Mendoza, Yuri Herrera y Martín Solares –especialistas en novelas sobre el mundo del narcotráfico–, al participar en el panel Literatura y violencia, que moderó el también escritor Francisco Goldman, durante el festival Hay Zacatecas, que concluyó este domingo.


En la nave principal del ex templo de San Francisco, donde se realizó el acto, al que acudieron decenas de lectores, los tres escritores fueron cuestionados por el público y por el moderador sobre la relativa seguridad con la que escriben sus novelas sobre el narco sin arriesgar la vida, a diferencia de los periodistas que escriben sobre el tema.

El planteamiento caló a los escritores, quienes pusieron por delante el trabajo que periodistas de todo el país realizan al investigar y publicar sobre el tema, y ofrecieron su opinión de cómo y por qué estarían ocurriendo los ataques contra la prensa.

«Aguas con los buenos»

Primero, el sinaloense Élmer Mendoza, autor de Firmado con un klínex (2009), Balas de plata (2008), Cóbraselo caro (2005) y Efecto tequila (2004), entre otras, recomendó a los periodistas «cuidarse más; tienen que analizar sus objetivos en la vida y calcular los riesgos, porque ahorita el país está muy caliente. Los periodistas tienen que cuidarse mucho de los buenos». Y aclaró, ante la sorpresa de la audiencia: «Sí, de los ‘buenos’, porque a los ‘malos’ a veces les gusta que hablen de ellos, pero a los ‘buenos’ no. Los ‘buenos’ lavan dinero, reciben apoyos para sus campañas políticas, y lo niegan. Han hecho sus empresas con dinero sucio».

Élmer Mendoza insistió en que los reporteros y periodistas que cubren al narco «tienen que cuidarse mucho», pues, lamentó, «en el país ya han caído muchos».

Además, el escritor originario de Culiacán reveló sobre los recientes asesinatos a periodistas: «sé que, como en la mitad de los casos, los culpables son los ‘buenos’. Pero a los ‘buenos’, pues nadie les hace nada, porque por algo son los ‘buenos’, ¿verdad?»

Enseguida, Yuri Herrera, escritor de la novela Trabajos del reino (2004) y Señales que precederán el fin del mundo (2000), afirmó que los escritores también «lidian con el problema de la verdad», pero admitió que, a diferencia de los periodistas, los escritores «no tienen que preocuparse si alguien va a ir a balacearlos al día siguiente, porque trabajan con alegorías y metáforas. Mientras los periodistas, sobre todo con las nuevas tecnologías que han hecho el oficio mucho más vertiginoso, tienen que preocuparse por su integridad inmediatamente después de haber escrito».

Por ello, opinó el veracruzano, en la actual «guerra» del gobierno federal contra el narcotráfico «los periodistas, junto con los policías, están entre los que más la han resentido, porque están entre ser corruptos y simplemente vender su alma o ser honestos y jugarse el pellejo cotidianamente».

Desde la perspectiva de la contribución que hacen los periódicos al país en este ámbito, dijo Herrera, «los trabajos que serán más perdurables a la hora de recordar lo que estamos viviendo; serán los textos escritos en una tarde; serán textos escritos sin saber si el que los está escribiendo podrá leerlos al día siguiente».

Porque «esa tensión, esa adrenalina y ese compromiso con el que está escrito, en el mejor sentido de la palabra, es lo que está haciendo que en el periodismo surjan algunos de los mejores escritores y de los más valiosos ciudadanos de este país».

Por su parte, Martín Solares, autor de Los minutos negros (2007), afirmó de entrada que «lo que me preocupa es cómo en México se están perdiendo de vista algunas palabras. ¿Cuándo fue la última vez que escuchamos a un procurador o al presidente de la República decir: ‘se hará justicia hasta las últimas consecuencias’? Ya casi no lo vemos, porque la palabra justicia está obnubilada».

Narcomantas y mentiras oficiales

Solares cuestionó algunos problemas concretos en el fenómeno del narcotráfico, que deben atenderse: en primer lugar dijo, existe una policía, «sea en el país que sea», de la cual uno sospecha que tiene «una cercanía bastante peligrosa o bastante lamentable con al menos uno de los grupos criminales».

Como segundo problema grave, Martín Solares observa que existen grupos criminales «que dicen hacer las labores del Estado». Estos grupos «dicen que están protegiendo a los ciudadanos y que hasta los ‘informan’ con las narcomantas».

La verdad es otra víctima en esta «guerra», afirmó Solares, pues como sociedad estamos inmersos «entre las ficciones que inventan nuestros gobernantes, quienes nos dicen: ‘aquí no pasa nada’, ‘vamos ganando la guerra contra el narco’, ‘todo va súper bien’».

Aunado a ello están las mentiras que inventan algunos de esos grupos de criminales, dijo el escritor. «Nos dicen: ‘nosotros somos un grupo básicamente bueno, los malos son los que acaban de llegar, que están compitiendo por nuestro territorio, y por eso les estamos cortando la cabeza. Pero ustedes no se preocupen’. Entonces esto de inventar una especie de mito de Robin Hood, bueno y malo, pues es otra mentira contra la que tenemos que luchar», finalizó Solares.


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