martes, julio 13, 2010

Noticias / México: Presentan el libro «landings ten», proyecto multinacional de jóvenes artistas

.
Obra de la artista salvadoreña Dalia Chévez, imagen incluida en el libro. (Foto: Archivo)

Ciudad Juárez, Chihuahua. 13 de julio 2010.(RanchoNEWS).- En el proyecto artístico landings (aterrizajes), cada actividad representa un nuevo despegue, explica su director y coordinador, Joan Durán (Barcelona, 1947), quien vive entre Mérida, Yucatán, y Benque Viejo del Carmen, Belice. Una nota de Merry MacMasters para La Jornada:

En días pasados el artista catalán estuvo en la ciudad de México para presentar landings ten, el último de una serie de libros publicados como parte del proyecto multinacional desarrollado por la comunidad de artistas visuales de Belice, surgido de la iniciativa ZERO new belizean art, presentada a principios de 2000 en Mérida y clausurada a finales de 2002 en Ex Teresa Arte Actual, en el Centro Histórico.

Un año después se concibió landings como una plataforma para los jóvenes artistas de Centroamérica y el Caribe, incluido el sureste mexicano.

La primera edición despegó en mayo de 2004, en Conkal Arte Contemporáneo, a las afueras de Mérida, mientras a los dos años la segunda tuvo lugar en el Centro de Artes Visuales en esa ciudad. Siguieron exposiciones en República Dominicana, Costa Rica, Estados Unidos, Cuba y Taiwán.

Apoyo de ZERO

En agosto de 2008 se realizó en Belice –país eje del proyecto– un foro con 20 artistas, escritores, historiadores, periodistas y promotores culturales. En seis años han participado en landings más de 70 artistas procedentes de 15 países, entre ellos creadores asentados o vinculados a Mérida, como Alex Castilla, Mónica Costa, Thelma García, Mariana Gullco, el colectivo Deysi Loría, Alonso Maza, Pepe Molina, Christian Núñez, Rodrigo Quiñónes, Gema Ríos, Vanessa Rivero y Omar Said Charruf. El equipo landings ha concebido más de un millar de proyectos/obras, de las cuales más de la mitad fueron elaboradas y exhibidas.

ZERO les permitió darse cuenta de que «había gran cantidad de jóvenes artistas en nuestros países vecinos en las regiones histórico-geográfico-culturales a las que Belice pertenece –el Caribe, Centroamérica y de cierta manera Yucatán–, que tenían un tremendo talento, pero mostraban total desubicación en la relación del artista y su comunidad, su país, su gente y su realidad, por brutal y dantesca que sea».

Durán continúa: «Detectamos una especie de fijación generalizada de que el futuro de un artista en nuestra región era escalar peldaños a cualquier precio con tal de llegar algún día, por ejemplo, a la Bienal Whitney, aparecer en portadas de Art in America, que la Fundación Cisneros o cualquier otra similar te apoyen o consigan obra, vendas, cotices y viajes algún día a Venecia a su arcaica bienal.

«Lo tengo muy claro, y no estoy solo. Un artista en nuestra región que esté comprometido con su gente, con el esfuerzo necesario que debemos hacer para participar activamente en salir –o tratar de superar– del subdesarrollo en que estamos, tiene, tenemos, que crear caminos –ahora inexistentes– que nos permitan realizarnos como artistas y, a la vez, que nuestro trabajo sea para el beneficio de nuestra gente, no que se encamine a una gloria personal.

«Al armar conceptualmente landings, recuerdo que la chispa inicial fue... ¡caray!, quizá es hora de que demos algo, para variar. Recibimos becas, lanchas patrulleras y camionadas a veces de medicinas, asesores, doctores, y esperamos de vez en cuando que nos condonen una deuda. Grandes recursos no tenemos, ni siquiera humanos con nuestras 300 mil personas, pero algo anda en la cabeza y en el alma que no vemos que se desarrolle en otro lugar alrededor».

¿Cómo reunió a los artistas?

Los busco o me he topado con ellos en un aeropuerto. Algunos por su tono de voz o cara. No he permitido que me enseñaran portafolios y obras anteriores, ni ver sus blogs o webs. Si me escribían, me interesaba su gramática, hasta sus faltas de ortografía, su manera de presentarse o despedirse. Jamás abrí una imagen, porque landings opera en otra órbita.

Para Durán el proyecto tiene que ver con el aprendizaje. Con el lanzamiento de landings ten se inicia un proceso de dos años en el cual se dará a conocer el libro y se explicará esa iniciativa a diversas comunidades artísticas del mundo.


REGRESAR A LA REVISTA