miércoles, marzo 16, 2011

Obituario / Josefina Aldecoa

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La escritora española en una imagen de 2005. (Foto: Cristóbal Manuel)

C iudad Juárez, Chihuahua, 16 de marzo 2011. (RanchoNEWS).- Josefina Aldecoa (La Robla, León, 1926) ha fallecido esta mañana en Las Magnolias, su casa próxima a Santander. La escritora, que llevaba meses retirada de la vida pública debido a su delicado estado de salud, sufrió una insuficiencia respiratoria a media mañana y falleció poco después. Tenía 85 años. Sus restos serán incinerados mañana en Santander y enterrados en la intimidad por expreso deseo de la familia. Una nota de Amelia Castilla para El País:

El pasado 8 de marzo la autora de Historia de una maestra recibía la medalla de la igualdad que entrega el Ministerio de Sanidad pero su frágil salud le impidió recogerla personalmente. La escritora tenía ya casi todos los premios.

La narrativa de Josefina, una de las escritoras que mejor han reflejado la sensibilidad femenina, tuvo su punto clave con la publicación de la trilogía Mujeres de Negro y su obra Historia de una maestra, basada en parte en la vida de su madre y en la obra que realizaron los maestros en los años de la República. Este libro se ha convertido en un referente para muchos docentes y es un título habitual en las librerías españolas.

Casada con Ignacio Aldecoa (del que tomó el apellido, porque ella en realidad se apellidaba Rodríguez), la pareja formaba parte de lo que se conoció como los niños de la guerra. Gran amiga de Rafael Sánchez Ferlosio, Carmen Martín Gaite, Ana María Matute y Rafael Azcona, su narrativa se movió entre el intimismo y el costumbrismo.

Enseñanza y escritura

Durante toda su vida compatibilizó la enseñanza con la escritura. En 1959 fundó el Colegio Estilo, basado en la doctrina de la Institución Libre de Enseñanza, y en él permaneció supervisando la marcha de los alumnos hasta que la enfermedad le obligó a retirarse.

Pese al éxito literario, la escritora nunca pensó en dejar la actividad docente. Para ella la educación fue una auténtica pasión. Para los alumnos el centro era habitual verla cada mañana supervisando las clases. Además, el colegio siempre le dio libertad para hacer lo que quisiera. Su única hija, Susana Aldecoa, tomó el relevo de su madre en el colegio.

Mayor información: Josefina Aldecoa


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