El drmaturgo mexicano. (Foto: Archivo)C iudad Juárez, Chihuahua. 10 de abril de 2011. (RanchoNEWS).- El dramaturgo Flavio González Mello obtuvo el Premio de Dramaturgia «Juan Ruiz de Alarcón» 2011, que otorgan el gobierno de Guerrero, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), informa la agencia Notimex desde la Ciudad de México:
El jurado, conformado por los dramaturgos Carlos Bracho, David Olguín y Juan Tovar, señalaron en el acta final que se otorgó el galardón por unanimidad a Flavio González Mello, «debido a la solidez de sus propuestas teatrales».
Mello ha definido el teatro como un evento vivo que se transforma, que no permanece igual y que requiere siempre de estar tratando de imaginar, por lo cual se convierte en un fenómeno fascinante y adictivo.
La obra del dramaturgo, como él mismo ha señalado, gira fundamentalmente alrededor de tres ejes: la historia de México, la familia y el mismo quehacer teatral.
Flavio González Mello es autor de una importante obra dramática que ha sido representada por prestigiadas compañías mexicanas y extranjeras, gozando de gran éxito entre la crítica y el público; también es guionista, director de cine y narrador.
El interés de Flavio González Mello sobre la complejidad de las relaciones familiares se plasma en obras como la premiada El padre pródigo, donde aborda el conflicto de un padre que regresa 20 años después al hogar que abandonó.
También se pueden mencionar otras obras suyas en esta temática: Un día en la vida de alguien más, Así como la ves... y Cómo escribir una adolescencia, en las cuales explora los conflictos surgidos durante la adolescencia y la juventud.
La tercera vertiente de su dramaturgia es la reflexión crítica sobre el teatro mismo, aparece en Edipo en colofón, una de sus obras más sofisticadas en palabras de la crítica Olga Harmony, la cual fue representada en 2009 por la Compañía Nacional de Teatro del INBA.
Las ideas de Flavio González Mello sobre la naturaleza del fenómeno teatral aparecen también en el ensayo La verdadera poética, o El arte viejo de hacer tragicomedias.
Flavio González Mello estudió en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) de la UNAM y en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) . Ha sido becario del Centro Mexicano de Escritores y del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) en dos ocasiones.
Recibió la Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos en el área de Creación Artística, otorgado por la UNAM y el Sistema Nacional de Creadores de Arte.
En 2010 ganó el Premio Internacional de Literatura Letras del Bicentenario Sor Juana Inés de la Cruz 2010, con la obra El padre pródigo, actualmente en temporada en el Teatro El Granero del INBA.
Fue socio del Centro Mexicano de la Asociación Internacional de Teatro Amateur de la UNESCO, y fundó y se desempeñó como director del grupo teatral Sin Telón.
Entre sus obras de carácter histórico destacan 1822, el año que fuimos imperio (2002) , que permaneció tres años en cartelera con 400 representaciones ininterrumpidas; Lascuráin o la brevedad del poder, estrenada en 2005 dentro del XXI Festival de México en el Centro Histórico, y Olimpia 68 (2008) , donde retoma los trágicos sucesos del movimiento estudiantil.
González Mello ha realizado asimismo una importante labor en la cinematografía, gracias a la cual en 1996 ganó el premio Ariel por su película Domingo siete, además de cortometrajes, entre ellos, 40 grados a la sombra, que en 2007 resultó ganador del Séptimo Concurso Nacional de Proyectos de Cortometraje que convoca el IMCINE.
De igual forma es autor de los guiones para los documentales Melancolía, que relata el trabajo del antropólogo Roger Bartra, y uno sobre los festejos realizados por las facultades y escuelas de la UNAM por el Día de Muertos.
El Premio de Dramaturgia «Juan Ruiz de Alarcón» inicia su historia en 1988, cuando fueron inauguradas las primeras Jornadas Alarconianas en Taxco, Guerrero, y en paralelo se instituyó el Premio, apoyado y promovido por un importante grupo relacionado con las artes escénicas, entre ellos Héctor Azar, José Solé, Alejandro Bichir y Sergio Magaña.
De 1988 a 1994 fueron premiados, por su trayectoria en las letras y/o por su aportación a la dramaturgia mexicana: Antonio Caballero, Sergio Magaña, Luis G. Basurto, Rafael Solana, Vicente Leñero, José Agustín y Elena Garro.
De 1995 a 1997 no se convocó y en 1998 reaparece como Premio Nacional de Dramaturgia, de entonces a la fecha ha reconocido a personalidades como Juan Tovar, Sabina Berman, Carlos Solórzano y David Olguín, por mencionar los más recientes.
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