jueves, julio 14, 2011

Fotografía / Francia: París inaugura la primera gran retrospectiva de Jane Evelyn Atwood

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Exposición de Jane Evelyn Atwood. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua, 14 de julio 2011. (RanchoNEWS).- Durante 35 años ha retratado el universo del sufrimiento femenino. Las imágenes resultantes no son fáciles de mirar: prostitutas, niñas ciegas, mujeres presas. También son compromiso, empatía, sensibilidad y, sobre todo, entrega. Su cámara es de las que no dicen de boquilla que hay que acercarse al sujeto fotografiado para poder mostrar su alma al espectador, sino que lo cumple a rajatabla. De hecho, Jane Evelyn Atwood ha confesado que no puede dejar de fotografiar un tema hasta que no tiene la certeza de haberlo comprendido completamente. Una nota de Raquel Villaecija para El Mundo:

Hasta el 15 de septiembre la Maison Europénne de la Photographie de París rinde homenaje a esta forma de feminismo visual de Atwood. Se trata de la primera gran retrospectiva consagrada a la artista neoyorquina que se instaló en suelo galo en los años 70 para nunca más marcharse.

El suyo es un trabajo de largo recorrido. Atwood ha invertido su vida en tratar de comprender, para luego contar, las miserias de los demás. Su obra gira en torno a la figura femenina: sus problemas y sus conflictos. Durante 10 años la neoyorquina ha retratado a las mujeres presas en 40 cárceles de Europa y Estados Unidos, en suelo francés ha seguido día y noche a las prostitutas en París, en la calle y en los burdeles, y en el ucraniano a las mujeres que cuidan a ancianos dependientes.

Fuera de la temática femenina se encuentran su series de los ciegos, la de las víctimas de las minas antipersona y la de su experiencia en Haití, antes y después del terremoto. Otra de sus obras más sobresalientes es la que cuenta la historia de Jean Louis, el primer enfermo terminal de sida en ser fotografiado.

La utilidad del objetivo

Temática lacrimógena que su ojo muestra con maestría sin caer en el morbo, el sensacionalismo ni la lágrima fácil. En sus imágenes de mujeres de labios de sangre y aroma de esquina se huele el respeto. También en los negativos de las delincuentes envejecidas por la vida, de las madres de pies encadenados y retoños recién venidos a un mundo entre cuatro paredes y una reja.

«A veces tenemos la impresión de que las fotos no sirven para nada. Sin embargo, hay que hacerlas por los menos», asegura la artista. Razón no le falta y en su caso su obra ha servido para mucho. A Jean Louis le ayudó a, según explica el enfermo en una cuya carta dirigida a la fotógrafa y que se puede leer en la muestra, «enseñar al mundo las consecuencias de esta enfermedad, hacia donde nos lleva».

En la cámara de Atwood las mujeres que fotografió en la cárcel encontraron un apoyo dentro de su encierro, una conexión con el mundo, en muchos casos una amiga. De hecho, la exposición reúne las cartas que muchas de las presas le han estado enviando a la fotógrafa durante años agradeciéndole su implicación en sus vidas.

En las vitrinas del centro francés dedicado al octavo arte se pueden ver otras 20 fotografías inéditas sobre diferentes temas. Una selección brillante de esta Diane Arbus del siglo XXI comprometida con su cámara y con el mundo.

Mayor información: Jane Evelyn Atwood

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