lunes, agosto 15, 2011

Cine / Entrevista a J.J. Abrams

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El director estadounidense. (Foto: El Cultural)

C iudad Juárez, Chihuahua, 15 de agosto 2011. (RanchoNEWS).- Este neoyorquino criado en Los Ángeles lleva indiscutiblemente en el ADN el gen audiovisual. Su padre era productor de televisión y su madre productora ejecutiva. Con estos antecedentes, J.J tenía pocas opciones de dedicarse a otra profesión. Desde niño ya mostró su interés en rodar películas. Con su aspecto de empollón y su escasa corpulencia las posibilidades de entrar en el equipo de fútbol americano eran reducidas por lo que se dedicó a trabajar el intelecto. Su currículum incluye tanto televisión (Felicity, Lost, Alias), como cine (Star Trek, Mission Impossible 3). No sólo escribe. También produce y dirige. Ahora estrena Super 8 con un cierto toque autobiográfico y con el que ha tenido la oportunidad de trabajar con uno de sus héroes, Steven Spielberg. Una entrevista de Beatrice Sartori para El Cultural:

Cuéntenos un poco como comenzó todo el proceso de la creación de Super 8.

Se me ocurrió la idea de hacer un filme con niños a los que les gusta hacer películas, como a mí de pequeño y decidí llamar a Steven Spielberg, el cual también era aficionado cuando era un chaval. Cuando le llamé y le dije que sólo tenía la idea me contestó al instante que le interesaba. Lo cierto es que lo que pensaba que iba a ser lo más difícil fue lo más fácil del proyecto. Tras este primer contacto tuvimos varios encuentros para definir un poco más por dónde íbamos a encaminarnos.

¿Por qué decidió contactar con Steven Spielberg en vez de de con otro productor de Hollywood?

Porque Steven ha sido uno de mis héroes cuando yo era niño. Tenía gran admiración por su trabajo, sabía que hacia películas de niño como yo y siempre he querido trabajar con él. Le había conocido antes. Así que decidí llamarle porque para mí era un sueño hecho realidad.

¿Puede explicar un poco como fue el primer encuentro del que habla?

Hace ya bastantes años. Tenia 16 años y una película mía estuvo en un festival en Los Ángeles. Salió un artículo en un periódico sobre mí y en él hablaba de mis héroes que eran Steven y John Carpenter. Días más tarde recibí una llamada suya diciéndome si estaba interesado junto con otro director que también había presentado una película en el festival en restaurar sus películas de juventud. Me quedé de piedra. No tenía mucho sentido, era algo imposible que se hubiera fijado en nosotros. Dijimos que sí, por supuesto. Así que nos mandó dos películas suyas originales de cuando era un quinceañero. Podíamos haberlas perdido o estropeado y tuvo confianza en nosotros. Las arreglamos y nos pagó trescientos dólares por el trabajo. Ese fue mi primer encuentro con el maestro. En 1989 estuve en una reunión con él presentando un guion y le comenté que yo era el chico que había reparado hace años sus películas y me contestó: ¡Ya lo sé! Me quedé pasmado» (risas). No me podía creer que se acordara de mí.

¿Le preguntaste alguna vez a Spielberg porqué le había elegido para reparar sus películas?

Sí, claro que se lo pregunté. Me dijo que porque se fiaba de mi. Le di buen rollo, le inspiré confianza.

¿Qué tipo de películas te gustaba dirigir cuando eras pequeño?

Como la que aparece en Super 8, películas tontas y divertidas. Comedias, horror, como por ejemplo una muñeca poseída. Me encantaba hacer películas, era lo que más me entretenía.

¿Se podría decir que el protagonista de Super 8 es un poco biográfico?

Más en la personalidad. En el interés de hacer filmes era más como el niño gordito aunque con menos confianza que él. Quizá una mezcla de ambos.

Además de Spielberg y John Carpenter. ¿Qué otros directores te han influido?

Me gusta mucho David Cronenberg. Me encantaban las películas de desastres de los años setenta. También he sido un gran fan de la serie Twilight Zone. Recuerdo de pequeño que vi El jorobado de Notre Dame , la versión de Charles Laughton, me quedé impresionado. La idea de mezclar ese dramón con maquillaje y efectos especiales me abrió los ojos. Soy también gran fan de las películas de James Bond.

Entre Star Trek y ahora Super 8 parece que te gusta mucho todo lo relacionado con lo desconocido e inexplicable, a pesar de que en el pasado has hecho cosas muy diferentes como la serie de televisión Felicity.

Sí me encanta todo lo que tiene un lado misterioso e inexplicable. Como te he comentado antes me encantaba Twilight Zone. Siempre me he sentido atraído por este tipo de cosas.

¿Crees que en los alienígenas?

Definitivamente. Nosotros seguro que somos alienígenas para otros habitantes de otro planeta. No estoy tan seguro de que hayan llegado a la Tierra, pero estoy convencido que hay vida inteligente en el universo.

Los alienígenas de las películas suelen parecerse entre sí. ¿Cómo se ha inspirado para este en particular?

Mi intención era que diera miedo pero al mismo tiempo al final del filme tienes que ver su lado «más humano» por llamarlo de alguna manera. Por este motivo decidimos ponerle los mismos ojos que la madre del protagonista para que tuviera expresión y la gente se pudiera identificar con él. Podíamos haberlo diseñado de mil formas diferentes pero ésta es la que finalmente decidimos.

¿Cuál sería el mensaje de la película?

Que uno tiene que ser capaz de las dificultades que se presentan en la vida por duras que sean.

¿Cómo ha sido trabajar con los niños?

Buena, todos los niños estaban enamorados de Elle Fanning. Cuando Elle estaba en el set todos trabajaban perfectamente. Cuando no tenían escenas junto a ella se revolucionaban un poco más. Pero en general muy bien.

¿Puede explicar un poco como es tu rutina a la hora de escribir?, ¿tiene un horario fijo o espera a que le llegue la inspiración?

Normalmente cuando me pongo a ello tengo la capacidad de escribir bastante rápido. En este caso en particular trabajé con Steven unos meses hablando de la historia hasta que llegó un punto que me dijo: J.J, tienes más material que yo cuando escribí Poltergeist así que ¡empieza a escribir!. Para escribir necesito una estructura que suele ir de 15 a 30 páginas en la que basarme. Si no tengo esto es un desastre. Me encanta ir a cafeterías a escribir. Los sitios donde hay jaleo y ruido me inspiran, no puedo escribir cuando está todo silencioso.

¿Cree que uno nace con la predisposición de ser creativo o es algo que se puede aprender?

Creo que la mayoría tenemos un cierto potencial, aunque hay niños a los que ves desde muy temprana edad que ya apuntan maneras. En mi caso nunca fui muy buen deportista, por lo que hacer películas y leer fueron un poco mis alternativas. Con estas actividades podía estar sólo o bien elegir a quien quería que colaborara conmigo. Para ser deportista te tenían que elegir, de esta forma lo hacía yo. Me daba cierto poder.

¿Es usted zurdo?

No. ¿por qué? ¿Lo eres tú?

Sí. Es que se comenta que los zurdos son muy creativos y como usted creatividad no le falta me preguntaba si lo sería. Obviamente no lo digo por mí.

Sí claro (risas).


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