viernes, agosto 12, 2011

Teatro / México: La compañía italiana Pippo Delbono presenta la obra Enrique V en el Teatro de la Ciudad

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Escena del montaje. (Foto: Cortesía de la producción)

C iudad Juárez, Chihuahua, 12 de agosto 2011. (RanchoNEWS).- Soñar un mundo, donde el hombre sea libre y capaz de vencer su lado negativo para que no exista un poder opresor de la humanidad, es la premisa del espectáculo Enrique V, inspirado en la obra del mismo nombre de William Shakespeare, a cargo de la compañía Pippo Delbono. Una nota de Fabiola Palapa Quijas para La Jornada:

Así lo sostuvo el actor argentino Pepe Robledo en entrevista con La Jornada, a propósito de la presentación en México de esa compañía italiana el sábado 13, domingo 14 y martes 16 de agosto dentro de la versión 14 del Encuentro Internacional de Escena Contemporánea.


El actor, autor y director de teatro Pippo Delbono, en el montaje, explora principalmente la vida de una persona que lucha contra lo imposible, palabra que Shakespeare utiliza en la historia de un rey, de un hombre, de la posibilidad de ganar, de la esperanza.

Pepe Robledo explicó que lo más importante para Pippo en la trama es que el rey Enrique, con un ejército tan pobre, debe luchar contra una potencia y un ejército más fuerte como el de Francia, así que necesita enfrentarse a lo imposible.

«A Pippo le interesó la lucha contra lo imposible, él estaba viviendo un momento difícil en su vida, debido a una enfermedad; entonces, lo que encontró en el texto de Shakespeare fue precisamente esta lucha y decidió crear el espectáculo».

En la adaptación de Enrique V, Delbono elimina todo lo anecdótico y militarista para concretarse a la esencia de lo que significa lo imposible en la dimensión de la humanidad, donde el monarca se ve obligado a extraer de sí mismo y de sus hombres un coraje sobrehumano, necesario para obtener esa victoria inaccesible.

Música, teatro y danza

La obra Enrique V constituye uno de los primeros montajes del creador italiano Pippo Delbono, donde mezcla la música, el teatro y la danza, a partir de los principios del teatro asiático en particular.

Robledo consideró que la temática del montaje creado en los años 90 del siglo pasado sigue vigente, porque la sociedad actual se enfrenta a la necesidad de luchar por la verdad. «En Europa y en América, la mentira, la máscara, lo falso, está en el gobierno, entonces necesitamos conocer la verdad, la sinceridad. La gran revolución en este momento es la de la verdad, cambiar la manera de pensar, de sentir; la necesidad de solidaridad, la mirada sincera hacia el otro no por interés, sino por una verdadera empatía, la palabra de Shakespeare es increíblemente actual».

Para transformar la situación en la que vivimos, añadió Robledo, «el hombre debe cambiar primero. Nosotros en Europa, en Italia, vemos a nuestros gobernantes como un poder ávido que miente y esconde; vende una cosa por otra».

La propuesta de Pippo consiste en mostrar en un espacio vacío el cuerpo humano y todo lo que puede transmitir en torno a la desesperación de una guerra, de igual forma se convierte en una reflexión sobre aquello que destruye a la humanidad.

«Hay una escena que se repite a lo largo de la obra: es un grito mudo, como sucede en los sueños cuando tratas de gritar y no sale la voz. Esta imagen es la de la desesperación del hombre que clama un poco en el desierto», indicó Robledo.

En el montaje participan Pippo Delbono, Pepe Robledo y Gustavo Giacosa y un elenco de 25 actores mexicanos que hacen un coro, los guerreros, los muertos, los franceses, los ingleses, las personas que están con el rey, la humanidad.

Enrique V un espectáculo novedoso, porque en cada lugar que se monta participan personas diferentes, que no necesariamente son actores; ésa es una de las cualidades del teatro de Pippo Delbono. Esta libertad en su teatro crea un universo común entre los espectadores.

La compañía Pippo Delbono fue creada en 1986, por Delbono junto con Robledo, y está compuesta en parte por personas marginadas por la sociedad.

Desde las obras Il tempo degli assassini (1987) hasta Urlo (2004), pasando por Il silenzio, Guerra o Gente di plastica, este teatro de la necesidad se impuso gracias a la intensidad de sus imágenes, que surgen de verdaderas experiencias de vida.

«Pippo –recordó Pepe Robledo– empezó a integrar a personas que no venían del teatro a sus propuestas, fue una experiencia fuerte, porque se trataba de personas que provienen de la marginalidad de la vida. En la compañía trabaja Bobó, un hombre sordomudo que vivió 45 años en un manicomio de Italia y es uno de los actores principales. También forma parte de la compañía, Jean Luca, joven con síndrome de Down, quien vivía en la calle y ahora es protagonista de las obras. Pippo encontró en ellos lo que había estudiado en el teatro oriental, la raíz del movimiento, de la danza; su manera de expresarse físicamente era impresionante».

Delbono encontró en los espectadores y en la marginalidad, al otro, y logró que el teatro fuera un encuentro. Él siempre cita una frase de Ingrid Bergman: «El teatro debe ser un encuentro entre las personas».

Enrique V, con la compañía Pippo Delbono, se presentará el 13 de agosto, a las 19 horas, y domingo 14, a las 18 horas, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (Donceles 36, Centro Histórico). Asimismo, el martes 16 se ofrecerá una función a las 20 horas, en el Teatro de la Ciudad San Francisco, en Pachuca, Hidalgo.

Dentro del Encuentro Internacional de Escena Contemporánea se proyectó la película Guerra, de Delbono, el pasado miércoles, en el Instituto Italiano de Cultura, de la ciudad de México.


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