August Diehl y Lena Lauzemis, en un fotograma de Y si no nosotros, ¿quién?. (Foto: SEFF)C iudad Juárez, Chihuahua, 7 de noviembre 2011. (RanchoNEWS).- Bucear en el pasado reciente para encontrar las respuestas que expliquen el presente. Éste es, en trazos gruesos, el punto de partida que el documentalista alemán Andres Veiel ha utilizado para construir su primer largometraje de ficción titulado Si no nosotros, ¿quién?. Según sus palabras existen «paralelismos» entre el estado de la cosas en el mundo en los años sesenta y el mundo en que vivimos. Una nota de Nacho González para El Mundo:
Y para ponerlos de manifiesto ha rodado la cinta que parafrasea la conocida consigna del Mayo del 68 1Y si no nosotros, ¿quién?; y si no ahora, ¿cuándo?» con la que se adentra los orígenes de la banda terrorista alemana Fracción del Ejército Rojo, más conocida como Baader-Meinhof. La cinta, que concurre a la sección Oficial del Festival de Cine de Sevilla, está basada en hechos reales, las vidas del escritor y editor Bernward Vesper y su pareja, Gudrun Ensslin, activista de la izquierda radical.
«Hoy en día, los jóvenes alemanes están huérfanos de héroes», ha asegurado el director tras las proyección de su cinta en el Casino de la Exposición. «Eso no quiere decir que haya que transformar esa frustración en activismo terrorista para intentar cambiar el mundo, que era lo que interpretaron algunos jóvenes en la Alemania de la posguerra. Pero sí es cierto, que necesitan una orientación política».
La cinta, protagonizada por los alemanes August Diehl (Bernward Vesper) y Lena Lauzemis (Gudrun Ensslin), relata la historia de amor entre el editor, hijo de un escritor filonazi, y la joven izquierdista desde sus tiempos universitarios, cuando superan los prejuicios de clase para entregarse al activismo político en los convulsos años sesenta en la República Federal Alemanta. Si la aclamada La vida de los otros mostraba lo que ocurría al otro lado del Muro de Berlín, la película de Veiel demuestra que la Alemania capitalista tampoco era el paraíso prometido.
El camino que va de los deseos de ‘matar’ al padre de ambos protagonistas a los coqueteos con las drogas, el camino visual que traza Veiel lo bordea la contextualización histórica basada en el rock’n’roll clásico de su banda sonora y en las valiosísimas imágenes documentales –deformación profesional del cineasta– que interrumpen la narración: de los bombardeos estadounidenses en Vietnam a los discursos de Fidel Castro y John F. Kennedy durante la crisis de los misiles o la violencia de los servicios secretos del Sha contra una manifestación pacífica estudiantil.
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