lunes, diciembre 05, 2011

Arquitectura / Estados Unidos: Los proyectos mexicanos de Richard Meier

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El desarrollo estará en el centro turístico de Kanai, sobre una plantación de mangos y un subsuelo de agua (Foto: Cortesía de Richard Meier & Partners Architects)

C iudad Juárez, Chihuahua, 5 de diciembre 2011. (RanchoNEWS).- Lo primero que se ve al entrar a la oficina privada de Richard Meier es una gran escultura de su amigo Frank Stella, uno de los artistas americanos contemporáneos más prestigiosos. Y, aunque Meier afirma que siempre tuvo claro que lo suyo era la arquitectura («lo decidí siendo muy joven, no sé por qué, pero simplemente supe que esto es lo que quería en la vida», cuenta), lo cierto es que Stella y Meier se conocieron en la New School, en un curso de arte al que Meier se apuntó para estar seguro de que su pasión por el arte no era más fuerte que su vocación por la construcción de espacios que enriquezcan los paisajes. Una nota de Alejandra Musi para El Universal

Sentado al otro lado de su gran mesa blanca de trabajo se encuentra Mr. Richard, que a punto de cumplir 77 años está lleno de vida y proyectos, «me encanta leer y enterarme de lo que otros arquitectos, especialmente los jóvenes, están haciendo alrededor del mundo. Hay proyectos increíbles», dice hojeando una revista de arquitectura japonesa, de entre las tantas que se encuentran regadas en la mesa.

«¡No dejan de pedirme casas!»

A pesar de poseer todos los premios imaginables en el mundo de la arquitectura, entre ellos el Pritzker, Meier siente que aún tiene mucho por conquistar, «siempre estoy ansioso por empezar el siguiente proyecto, cada nuevo reto es una aventura», dice sonriente. Y es precisamente México el país que se encuentra entre las motivaciones del arquitecto al que todos los famosos buscan para que diseñe las casas de sus sueños, como el actor Rowan Atkinson (Mr. Bean) a quién actualmente le construye un asombroso refugio en la campiña inglesa de Oxfordshire. «Yo siempre digo que ya no quiero hacer más casas, ¡pero no dejan de pedírmelas!», comenta entre risas.

«México es un país con una atmósfera muy positiva, llena de gente optimista», cuenta el estadounidense que, aunque no buscó trabajar en nuestro país, se alegró mucho de que estos proyectos llegaran a sus manos, «creo que el interés por hacer buena arquitectura que ha tenido el país en los últimos años se debe a que cada vez son más los clientes preocupados por la calidad en la construcción», apunta.

Dejará huella en el paisaje urbano

Es sabido que Meier actualmente trabaja en el desarrollo de dos nuevos hoteles W de la cadena Starwood, uno estará ubicado en la llamada Liberty Plaza, en Santa Fe y el otro estará situado en el centro turístico de Kanai, en la Riviera Maya. «Ambos son proyectos únicos. El primero porque pertenece a un proyecto de reconstrucción de una zona en la que habrá varios edificios y eso permite crear múltiples espacios en los que la gente trabaja, come, vive, pasea y se relaciona. Y el segundo porque está en una locación bellísima, con el Mar Caribe en frente. Además, representa un reto porque estará construido sobre una plantación de mangos que no podemos afectar y sobre un subsuelo lleno de agua», cuenta respecto de los hoteles que espera estén terminados alrededor del 2013 o 2014.

Pero lo que hasta ahora se había mantenido en secreto es su participación en el complejo que desarrolla en el norte de Coyoacán otro arquitecto estrella, el argentino César Pelli (conocido por las Torres Petronas de Malasia) y para el que Meier proyecta un edificio corporativo que se situará al lado del rascacielos de Pelli –destinado a ser el edificio más alto del sur de Estados Unidos y Latinoamérica.

«Todavía estamos terminando los detalles, pero será un edificio que cumplirá con los principios ecológicos de aprovechamiento de luz y energía natural, que no tendrá paredes sino ventanales de piso a techo con cortinas y que establecerá un diálogo con los otros 10 edificios que se planea construir en la zona en la que también habrá un centro comercial, un hospital, un hotel/condominio y edificios residenciales», explica Ringo Offermann, el arquitecto encargado del proyecto en el despacho Richard Meier & Partners.

«En la construcción de todo este complejo participarán diferentes arquitectos, como el mexicano Roy Azar; y no faltará una plaza y espacios abiertos al público», señala Offermann, quien espera que la construcción de este edificio inicie el año próximo, «la fase uno del proyecto ya está en marcha, que es la que está a cargo de Pelli. Nosotros esperamos arrancar con nuestra parte en 2012», agrega.

Que los mexicanos sean más felices

Con esta serie de edificios, Meier espera aportar su grano de arena en la recuperación del espacio público y la belleza de las ciudades mexicanas.

«En México se han hecho muchísimos edificios, algunos de ellos están bien, pero en muchos otros se ha perdido la calidad, algo que seguramente se debe a las dificultades económicas por las que ha atravesado el país, pero creo que estos proyectos harán que la gente se de cuenta de que la calidad y la arquitectura es muy importante en una ciudad», explica el artista, en cuyos proyectos no faltarán los espacios abiertos que caracterizan sus obras. Creo que es responsabilidad de todos los arquitectos crear estos espacios en cualquier construcción que realicen, pues éstos contribuyen a que las personas se conecten, disfruten de su entorno, aumenten su calidad de vida y sean más felices», asegura.

No es casualidad que Meier se sienta cercano a México, pues este amante de Beethoven y lector empedernido tuvo un flechazo con nuestro país cuando en los años 50 se encontró por primera vez con el DF.

«Me impresionó mucho la UNAM, ahí pasé mucho tiempo. Al verla pensé, ‘Wow, ¡esta Universidad es enorme!’». Es por ello que ni la violencia ni la crisis actual lo hicieron dudar al decir que sí a trabajar en territorio azteca y maya; «desde entonces he visitado México en numerosas ocasiones y he visto todos los cambios que ha experimentado, es un país lleno de oportunidades».

Luz más brillante y cálida que en NY

De acuerdo con Meier, la luz, un elemento básico en su filosofía, también es algo especial en México. «Es una luz más cálida que la neoyorquina, más brillante y clara, en la que puedes apreciar el color de la naturaleza y el contraste entre lo artificial y orgánico. A pesar de lo que se dice acerca del smog en el DF, éste ya no suele ser tan malo. Han hecho un buen trabajo para limpiar el aire de la ciudad», comenta el arquitecto, a quién se le ve perderse entre los pasillos luminosos, con ventanales inmensos de piso a techo y paredes blancas que conforman el despacho de Richard Meier & Partners al que Richard llegó hace 20 años, cuando la zona oeste de Manhattan en la que se encuentra era considerada peligrosa y no había otra cosa que naves industriales.

Ahora, al mirar por sus enormes ventanas, se pueden observar los numerosos y lujosos rascacielos, así como la ajetreada vida de los habitantes de la zona.

«Manhattan es así, está en una evolución constante, transformándose, mirando hacia delante», comenta a la hora de despedirse el hombre que encarna a la perfección el espíritu de la ciudad que de niño observaba desde el otro lado del Río Hudson, en su natal New Jersey.


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